5 minute read

GENERACIONES CREATIVAS

MTRA. ABRIL VALENZUELA SÁNCHEZ | Directora de la Escuela de Diseño, campus Mexicali

Preparando a los alumnos para un futuro incierto

Uno de los mayores retos de todo docente dentro de esta difícil tarea es saber qué herramientas ofrecer a sus alumnos para el futuro. Si bien el futuro siempre será incierto, debemos reconocer que en nosotros están las claves para poder enfrentar esa incertidumbre.

La creatividad, como eje clave de la evolución humana, siempre estará presente en los problemas del mundo. Erróneamente se piensa que la creatividad solo pertenece a unos cuantos, como si solo se les hubiera otorgado a unos pocos privilegiados. Contrario a esto, lo más importante para el futuro en este momento es reconocer que, como académicos, la creatividad está en todas las áreas, en todos los niveles y en todas las personas, aunque en diferentes manifestaciones.

En el libro Anatomía de la creatividad de Llorenç Guilera, se fundamenta este principio: el hecho de reconocer que la creatividad no se encuentra única y exclusivamente en las artes. Todas las personas crecen con esa incertidumbre porque, por añadidura, mundialmente se ha transmitido esta idea, de que aquellos que desarrollan sus habilidades artísticas más que otros son los creativos, dejando de lado al resto.

Para la educación del futuro, la sociedad debe aceptar que constantemente se enfrentara a retos y en su mayoría con dificultades, pero que no por ello menos importantes. Todas estas situaciones que siempre son ajenas a nuestra zona de confort son la clave y detonante de las de la creatividad del futuro.

Aceptar que ante un mundo constantemente nuevo necesitamos resolver todo lo que se nos presente de maneras innovadoras, dejando detrás el pensamiento y las asociaciones del pasado, que, aunque siempre serán punta de lanza y referencia, ante nuevos problemas debemos preparar a los alumnos para encontrar nuevas soluciones. En una era en la que debemos hacer referencia histórica de lo ocurrido, debemos aún más acercar a los jóvenes a estimular un pensamiento divergente y constantemente evolutivo para generar nuevas propuestas de solución de problemas, haciendo constante mención de que esta siempre será susceptible a evolución, al igual que el ser humano.

Lo más importante de aceptar la creatividad como una habilidad de la vida diaria es saber que esta se desarrolla de la misma manera que cualquier músculo: la debes alimentar constantemente con contenido relevante, ejercitar con preguntas poderosas que te ayuden a fomentar la indagación, y mantener con una ejecución estratégica para enfocarla hacia el área de tu interés. En estos tiempos modernos, esto plantea la dificultad más grande a la que los educadores nos hemos enfrentado: mantener la motivación con un flujo constante dentro del alumno para ayudarlo a direccionar sus habilidades y conocimientos con la particular intención de potencializar su capacidad a un nivel inigualable e individual.

Dentro de las nuevas generaciones creativas, una de las etapas más olvidadas es el momento del cuestionamiento, el entender que una pregunta puede brindar respuestas a cosas que no sabías que necesitaban respuesta.

Actualmente, dentro de las aulas, los alumnos se muestran indiferentes ante el planteamiento de un cuestionamiento consciente y enfocado, que debemos direccionar para considerar siempre todos los ángulos posibles. Muchas veces la pregunta carece de enfoque y, por lo mismo, no ofrece resultados favorecedores para continuar con el proceso de aprendizaje.

Si bien popularmente se dice que no existen preguntas tontas, el mundo debe reconocer que todo cuestionamiento es válido mientras esté fundamentado en la iniciativa de buscar el conocimiento y la experimentación, que siempre será pieza clave en los procesos de investigación, brindando información desde un enfoque práctico y situacional.

Con la actual y acelerada revolución digital en el aprendizaje y la investigación, la etapa fundamental en todos los procesos es la de prueba y error. Comprender el funcionamiento de cualquier situación requiere realizar pruebas constantes, y a menudo, el error o la falla proporcionan más información que un acierto.

Ante la frustración de no poder lograr algo, el ser humano, por naturaleza, es perseverante y reconoce que debe revisar todas las variantes para ajustar las piezas y, según las circunstancias, hacer los cambios necesarios hasta alcanzar el resultado deseado.

En la actualidad, los estudiantes carecen de tolerancia ante la frustración y, cada vez más, desisten de intentar nuevamente ante situaciones desconocidas. La idea de fallar y cometer errores paraliza a la juventud, impidiéndoles explorar las posibilidades de aprendizaje que el fracaso ofrece.

La palabra FRACASO se ha convertido en un verdugo que ejecuta las ideas de los estudiantes, limitándolos para abrirse a la posibilidad de experimentar y aprender ante un mundo que al igual que ellos, cambia constantemente.

Para hacer frente a los futuros retos de la humanidad, los jóvenes deben ser preparados para un futuro que, por más que imaginemos, no podremos prever con certeza. En este proceso evolutivo de la educación, los actuales estudiantes, docentes y padres tendrán que adaptar sus métodos de aprendizaje y colaboración para generar una sinergia educativa que potencialice las capacidades múltiples de los nuevos estudiantes, tanto de preparatoria como de universidad.

Fortaleciendo esta idea, los planes de estudio de la Universidad Xochicalco están enfocados en casos prácticos colegiados, donde directores, docentes, empleadores y alumnos convergen en una amalgama de situaciones que ponen al estudiante a la vanguardia de la experiencia laboral, capacitándolos para resolver los retos actuales y futuros.

En este punto de encuentro, donde las generaciones del pasado y del presente buscan fortalecer las bases para las del futuro, comenzarán a forjarse los nuevos pilares de la educación contemporánea. De la mano de la sociedad, estos pilares deben estar fundamentados desde el inicio en estimular constantemente la importancia de la creatividad como una herramienta de la vida diaria, promoviendo la experimentación, aceptando la posibilidad del fracaso y, lo más importante, estando dispuestos a aprender para continuar aportando a la sociedad con conocimientos ciudadanos capaces de generar propuestas de valor y conscientes de las necesidades de su entorno.

This article is from: