3 minute read

Importancia de una educación integral

  • Es crucial que comprendan el comportamiento humano y los factores que influyen en la conducta delictiva

MTRO. MIGUEL ÁNGEL HERNÁNDEZ GÁLVEZ | Director de la Facultad de Criminalística, campus Ensenada

La carrera de criminalista, conocida por su fama de misterio y su impacto en la administración de justicia, atrae a muchos jóvenes interesados en el mundo del crimen y la resolución de enigmas. Sin embargo, la realidad de este campo es muy diferente de lo que presentan las series de televisión y las películas de Hollywood. Para convertirse en un criminalista competente y eficaz, no solo se necesita un profundo conocimiento de las ciencias forenses, sino también una formación integral que abarque aspectos técnicos, analíticos, legales y éticos.

Es fundamental que un aspirante a criminalista adquiera una sólida base en ciencias forenses. La recolección, preservación y análisis de evidencia son aspectos centrales de su trabajo diario y requieren un dominio de disciplinas como biología, química y física. Además, deben familiarizarse con las últimas tecnologías y herramientas utilizadas en el campo para realizar investigaciones precisas y detalladas.

Sin embargo, más allá de estos aspectos técnicos, los aspirantes deben desarrollar habilidades analíticas y de pensamiento crítico. La capacidad para examinar detenidamente la evidencia, identi - ficar patrones y anomalías, y llegar a conclusiones fundamentadas es crucial para resolver los casos. La complejidad de muchas investigaciones requiere una mente analítica aguda y la habilidad para pensar de manera creativa al enfrentar problemas difíciles.

Además del conocimiento técnico y analítico, los futuros criminalistas deben tener una comprensión sólida del sistema legal y los procedimientos judiciales. Por lo cual, deben estar al tanto de las leyes y regulaciones relacionadas con la recolección y presentación de evidencia, así como de los protocolos de cadena de custodia, asimismo, ser capaces de comunicar efectivamente sus hallazgos en un contexto legal, tanto de forma oral como escrita.

Pero la educación de un criminalista no puede limitarse a aspectos técnicos y legales. También es crucial que comprendan el comportamiento humano y los factores que influyen en la conducta delictiva. Una formación en ciencias sociales, que incluya la psicología, la sociología y la criminología, les permitirá analizar el comportamiento delictivo desde una perspectiva más amplia.

Por último, pero no menos importante, deben adherirse a los más altos estándares éticos y de integridad profesional. La honestidad, la imparcialidad y el respeto por los derechos individuales son principios fundamentales que deben guiar su trabajo. Además, deben comprender la importancia de su papel en el sistema de justicia y el impacto que sus acciones pueden tener en las vidas de las personas involucradas.

Por todo lo anterior, una educación integral es esencial para los futuros criminalistas que desean tener éxito en este campo exigente y gratificante. Más allá de los conocimientos técnicos, es necesario desarrollar habilidades analíticas, comprensión legal y social, así como una sólida ética profesional. Solo con esta formación podrán enfrentar con éxito los desafíos que les esperan en el apasionante mundo de la criminalística.

This article is from: