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Violencia en el noviazgo

Denisse Ramírez Cuevas*

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2016), 3 de cada 10 adolescentes denuncian que sufren violencia en el noviazgo, el resto lo mantiene en silencio al considerar que estas conductas son normales, que no aumentarán y no se atreven a denunciar. Mientras que, en México, 9 de cada 10 mexicanas, de entre 12 y 19 años, han sido agredidas durante el noviazgo.

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En una relación de noviazgo sana, se espera igualdad, en las muestras de cariño, comunicación, respeto y apoyo

El noviazgo se describe como una etapa en la que la pareja se conoce, descubre similitudes, valores y donde el amor se manifiesta de muchas formas. En la actualidad, el noviazgo, la mayoría de las veces, está fuertemente ligado a la idea de un amor romántico, o bien a la forma de amar que se presenta inconscientemente cuando se idealiza a la pareja, se busca exclusividad y dependencia emocional. Puede llegar hasta el límite de perder la propia libertad y autonomía, con tal de mantenerse en la relación, lo que muy común, también puede elevarse al grado de violencia por la necesidad de sufrir y aguantar para rescatar el amor (Ipas CAM, 2021).

Lamentablemente, el amor romántico se vive a base de mitos como que “el amor verdadero es para siempre”, “el amor lo puede todo” y “amar es sufrir”, la violencia emocional al ser la más común se puede identificar con diferentes indicadores, como amenazas de terminar la relación, acusaciones o celos excesivos, pero estos maltratos al no ser visibles físicamente, se pasan por alto, llegan hasta normalizarse o mal interpretarse como supuestas muestras de cariño. Por otro lado, los maltratos físicos se presentan desde empujones, jalones de cabello o cachetadas, pero de igual manera, los adolescentes lo perciben como juegos o expresiones de afecto.

Según la OMS, la violencia se puede considerar una conducta aprendida desde antes de iniciar la relación de pareja, pero tristemente, no cambia por la voluntad de las personas ni por amor, se necesita apoyo de especialistas para una transformación en las conductas. La violencia se presenta por ciclos que pueden incrementar su frecuencia e intensidad si no se intervienen desde un inicio. En el primer ciclo se presentan insultos, celos constantes, burlas o humillaciones son tipos de acumulación de tensión. Después se incrementan agresiones físicas desde golpes, pellizcos o empujones, lo que puede advertir el inicio de la etapa de explosión, para después entrar en la parte del arrepentimiento, cuando el agresor ofrece disculpas, hace regalos, aparece nuevamente el interés sexual y pasan a la reconciliación, aunque no termina aquí, porque luego de un tiempo, ocurre la repetición del ciclo, con mayor frecuencia y manifestaciones violentas más graves.

En una relación de noviazgo sana, se espera igualdad, en las muestras de cariño, comunicación, respeto y apoyo, pero cuando se ve desde el filtro del amor romántico, difícilmente se ve lo que realmente está pasando en la relación. Como apoyo para identificar a personas que ejercen violencia se puede apreciar cuando quieren controlar lo que hace la otra persona, exige explicaciones, vigila a la pareja, critica o intenta cambiar su forma de comportarse, prohíbe o amenaza conductas, provoca escándalos en público o privado, está constantemente al tanto de las personas con las que interactúa su pareja, horarios y lugares que frecuenta. La mayor parte del tiempo muestra ser una persona simpática y seductora, pero con su pareja tiene un comportamiento diferente, siendo impulsiva e intolerante, no habla acerca de lo que piensa o desea, constantemente promete hacer cambios o mejoras en sus defectos, pero no las cumple, culpa y manipula, no se responsabiliza de sus errores, obliga a la pareja a mantener relaciones sexuales y amenaza con dejarla si no hace lo que él desea (Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, 2019).

Por otro lado, también existe un posible perfil para las personas que reciben estas violencias en los noviazgos, usualmente personas que fueron maltratadas por mamá o papá con abusos sexuales, psicológicos o físicos. Por ejemplo, se someten a la voluntad de otros y desarrollan un rol pasivo y sumiso, presentan baja autoestima, perciben el amor como sacrificio y dependencia, no cuentan con suficiente apoyo social, constantemente buscan aprobación de la pareja, guardan silencio en presencia de su compañero, toda la violencia que se pueda presentar durante la relación les provoca sentimientos de culpa, tristeza y temor generalizado (Ipas CAM, 2021).

En la etapa adolescente, es común que haya diferentes relaciones en corto tiempo y cada una se va a sentir como el amor de la vida, sin embargo, no se puede permitir ningún tipo de agresión. La decisión de terminar una relación violenta es de la persona que vive la violencia, si lo han hablado en la relación y no se ha solucionado, es momento de intervenir con ayuda profesional o acudir a centros de salud, nunca es tarde para romper el ciclo de la violencia (Ipas CAM, 2021).

*Estudiante de Psicología en 9vo cuatrimestre

Referencias

Ipas CAM. (2021). Violencia en el noviazgo: a lo tenebroso de las relaciones. https://

ipasmexico.org/pdf/DeLaTeoriaAccionSSyRAdolescentes/IpasCAM2021-Tomo9- Digital.pdf

Organización Mundial de la Salud. (2016). Informe mundial sobre la violencia y la salud.

Ginebra: Organización Mundial de la Salud. http://whqlib-

doc.who.int/publications/2002/9275324220_spa.pdf

Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes. (2019). Violen-

cia en el noviazgo: no es amor, no es amistad. https://www.gob.mx/sipinna/articulos/

violencia-en-el-noviazgo-no-es-amor-no-es-amistad?idiom=es#:~:text=C%C3%ADrculo%20

de%20la%20violencia%20en,%25%20sexual%20y%2015%25%20f%C3%ADsica

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