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Relación exitosa en la empresa familiar

DRA. CLAUDIA SOBRADO LUNA | Docente de CIA, campus Mexicali

En una reciente entrevista con los nietos de los fundadores del Restaurante Blanca Nieves, Andrea y Oscar Galindo, nos compartieron la historia y las claves del éxito de esta empresa familiar. Fundado en 1948 en el centro de Mexicali por el Sr. Galindo, el restaurante tiene sus raíces en 1937 en Ensenada, donde inicialmente funcionaba como una cremería que distribuía quesos, leche y yogur provenientes de los ranchos de San Diego, California. Con el tiempo, el Sr. Galindo recibió la oferta de distribuir nieves americanas y adaptó su camión para transportar estos productos en la década de 1940. Eventualmente, el Sr. Galindo terminó su sociedad en Ensenada y vendió la cremería, pero la historia de la familia continuó en Mexicali con el restaurante que conocemos hoy.

Con el capital obtenido, el Sr. Galindo fundó el Restaurante Blanca Nieves junto a su esposa, quien gestionó el lugar hasta sus últimos días como administradora. El restaurante estaba ubicado al lado de la Catedral de Mexicali, en el edificio Padilla. Allí se ofrecían principalmente nieves traídas de San Diego, California, y también se servían platillos mexicanos, convirtiéndose en una parada obligada para las familias mexicalenses después de asistir a misa en la Catedral.

La Sra. Galindo asumió el liderazgo del restaurante y lo transformó en el lugar favorito de las familias mexicalenses durante las décadas de 1950 y 1960. En aquel entonces, el centro de la ciudad era el epicentro de la actividad económica de Mexicali, albergando bancos, tiendas de ropa, cines y siendo el corazón de la vida urbana alrededor de la Avenida Reforma, la calle Morelos y la calle México.

Los señores Galindo tuvieron un solo hijo, al cual mandaron a estudiar a Calexico y posteriormente se graduó como ingeniero agrónomo. A su regreso a Mexicali trabajó en una jabonera y ahí conoció a su esposa con quien procreó a cinco hijos, todos ellos estudiaron diferentes profesiones, sin embargo, de una o de otra forma todos se involucraron en el negocio familiar en diferentes periodos. Esto es lo que ha llevado al restaurante Blanca Nieves a tener éxito en la sucesión familiar de generación en generación ya que actualmente, después de 75 años operando se encuentran en la tercera generación y se prepara para asumir la dirección la cuarta generación de la familia. A través de la historia de este restaurante se pueden identificar 5 claves de éxito que los han llevado a una sana convivencia como familia y como empresarios.

Roles de trabajo bien establecidos

Durante los años 50 y 60, la familia Galindo estableció roles de trabajo bien definidos que contribuyeron al éxito del Restaurante Blanca Nieves. El Sr. Galindo se encargaba de las compras, la búsqueda de proveedores y el mantenimiento del lugar. Por su parte, la Sra. Galindo asumía la administración, ocupando su lugar en «la caja», y gestionaba el personal, asegurándose de que nada faltara en la cocina y que los platillos se sirvieran a tiempo. Inicialmente, su hijo trabajaba en una jabonera y no estaba involucrado en el negocio familiar.

Sin embargo, tras el fallecimiento del Sr. Galindo, su hijo dejó su empresa para ayudar a su madre en el restaurante. Aunque su relación fue siempre de respeto y con una clara línea de autoridad a favor de la Sra. Galindo, esta dinámica permitió que el cariño familiar se tradujera en una fuerte unión, especialmente visible en la relación con los nietos, quienes frecuentemente visitaban a su abuelita en el restaurante, que era su vida misma.

Separar la relación familiar de la relación laboral

Al enviudar la Sra. Galindo, lejos de renunciar a su negocio, continúa al frente de él de la mano de su único hijo el cual tuvo la mesura de nunca mezclar las decisiones de trabajo con la convivencia madre e hijo, debido a que sus roles de trabajo estaban bien establecidos, su hijo siempre supo separar su casa del negocio y eso los llevó a él y a su mamá a dar continuidad a la empresa. Debido a que la Sra. Galindo no sabía conducir, su hijo se hizo cargo de llevar a su mamá al restaurante y regresarla por la noche a su casa. En esa época el menú de la cafetería se modernizó y se incorporaron las nieves con presentación de cafetería americana como el “Banana Split” y las malteadas.

Dejar que cada miembro de la familia realice proyectos personales

Para los años 80, la vida en el centro de la ciudad cambió, se empezó a construir la Plaza Cachanilla y muchos comercios del centro compraron locales en la nueva plaza que daba un giro de modernidad a la ciudad, de esa forma el centro de la ciudad empezó a quedar abandonado y el restaurante Blanca Nieves era un bastión inamovible de lo que fue el Mexicali Rose de los años 50, con ello, los nietos de la Sra. Galindo empezaron a crecer y cada uno de ellos em- pezó a escoger diferentes profesiones, uno se formó como ingeniero, otra de las nietas como comunicadora y se hizo cargo del personal del restaurante. Así fueron forjando su futuro profesional en el negocio pero también con la libertad de realizar proyectos personales, hasta que una de ellas se graduó como contadora y se involucró en el negocio modernizando la parte contable, implementando programas de inventarios, nóminas, contabilidad y ayudando a su padre y abuela en el negocio durante más de 15 años.

Establecer un gobierno corporativo

Al fallecer la Sra. Galindo, su hijo se hace completamente responsable del restaurante, no solo de hacer las compras y buscar proveedores, sino que asume completamente las funciones de administrador, al ser una persona mayor y todos sus hijos profesionistas, emerge la tercera generación del Restaurante Blanca Nieves y es ahí cuando todos deciden formar legalmente una sociedad y un gobierno corporativo que le da a cada uno su rol frente al negocio para que prevalezca a la siguiente generación, en este momento, todos los nietos del Sr. Galindo saben manejar el negocio de una u otra forma y a su vez tienen proyectos personales que no los atan profesionalmente ni económicamente al funcionamiento del negocio pero que si están organizados para que exista una continuidad en la siguiente generación de bisnietos de la familia Galindo, fundadores de Blanca Nieves. Aunque es difícil llegar a acuerdos entre siente miembros de la familia, han sabido resolver sus altibajos y la diferencia de opiniones.

Determinar la sucesión familiar

Actualmente, el restaurante cuenta con una administración y un personal con experiencia, quienes lo hacen funcionar sin contratiempos. Sin embargo, entre los bisnietos de los fundadores ya se encuentra una gran candidata que probablemente opte por continuar con esta empresa de tradición familiar entre los mexicalenses desde hace 75 años. Así, además de haberse conformado como sociedad y determinar legalmente su funcionamiento, los nietos de los fundadores están totalmente dispuestos a continuar con el legado histórico y ya se preparan profesionalmente para asumir el futuro administrativo del restaurante.

Esperemos que esta empresa familiar pueda continuar durante muchos años deleitando a la sociedad mexicalense durante muchos años más.

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