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MANUAL BÁSICO DE HISTORIA DEL ARTE En la nave central se ilustra el ciclo de la salvación con escenas de la vida de Cristo en la tierra y con la secuencia de las fiestas del año cristiano, como la Ascensión o Pentecostés, que pueden ser siete, por los días de la creación, o doce, como símbolo de los apóstoles. Las naves laterales se ocupan con escenas de santos, siempre que no se trate del titular del templo, y sobre la puerta de entrada, justo enfrente del ábside, el Juicio Final. Junto a estos asuntos propiamente religiosos también se incluye al emperador como manifestación visible del poder divino, pues todos tienen que inclinarse ante su presencia igual que él tiene que hacerlo ante Jesús (Justiniano y su escolta, San Vital, Ravena). Además del mosaico, la pintura bizantina destaca por sus iconos, imágenes sagradas sobre madera fija o portátil con una técnica peculiar. Se parte de una plancha de madera que se recubre con una fina capa de yeso, a la que a veces se aplica una tela de lino. Encima de ella se dibuja con buril y se aplican los colores con temple, si se deslíen con emulsiones como el huevo, o con encáustica, si para ello se usa la cera fundida. A diferencia de los mosaicos, los colores son opacos y no brillantes, y además los temas se limitan a Cristo, a la Virgen y a los santos. Su producción data de los siglos VI y VII, cuando se reconoce que las pinturas pequeñas y fácilmente transportables son más accesibles y, por tanto, muy prácticas para transmitir la fe. Esto ocurre sobre todo cuando con el tiempo la liturgia bizantina se complica en exceso, pues al principio sólo un cancel bajo separa el presbiterio de la nave, de modo que los fieles pueden ver la celebración eucarística del altar y también las imágenes del ábside. Pero desde mediados del siglo XIII entre el presbiterio y la nave se alza un muro más alto (templón), que en un primer momento sólo impide a los fieles presenciar gran parte del culto, pero que luego oculta completamente las pinturas de ese lugar sagrado. Como compensación se dispone una gran pantalla (iconostasio) donde se cuelgan los iconos para que el pueblo los pueda ver y donde tres puertas normalmente cerradas se abren durante la comunión para expresar que el cielo ilumina a la tierra.
2. EL ARTE ISLÁMICO
a) Marco histórico
Mahoma nace en la Meca hacia 570 y allí recibe la revelación de Dios por medio del arcángel Gabriel, quien le encarga unificar a las tribus árabes predicando una nueva doctrina política y religiosa que pretende salvar a los hombres del castigo eterno a través del culto a un solo Dios. Al mismo tiempo, defiende la idea de que todos los creyentes son iguales en la fe, por lo que ataca duramente a los comerciantes, lo que motiva su éxodo o emigración en el 622 (hegira), año que inicia la cronología musulmana. Instalado en Medina (Ciudad del Profeta), reafirma su liderazgo religioso, que además reviste ahora un doble carácter político y militar, lo que
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MANUALES UEX
El mundo islámico tiene su origen en la península Arábiga, que, dominada en su mayor parte por un inmenso desierto, fue simple tránsito de las rutas comerciales que, procedentes de Oriente, traían a Europa especias y sedas. Pero a partir del siglo VII se convierte, gracias a Mahoma, en centro de una fuerza que, partiendo de lo religioso y de lo militar, se extiende a la cultura y al arte dejando una huella imborrable en el mundo europeo.
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