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LA VOZ DE LA PIEL
Sergio Mondragón
Turba de sonidos tiene mucho de autobiografía, explícita o entre líneas. ¿Qué libro de poesía no tiene esta característica, aun en aquellos casos en que se habla de otros, de un personaje histórico, de un país o un paisaje? El poeta se vuelca entero en sus poemas, con sus obsesiones, sus mitos y sus sueños, con su ritmo personal, y en las líneas de sus composiciones puede leerse el itinerario, completo o fragmentario, de su vida, al modo en que el experto vidente puede interpretar el destino en las palmas de las manos, o el maestro taoísta leer el contenido del momento en la disposición de los objetos que se hallan sobre la mesa, o en el artesonado del caparazón de una tortuga.
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La primera mitad del libro es una mirada adolorida y nostálgica sobre la infancia y la adolescencia del autor, sobre las cicatrices y los regueros de escombros existenciales entreverados con valles, patios y follajes, piletas de agua y cigarras que añaden su monótono canto a la turba de sonidos a que este libro nos convoca. “¿Quién fui entre vergeles anteriores a la tierra?”, se pregunta Venegas en el primer poema de El rumbo fugitivo. El libro completo es una extensión de esa misma pregunta y es también una respuesta de imágenes que se presentan en desbandada o en orden, impulsadas por el elemento aire, que aparece en esta obra con diferentes intensidades y funciones, diseminando los significados como semillas que aquí y allá van a reventar y germinar. En este sentido, Turba de sonidos se inscribe en la moderna tradición de la obra abierta, en este caso quizá sólo entreabierta, permaneciendo para este lector el enigma del porqué de la elección del elemento aire como metáfora de purificación, y no otro, como el agua, por ejemplo, que igual lava y borra los vestigios que se desea exorcizar. Aunque quizá sea el anhelo de rumbo a lo que este libro apunta. En un poema de la primera parte hallamos la afirmación asombrosa que remite más allá de la infancia, a aquel estadio prenatal sin tiempo, que ya se busca a sí mismo: “Escucho mis latidos en el vientre materno/…qué inocencia completa mi ceguera/ qué olvidaré para saber quién soy?” Esa búsqueda de identidad reaparece en otras páginas como proceso de autoconocimiento, testimonio de que la misma pregunta, quizá la única que verdaderamente vale la pena formularse, ha animado el pensamiento desde el principio, y quizá nunca termine de hacerse en el transcurso de las vidas humanas: “Vengo de hallarme en el espejo/ de preguntarme si soy más de lo que miro/ de ver los cuerpos de mi cuerpo supurando historias”. Las historias en la vida del poeta están registradas en el libro, junto a las inquietudes y preguntas del niño, los acontecimientos que sin piedad se precipitan sobre él, la partida de los seres queridos, y las figuras borrosas y huidizas de quienes debieran ser las más claras y seguras imágenes de la protección y el amor, son recuerdos que años más tarde el poeta con la alquimia de las palabras puede transformar en poesía. Dice en el poema XIII de Turba de sonidos: “Eras mi padre joven/ con la vida encubierta en la chamarra./Te ibas/y no quedaba sombra de tu sombra,/luego esperar,/ ir por las carreteras con mi abuelo/ escribiendo la infancia en el asfalto./Vago contigo entre burdeles que al despertar desaparecen,/ me abrazabas callando historias del alcohol,/ qué ausencia te atrapó./ En el espejo de tu sangre/ calaba hondo la posesión de un dios”.
Turba de sonidos es sobre todos los sonidos, el sonido de las palabras que labran esta autobiografía, el sonido de aquellas palabras que le sirven de tabla de salvación al autor, ¿y por qué no? al lector, si es que acepta la invitación y se decide a subirse a la tabla de salvación de la poesía, para compartir allí la belleza o la desazón del viaje que atravesó el poeta, por otro lado, viajero de sí mismo, antihéroe de la escritura de su obra, heredera en la forma fragmentaria de los trazos que la conforman, de una cierta vanguardia, y de aquella divagación que retrata el funcionamiento del pensamiento de la señora Bloom –en realidad, el de todos nosotros- en la célebre obra de Joyce. Alusión que se hace no porque le falte puntuación a la poesía de Venegas, sino por esa especie de sinalefa metafísica que une los múltiples sentidos y que le da así forma y contenido, al igual que a ésta, a muchas obras de arte contemporáneas. Dice el poema XXI del Rumbo fugitivo: “Asir palabras/ salvado apenas/ por un cordón de plata umbilical/ andar baldío/ con hilos de oquedad/ volver sin el tesoro/ hallar esa moneda/ que brilla en la mirada”. Palabras que se lleva ese viento que sopla conjurando sentidos, y que aparece obsesivamente en Turba de sonidos como resuello, vehículo, respiración, ausencia que quedará luego de que nosotros pasemos, como polvareda y rumor, arrastrando hojas de un periódico ya caduco, dejando testimonio en los 32 poemas de la primera parte del libro de los 32 rumbos en que la rosa de los vientos divide el horizonte. A pesar de que autor y lector sepan que en la saga del “Conócete a ti mismo” todos los caminos son el mismo y sólo nos llevan hacia nosotros mismos.
Todos los sonidos son lenguaje y el poeta los entiende, ya se presenten como turba y muchedumbre o como solitario crujido, y aun en su contrapunto, el silencio, esa otra forma elocuente del habla. Lo mismo con el lenguaje del aire, que es también aliento, respiración, espíritu, espiritualidad… manifestado en su quietud o moviendo las hojas de las puertas como en este poema de Venegas que hace alusión al Cántico Espiritual y al viaje hacia adentro –hacia donde no se sabe y se queda no sabiendo, toda ciencia trascendiendo-
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de San Juan de la Cruz: “Se abrió la puerta de la noche oscura/ es el viento que pasa señalando veredas/ reposo de hojarasca que traduce mapas/ cuando cruje un destino/ mirada incorruptible a lo que habrá./En esta caravana de nudos/ el no saber es guía”.
Saber, no con la razón del filósofo sino con la intuición del poeta. Comunicarse no a través de los razonamientos sino con las imágenes brotadas de las bodegas abundantes del corazón. Invocar no la razón del mundo sino la poesía intangible que reposa en cada partícula de la naturaleza y de los sueños. Ricardo Venegas conjura en su libro los cuatro vientos que soplan en los cuatro puntos cardinales, “al desandar desnudo buscando la palabra”, escribe; y con ese poema engarza su búsqueda en el espacio simbólico de su vida y de su historia personal al mito de la Caja de Pandora. En éste, Zeus, en su deseo de hacer infelices a los hombres para vengarse de Prometeo, llama a los cuatro vientos para insuflarle vida a la escultura de mujer tallada por Hefesto: el del norte, que trae el frío; el del sur, que trae el calor; el del este, que trae las penas y las alegrías; y el de occidente, que trae palabras, “muchas palabras”. Luego le obsequia la maravillosa caja con el encargo de jamás abrirla. Cuando Pandora lo hace, acicateada por la curiosidad, que es el embrión del hambre de conocimiento, brota de ella la realidad del sufrimiento humano, y con él la tarea de los seres de desembarazarse de éste destruyendo la ignorancia. Una noción también presente en el Oriente budista, y que en el mito queda señalado a través del leve aliento de esperanza que Hefesto, enamorado de su creación, logra colar en el fondo de la caja de las desgracias, la esperanza. Esperanza que en el libro de Venegas es más bien fe. Fe en el poder de las palabras, fe en la búsqueda de La Palabra que muestre al fin su rostro verdadero, el rostro de uno mismo, el rostro de la poesía escondida, la verdadera naturaleza de las cosas.
El Rumbo Fugitivo
Ricardo Venegas
I De noche en la marea descubierta vuelve lo perdido, sobre las aguas, sobre el reflejo de los pasos sumergidos. Asoma la ciudad de la sal como añoranza de seguir la vida que se va, ¿quién fui entre vergeles anteriores a la tierra?, ¿de dónde este resuello que es la guía?
II Oceánico lenguaje en ráfagas de sal, un destello del faro de alguna Alejandría suspensa, una premonición que sopla lo sin forma.
III Vergeles de la tierra antigua, rastros del sol más primitivo, caminatas y huellas de vidas no vividas, es el resuello tramontano que nos guía en la mirada del que fuimos, en esta embarcación de augurios.
IV ¿Quién hallará sentido al viaje? Abro mis manos y escurre el viento hacia otro instante. ¿Qué tienes en las manos que no sea fugitivo? 104 49 V Vuelvo a la escena donde arrojé los dados de una apuesta
inconclusa, vuelvo a los puertos del péndulo de agua, de hablar con filos de la ola, de donde no responde el eco, a donde no llegó mi entendimiento. VI Arena bajo el filtro del sol, puede no haber más vida que un golpe de agua en las orillas, puede no haber más laberinto que un caracol fosilizado, y no despierto porque el mar se aleja con vidas anteriores a la mía, y no es mi tiempo de ir a lo profundo sino a los vientos que dejó el que fui.
VII En estado de gracia puede haber un tumulto de mantras carcomiendo el mar. Podría ir con el favor o contra el viento sugerido, pero los rumbos ceden y todos los caminos son el mismo.
VIII Vuela una sábana solar desde la isla que emergió de una pupila. Irse en la gota que nació en el aire, irse, pero nublado por el sol de octubre.
IX Busqué mi perla y fui colmado por la luz del mar. Hay tanto alrededor que desconozco...
X Ventea, borra lo que ha sido. Viento negado, aborrecido por el polvo de pueblos y ciudades del mar. Ya no te reconoces en el rostro del agua y has perdido el Levante, se desfigura la ganancia de los días en un asombro de viento envejecido.
XI Estamos vivos y encadenados a muchos vientos, dicen que un aleteo frágil podría ser el huracán de otro hemisferio.
XII Bóreas, Noto, Euro, Zephyros, los puntos cardinales al desandar desnudo buscando la palabra. Voltear al viento que se fue. Cómo me gustaría decirte que he pagado con creces las vidas que he vivido y me repito como un error de Dios en espirales de la sangre.
XIII ¿A quién llama el que sopla? En la antigua Hiperbórea sigue escribiendo el aire las fechas anheladas por los eternos hielos.
XIV Puedes llamarte Tramontana, puedes llevar un caracol entre tus manos y dispensar el viento frío, puedes ser padre de argonautas alados y fecundar las yeguas andaluzas, pero cierra su puerta el ermitaño y no te deja entrar a su convite.
XV Dicen que a las palabras se las lleva a todos lados y a ninguno y es una música la que se va como una polvareda.
XVI Cantar el nombre que se busca samiel aracati simún embat castigados con látigos en pueblos que no perdonan tolvaneras, 105 maldecidos hasta el cansancio de no poder gritar, vamos a la
escritura que dejaron los que ya no están, a lo que dicen las brujas montadas en escombros, al viento que te vende el hechicero con tres nudos atado para salir al mar abierto del verano. XVII Desde la proa dividimos el mar, sal sin origen de la palabra viaje, sal de los puertos soñados por Ulises, Eolo raja el suelo y libera la voz no pronunciada de otra voz, hincha la vela y nos devuelve a la materia de los días, al sopor de la tarde antes de irnos.
XVIII Si anida un dios en la respiración ya hemos sido escritos y andamos en la escena de la vida llevados por el aire del vaivén desde el aliento.
XIX Ya no me encuentro y pregunto mi nombre a las generaciones anteriores, quién fui para llegar aquí en una regresión de siglos contra el viento, de cuántos cuerpos he sido el habitante para pagar el precio de lo que debo.
XX Pido una ráfaga de verbos, perderme en el clamor que zumba, en la marea baja, en la historia enterrada por el azote de las olas, pido las aguas del bautismo que vienen a encender el alma.
XXI En días grises baja un reclamo de nubes, los signos de una mano que escribe. Del filo de la hoja nace el aire partido en dos hacia el poema, cruza de puerta en puerta para llegar, de muerte en muerte, hasta la tinta.
XXII En la palma de la mano todo es destino en la hora puntual donde la línea acaba.
XXIII Si doy la media vuelta el después ya no es mío. Se puede navegar frente al relámpago y recordar la historia propia, atarse a irreparables trombas de silencio, confrontar la tormenta, hallar una oración en la llovizna.
XXIV Aquél que tiene por misión perder a lo que lleva rumbo, abre los piélagos y las orillas donde es señor el infortunio, viento de principados y potestades, nos ha cegado el zar del aire turbio.
XXV Pasará el manto de la tarde sobre los precipicios, se acabará la luz a media luna, se irá la nube a otro dibujo en otro cielo, pasaremos nosotros como eclipse de fuego, se quedarán los vientos.
XXVI En los silencios se puede conocer lo que se lleva el viento, la ropa vieja de la tarde, orfandad, dolor que silba, niños con mapas en la cara de mugre y de tristeza, huecos de amor, los niños concebidos que nunca nacerán ya nos bendicen al amparo del sol que no se esconde. 106
XXVII El día menos pensado florecen los designios del viento, cuánta navegación creyendo ir hacia otras tierras y cuánta tierra de mar se fue secando. No cantan las sirenas, se escuchan los deseos incumplidos de viajeros lejanos, se escuchan las mareas de hace mil años.
XXVIII Quien encontró la rosa de los vientos llegó a la entraña de su espejismo, se piensa ingenuamente que viajamos solos y cambia de color quien equivoca el rumbo, no puedo maldecir al viento humedecido, a la fugacidad de cuatro rumbos, adonde nadie sabe de su origen.
XXIX Atrás lo que podría recordar en una aparición de escenas donde las soledades se reunieron, atrás es vida eterna para mis muertos, los más amados en el viento y en la congregación de los venenos. A esta cita del presente he asistido con la puntualidad de un marcapasos y no hay mirada vasta que precise por qué sigo creyendo que somos los que estamos vivos.
XXX Lo que no es Norte Sur, Este, Oeste desvanece el camino. Regresa el punto de partida en un espejo con la palabra Centro.
XXXI A donde vayas los puntos cardinales van contigo, da miedo conocer el mar que arrastra y hablar frente al relámpago que dice “la arena que has pisado es un destino”.
XXXII Almos, alma del mundo nunca vista, tuyo es el pulso de los viajes regados en la orilla como arena del mar.
XXXIII Nos quedamos varados bajo el árbol y sentimos un aire de distancia, descanso acompañado sin saberlo y es la primera vez que veo al viento.
XXXIV Alguna vez abrieron el odre de los vientos y Ulises regresaba de la errancia cobijado por pieles invisibles. El vigilante sigue ahí, el odre permanece abierto.
XXXV Y oyeron una voz de vientos que no duermen: «el que despierta entra en sueños».
XXXVI Ven a escuchar, está cantando el humo de lo que ya se ha ido.
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COLABORACIONES DEL TALLER DE CREACIÓN LITERARIA DEL DOCENTE LUIS TOVAR DEL CENTRO DE INVESTIGACIONES MULTIDISCIPLINARIAS U.A.Q.
C o l i t a r i s u e ñ a
Mimi Laja
Cuando despertó, se sintió asustada, inerme frente a la montaña de días que le quedaban de espera. Apeló a la voluntad como la recordaba al inicio de la pandemia: paciente, fresca, rebosante de optimismo. Hoy no. Parecía que los días se arrastraban pesados, uno detrás del otro; asfixiantes y densos como echarse una cobija de lana encima en pleno verano.
–Es septiembre, pensó al encender la marcha del coche y bajó los vidrios de la ventana enseguida. Aún hace calor. –Prendió la radio y se dirigió rumbo a la comercial mexicana, tratando de ignorar la resaca que aún le quedaba de la noche anterior.
Pandemia, COVID, Coronavirus. Tiempo de recesión, de quedarse en casa, lavarse las manos y cuidarse la garganta. Tomar mucha agua. Tiempo de merma y disminuir riesgos.
Riesgos, musitó para sus adentros. Riesgos son los que se reflejan en la dimensión que nos toca vivir, solía decir mi madre cuando cruzábamos esta avenida. Nunca entendí muy bien qué quiso decir con eso, ojalá hubiera puesto más atención... –Meditó rascándose la cabeza con sus largas uñas negras, mientras esperaba que dejaran de pasar coches para poder cruzar.
–No pensaré en hoy como un día malo, se dijo así misma al estacionarse frente a la puerta del Oxxo. Estoy cansada, he dormido mal. Tendrá que ver con el sentimiento generalizado de incertidumbre que se respira… y no es para menos, de repente nos dio miedo morir a todos. Inhaló profundo antes de cubrirse media cara con la mascarilla y salió del coche. Lo importante es buscar comida, no porque tenga hambre sino porque ya es parte de la rutina. La rutina es un privilegio, solía también decir mi mamá. La recordó sentada frente a la puerta del Oxxo: atenta, paciente, en espera constante como él estaba ahora, por posibles donadores de comida.
–En un abrir y cerrar de ojos nos rompieron las rodillas a todos. Nos quedamos viendo a la estabilidad retorcerse como una babosa gorda recibiendo granos de sal. Qué razón tenía José Alfredo Jiménez, la vida no vale nada.
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Hay que actuar como que no pasa nada, dibuja tu mejor cara y pase lo que pase no dejes de mover la cola, repetía su mamá todos los días. Ojalá estuviera aquí para explicarme porqué actúan todos tan extraño ahora. –Se preguntó mientras se acercaba sumisamente a la chica que bajaba del coche. –Algunas veces caminan ligeros, como flotando, otras se mueven sombríos, te miran con los ojos vacíos como hoyos negros…–Esta flota–, se dijo olfateando a la chica al mismo tiempo que movía la cola tratando de agradar, pero la chica pasó de largo como si no existiera.
“This is the end of the world as we know it” sonaba en la radio cuando entró a la tienda y lo primero que vio, fue un dispensador de croquetas de plástico amarillo. Hoy es día de compras, día de gastar dinero. –Pensó mientras se dirigía a los refrigeradores de cerveza. Puso cuidadosamente dos botellas de caguama entre sus brazos y cerró la puerta con la punta del pie. Entonces notó de nuevo al perro de la entrada, que seguía mirándola amojamado a través del vidrio.
–Y me da diez pesos de croquetas, respondió al cajero cuando al pagar este preguntó si era todo. Lo había contabilizado muy bien en su cabeza. El del estacionamiento recibirá cinco pesos menos de lo normal, pero el kilo de tortillas y la masa anotados en la lista, no deben sufrir mella. Será la obra buena que le de esperanza a este día.
–Sabía que venía de buen humor, se repitió el perro cuando vio a la chica pulsar la palanca del dispensador de croquetas. Movió su colita risueña sin parar de un lado a otro, al mismo tiempo que daba vueltas saltando.
La chica esparció cuidadosamente las croquetas sobre el cemento de la banqueta y colita risueña se abalanzó impaciente sobre ellas. La satisfacción que sintió al escuchar las croquetas crujiendo en la boca del perro fue tan placentera, que estuvo a punto de echar la cabeza hacia atrás y cerrar los ojos. Pero la música se detuvo de pronto. Extrañada, miró hacia abajo para averiguar por qué había dejado de comer y entonces notó que tampoco movía la cola. El perro volteó hacia arriba, la miró a los ojos un momento y acto seguido, comenzó a caminar en dirección contraria a ella. Se fue.
– ¿Se fue? ¿Cómo que se fue este cabrón y ni siquiera se terminó las croquetas? –Exclamó la mujer visiblemente contrariada.
Me voy tan silenciosamente como llego después de haber comido únicamente las croquetas rojas. Son las únicas que me gustan porque saben a lo que huelen los puercos. Lo dije antes, no tengo hambre, es solo un antojo y una vez saciado, me voy. Me alejo sonriendo ya sin necesidad de mover la cola. Saciar antojos también es un privilegio, solía decir mi mamá. Y desapareció hacia el canal de Santa Clara.
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Laura García
Regar las plantas, anotar pendientes, hablar con mis padres…
Dicen que la cosa se está poniendo peliaguda allá afuera y somos nosotros quienes estamos más expuestos. Debo salir a trabajar, aunque parezca que no vale la pena pues nunca tengo dinero. Ya sabes, la eterna perorata que deviene del verbo corretear la chuleta y que ahora hace imposible que podamos vernos. Una cosa más que nos quita el COVID supongo, por lo menos no ha sido la salud o la vida.
La gente se muere alrededor de uno y crece el desgano. Vuela el denuedo como ave que alborota el nido, se va haciendo chiquito hasta desaparecer tragado por el cielo gris inmenso.
Son muchos problemas revoloteando insistentes en la cabeza, distrayendo a todas horas; es difícil concentrarse, poner atención. Tan difícil como poder sentir empatía en estos momentos. Tomo un respiro para mirarlos de lejos a todos, agitada y llena de lodo desde mi propia trinchera. Y lo único que me preocupa es no sentir nada… tal vez una basura en el ojo, una simple molestia. De ahí en fuera, estoy hueca.
Se respira un aire húmedo, abyecto, eso hay que reconocerlo. Las noticias de tantas personas partiendo comienzan a hacer mella. Los imagino cayendo fusilados como soldados frente al paredón, uno detrás de otro… Y el cielo está gris y por las noches hay tormentas eléctricas; las nubes forman imágenes perversas sobre la luna llena y pica en la garganta la incertidumbre y el olor a miedo. 2020 año de la pandemia.
Todo parece inútil de pronto. Trabajar, ganar dinero, tener un coche, una casa ¿para qué? Este año endemoniado nos ha demostrado que en cualquier vuelta de la esquina te lleva Pifas, y ni el trabajo, ni el dinero, ni las casas ni los coches sirven de nada… O tal vez sí, como bienes para remediar el mal de estar internado en un hospital estilo IMSS o uno estilo primer mundo. Al final eso tampoco importa, la muerte es la muerte y llega tarde o temprano. Se amolda a tu pasado como una gelatina y sin importar la forma que tenga, te lleva con ella.
Regresamos a lo mismo, como el gato que lucha dando vueltas en círculos tratando de morder su propia cola. Regar las plantas, anotar pendientes, hablar con mis padres...
Aunque parezca inútil, hay que vivir la vida.
Sería bueno vivir agradecido de tenerla.
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Pilar Ruiz
Un resabio ondula en la sala y se agita con abismado esmero en la boca que entre anuncios muge de indómito silencio.
El escalpelo y la llagason uno, urdimbre en las arenas que brotan de la vesícula de un hombre, y se extravían en la palidez calcárea de los muros.
El oráculo de levante abre las fauces infecto, luce su asedio mortecino añadiendo vigilia a quien se abisma por el otro en una visión arrebatada.
¿Cuántos nombres son nuestros? Vetustez | sibilancias cardiopatías | mellitus hierve un caos ineludible de muerte fangosa que no cesa y los extremos del cuerpo expelen el rictus de crestas bajo la mortaja que miran pasmados miles de ojos abiertos
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ALFONSO ARROYO
Alfonso Arroyo Santos es doctor en filosofía por la Universidad Autónoma de Barcelona. Fue investigador posdoctoral en el Instituto de Investigaciones Filosóficas y en la actualidad es CTO del Centro de Información Geoprospectiva dedicado al desarrollo de teoría, modelos y herramientas prospectivas. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel 1 y ha sido docente y tutor dentro del Programa de Maestría y Doctorado en Filosofía de la Ciencia desde 2010.
OCTAVIO CABRERA SERRANO
Octavio Cabrera Serrano, México, Distrito Federal, hoy Ciudad de México, nacido en 1977. Licenciado y Maestro en Antropología por la ENAH y la UAQ respectivamente, militante en colectivos y agrupaciones libertarias, educador de calle, operador, facilitador de trabajo comunitario con poblaciones en situaciones de sufrimiento social, farmacodependencia, localidades periurbanas, pueblos originarios y campesinos, docente de las licenciaturas en Sociología, Desarrollo Local y Desarrollo Humano para la Sustentabilidad desde el año 2013, actualmente coordinador de la Licenciatura en Desarrollo Local y miembro del equipo de intervención del Centro de Capacitación y Asesoría para el Desarrollo Comunitario (CECADECO) de la FCPyS de la UAQ Campus Amealco. Correo electrónico: gabandhi@gmail.com Teléfono: Celular 442 155 77 25
PABLO CASILLAS HERRERA
Sociólogo latinoamericanista mexicano y profesor en la Universidad de Guadalajara, donde es jefe del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades. Miembro de la Red Continental de Pensamiento Latinoamericano. En 1995 recibió título de Magister en Sociología del trabajo de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa con un trabajo intitulado La subjetividad obrera ante la transformación tecnológica y las nuevas formas de organización del trabajo. Casillas Herrera trabaja sobre los impactos de la ideología del neoliberalismo sobre la “constitución de sujetos sociales en América Latina”.
MARÍA ALEJANDRA CERVANTES PÉREZ
Maestra en Administración con área terminal en Alta Dirección. Docente de la Facultad de Bellas Artes, UAQ, de 2005 a la fecha. Publicaciones: Capítulo “El estrés en el trabajo y la satisfacción laboral de los docentes en una institución de nivel medio superior”, en el Libro “Salud y Bienestar en el Trabajo”. Artículo científico “La imagen en el diseño de la marca personal del artista visual” en la Revista Iberoamericana de las Ciencias Sociales y Humanísticas. Capítulo “Branding en el Arte.La marca personal como elemento representativo del artista visual” en el Libro “Una mirada desde el pensamiento y la estética”
ISABEL CONTRERAS ISLAS
Doctora en Letras por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Maestra en Filosofía por la Universidad Iberoamericana (UIA)y Doctora en Historia por la misma institución. Ha sido docente en la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM y en el Departamento de Letras de la UIA. Como investigadora fue responsable de la línea de investigación Oralidad y Tradición popular en México. Autora de libros, capítulos y ensayos académicos. Es integrante y cofundadora de la Red Iberoamericana de Estudios sobre Oralidad y del Grupo de Estudio para el Desarrollo de las Biohumanidades. Cofundadora e integrante del Círculo de Estudios Interdisciplinarios sobre la Condición Humana y el Discurso Multimodal (CEIHDIS). Actualmente se desempeña como investigadora independiente. Algunos cursos y seminarios impartidos: Lingüística, Análisis del Discurso, Teoría de la Oralidad, Seminario sobre crítica en torno a géneros alternativos. Seminario de Mito y Conocimiento. Seminario de Semiótica Literaria. Áreas de conocimiento: Teoría de la Oralidad, Crítica Literaria y Estética.
DAVID CUENCA
Doctor en Ciencias Políticas y Sociales por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Actualmente es profesor adscrito al Centro de Estudios en Ciencias de la Comunicación dentro de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Además, se ha desempeñado como profesor a nivel licenciatura en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, el Centro Universitario de Comunicación, la Universidad de Ecatepec y el Centro Universitario Internacional de México.
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ELIA SOCORRO DÍAZ NIETO
Doctora en Administración con especialidad en Negocios Internacionales, Profesor de TC de la Universidad Autónoma de Querétaro, Perfil PROMEP(SEP), certificada por la asociación Nacional de Facultades y Escuelas de Contaduría y Administración (ANFECA), con 27 años como docente en Licenciatura, Maestría y Doctorado, con proyectos de investigación, dirección de tesis, autora y coautora de libros y artículos internacionales, miembro del Cuerpo Académico de Gestión Competitiva, de la Red de Investigadores en Competitividad y Globalización y de la Red Internacional de Artesanos.
FRANCISCO FLORES AGÜERO
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, periodista, escritor, editor junto con Pablo Antonio Junco de la nueva época de la revista ENTREVER de CIM U.A.Q., es profesor de literatura en diferentes universidades, ha impartido el taller de cuento en el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), en la U.A.Q. también forma parte del colectivo San Juan Apóstol de Cabeza en el Río que cultivan el performance, el videoarte, la instalación, etcétera.
ANTONIO FLORES GONZÁLEZ
Licenciado en Informática y Maestro en Gestión de la Tecnología de la Universidad Autónoma de Querétaro.
EMMANUEL GALICIA
Academico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.
LAURA GARCÍA
Estudiante del taller de creación literaria en el Centro de Investigaciones Multidisciplinarias.
ANNA DOLORES GARCÍA COLLINO
Doctora en Letras Modernas por la UIA Campus Ciudad de México, Maestra en Historia del Arte por la UNAM y Licenciada en Lingüística por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Ha sido docente en las universidades Jorge Tadeo Lozano Bogotá, Colombia y en la UIA Campus Torreón y Ciudad de México. En ésta última, también colaboró en diferentes proyectos de investigación relacionados con la oralidad y fue cofundadora del Grupo de Estudio para el Desarrollo de las Biohumanidades. Es autora de ensayos y artículos académicos y de difusión, publicados en Colombia, México y Francia. Ha sido curadora en galerías y museos. Forman parte de este trabajo guiones museológicos, textos para catálogos, folletos, presentaciones, reseñas y ensayos. Ha pertenecido a varios grupos de investigación, entre ellos, a la Red Iberoamericana de estudios sobre oralidad. Actualmente, es investigadora independiente. Algunos cursos y seminarios impartidos: Semiología, Seminario de Servicio Social, Estructura del Pensamiento, Educación y Comunicación, Escritura Práctica. Áreas de conocimiento: Creatividad, Memoria, Identidades, Narración Oral.
ÁNGELA SOFÍA GARCÍA ESTRADA
Ángela Sofía García Estrada, 1995, Querétaro. Licenciada en Sociología por la Universidad Autónoma de Querétaro, actualmente estudiante de maestría en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural en El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR). Ha trabajado cuestiones de educación popular y desarrollo integral con comunidades rurales e indígenas de los municipios de Huimilpan y Amealco en Querétaro, así como en Chiapas y población migrante centroamericana en Tenosique Tabasco. Realizó una estancia de investigación en ECOSUR en 2019, donde se enfocó en cuestiones de sociología de la salud y migración. Artículo “Género y participación política: El caso de las mujeres del Frente Estatal de Lucha en Amealco, Querétaro” aceptado, todavía no publicado, por la revista Horizontes, UNAM.
MIMI LAJA
Estudiante del taller de creación literaria en el Centro de Investigaciones Multidisciplinarias.
SERGIO MONDRAGÓN
Sergio Mondragón nació el 14 de agosto de 1935 en Cuernavaca, Morelos. Estudió la licenciatura en Literatura en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México y al mismo tiempo Periodismo en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Fue elegido becario del Centro Mexicano de Escritores en el periodo 1965-1966.
GEORGINA PAULÍN PÉREZ
Maestra en Ciencias de la Comunicación por la FCPyS, UNAM y Licenciada en Ciencias Sociales por dicha institución. Realizó una Especialización en Artes liberales en Humanidades, en el Ateneo Filosófico A. C., dependiente de la Fondation de Recherches et D’Editions de Philosophie Neohellenique. Se desempeñó como docente e Investigadora Titular “A” de Tiempo Completo en el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), UNAM. Actualmente es investigadora independiente. Ha 113
sido autora y coautora de libros, capítulos y artículos sobre temas del lenguaje, cultura, sociolingüística, política o semiótica en publicaciones nacionales/internacionales. Algunos cursos y seminarios impartidos: Introducción al Estudio del Lenguaje, Teorías del Discurso, Sociología de los Medios de Comunicación Colectiva, Semiología, Introducción a la Lingüística, Lenguaje y Sociedad, Lenguaje, Cultura y Poder, Teorías y Análisis del Discurso. Áreas de conocimiento: Sociolingüística, Humanística, Semiótica, Pragmática y Comunicación.
CLAUDIA CINTYA PEÑA ESTRADA
Profesora-Investigadora en la Universidad Autónoma de Querétaro; Doctora en Gestión Tecnológica e Innovación, Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Domicilio Cerro de Las Campanas, s/n, Centro Universitario, Santiago de Querétaro, Querétaro, México. Teléfono 4421704641. e-mail: claudia.cintya.pena@uaq.mx Orcid ID: https://orcid.org/0000-0003-03780762
ENRIQUE JESÚS RODRÍGUEZ BÁRCENAS
Maestría en Filosofía. Docente en la Facultad de Bellas Artes, en asignaturas de Estética y Teoría del arte. Publicaciones: Rodríguez Bárcenas, E. J. (2019). “Estética de lo repugnante. Posibilidad de la representación estética de lo repugnante en el arte”. RICSH Revista Iberoamericana De Las Ciencias Sociales Y Humanísticas, 8(15), 230 - 248. https://doi. org/10.23913/ricsh.v8i15.168 Rodríguez Bárcenas, E. J. (2018). “Hermenéutica y estética del asco, entre la animalidad y la humanidad” en Horizontes, procesos y novedades en la creación artística y cultural, Jiménez D., P., Hugo Chávez M., Antonio Tostado R., (Coordinadores). México: Universidad Autónoma de Querétaro Centro universitario. ISBN: 978-607513-423-9
LUIS GABRIEL RODRÍGUEZ CORTÉS
Estudiante del Doctorado en Innovación y Tecnología Educativa UAQ, México.
PILAR RUIZ
Estudiante del taller de creación literaria en el Centro de Investigaciones Multidisciplinarias.
PORFIRIO TOLEDO
Doctorado en Ciencias, con orientación en Matemáticas Básicas. Centro de Investigación en Matemáticas. De 2005 a 2009. Guanajuato, Gto. Obtiene el grado el 13 de Mayo de 2011, con el trabajo de Tesis «Soluciones KAM Débiles de una Ecuación de Hamilton-Jacobi a Tiempo Discreto en un Contexto Minimax». Maestría en Ciencias, con especialidad en Matemáticas Aplicadas. Centro de Investigación en Matemáticas. De 1995 a 1997. Guanajuato, Gto. Obtiene el grado en el año 31 de Enero de 2000. Licenciatura en Matemáticas. Facultad de Matemáticas de la Universidad Veracruzana. De 1990 a 1995. Xalapa, Ver. Obtiene el Título 16 de Agosto de 1995.
RICARDO VENEGAS
Nació en San Luis Potosí, el 26 de octubre de 1973. Poeta y ensayista. Estudió Letras Hispánicas en la ffyl de la unam. Director de la revista literaria Mala Vida (fundada en 1995), publicación ganadora de la beca nacional Edmundo Valadés para revistas independientes del conaculta/ fonca (1997-1998 y 2002-2003). Colaborador de Alforja, Cantera Verde, Carácter, Casa del Tiempo, Casa Silva (Colombia), El Financiero, El Nacional, El Universal, Excélsior, La Pájara Pinta (España), Los Universitarios, Parva, Periódico de Poesía, Siete Culebras (Perú), Tierra Adentro y del suplemento La Jornada Semanal. Ha sido becario del cme (2003-2004) y del fonca (2005-2006). Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta 2008 por Turba de sonidos. Parte de su obra se encuentra en antologías como En el rigor del vaso que la aclara, conaculta, 2001; Árbol de variada luz, Universidad de Colima, 2006; A contraluz, Fondo Editorial Tierra Adentro, 2006.
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GUÍA DE AUTORES
ACADEMUS. Revista de la Universidad Autónoma de Querétaro extenderá a los autores acuse de recibo de sus colaboraciones. El equipo editorial evaluará la posibilidad de publicación de los trabajos de acuerdo con la estructura de los números y turnará el escrito al Consejo de Arbitraje Editorial integrado por especialistas y otras personalidades de reconocida autoridad intelectual en la materia, quienes revisarán y dictaminarán sobre el mismo, y cuyo resultado será informado a sus autores. •El Consejo de Arbitraje Editorial se reservará el derecho de realizar la corrección de estilo correspondiente, así como la posibilidad de cambiar, organizar e introducir títulos y subtítulos –en caso de ser necesario–, para facilitar la comprensión del texto. •Los trabajos se deberán enviar a los correo electrónicos: academuscim@gmail.com, escritos en formato Word a espacio interlineado 1.5, párrafo justificado, diseño de página: espaciado antes y después 0 pt y en papel tamaño carta, fuente Arial tamaño 12. •La extensión de los artículos será de entre 15 a 20 cuartillas. Nombre del autor o autores, institución a la que pertenecen. Cada artículo deberá de iniciar con un sumario o síntesis del contenido de 5 a 10 líneas, y también se deberá anexar de 5 a 7 palabras clave de identificación temática del texto. Y su correspondiente traducción al inglés tanto del sumario como de las palabras clave. El título o cabeza del texto deberá ser de no más de siete palabras. Las referencias teóricas, metodológicas e históricas con que se sustente el trabajo, serán consideradas como apoyo y se insertarán mediante notas en el texto. •Las notas y referencias bibliográficas y hemerográficas deberán ser numeradas con un superíndice y colocadas al final del texto. Además, se requiere una sinopsis curricular (NO CURRICULUM) de los autores, de aproximadamente 5 líneas, que registre nombre completo del autor, lugar y año de nacimiento, estudios, experiencia profesional, publicaciones, actual actividad académica, profesional, de investigación o de creación artística y literaria, y teléfono, correo electrónico o algún otro contacto, y demás datos que considere necesario destacar. •La redacción deberá apegarse a las normas de la American Psychological Association (APA). Al final se anotarán las citas bibliográficas y bibliografía. •Para la sección Arte, literatura y Sociedad se recibe cuento, capítulo de novela, crónica, poesía, ensayo literario, teatro, crítica de arte, entrevista y reseña de libro con una extensión de entre 7 a 12 cuartillas. Las ilustraciones que se envíen serán en tipo: Imagen JPEG, con pie de foto o imagen y referencia iconográfica. La bibliografía se anotará en orden alfabético y deberá contener todos los elementos de una ficha bibliográfica, según la American Psychological Association (APA) en su sexta edición:
Libro con autor: Koontz, H. y Weihrich, H. (1998). Administración: una perspectiva global. México, McGraw-Hill Interamericana. Libro con editor: Apellido, A. A. (Ed.). (Anfio). Título. Ciudad: Editorial. Capítulo de libro: Fillmore, Ch. (1982). Scenes and frames semantics. En Zampolli, A. (Ed.). Linguistic structures processing (p. 55-81). Amsterdam: North-Holland. Simposios y conferencias: Apellido, A., & Apellido, A. (Mes, Anfio). Título dela presentación. En A. Apellido del Presidente del Congreso (Presidencia), Título del simposio. Simposio dirigido por [Nombre de la Institución Organizadora], Lugar. Artículo de revista científica: Lee, J. y Musumeci, D. (1988). On hierarchies of reading skills and text types. Modern Language Journal, 72 (2), 73-187. Artículo de revista no especializada: Lefort, R. (2000, junio). Internet, ¿Salvador de la democracia? El Correo de la Unesco, 53, 44-46.Proporcionar la fecha
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mostrada en la publicación. El mes para las mensuales o el mes y día para las semanales. Dar el número de volumen. Ponencia y acta de congreso: No publicada: Thomas, B. (1989). El desarrollo de la colección en bibliotecas públicas. Trabajo presentado al II Congreso Latinoamericano de Bibliotecas Públicas, realizado en Montevideo del 5al 10 de julio de 1989. Publicada en actas: Carsen, T. (1995). Derecho a la información: una aproximación hacia una ética y conducta profesionales. En Reunión Nacional de Bibliotecarios (29a: 1995: Buenos Aires). Trabajos presentados (p. 41-49).Buenos Aires: ABGRA.
Manuscrito no publicado: Para distintos tipos de trabajos no publicados se debe aclarar: Manuscrito no publicado. Spindler, G. (1993). Education and reproduction among Turkish families in Sydney. Manuscrito no publicado. Comunicación personal: Incluye cartas, mensajes de correo electrónico, listas y grupos de discusión, conversaciones telefónicas, y similares. Se debe citar en el texto pero no en la “Lista de referencias bibliográficas”. “Juan González sostiene (carta del autor, 10 de mayo, 1993) que...” Recursos electrónicos: Siguen básicamente la estructura de la cita ya indicada (autor, fecha, título). Cuando la información se obtiene a través de Internet, al final de la cita se agrega la dirección correspondiente. Documentos en Internet: Especificar la vía (el “URL”) para documentos obtenidos por Internet. Páginas web: Apellido, A. A. (Anfio). Título página web. Recuperado de www.ejemplo.com; Lander, E. (Comp.) (1993).La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Disponible en: http://www.clacso.org/www/clacso/espanol/ Versión electrónica de libro impreso: Apellido, A. A. (Anfio). Título. Recuperado de http://www.ejemplo.com/ejemplo.pdf; Para otro tipo de recurso, a continuación del título y entre corchetes, se agrega del tipo de recurso, por ejemplo CDROM, disquete, base en línea, etcétera. Referencias gráficas e iconográficas Un mapa: UNESCO. Mapa de Europa Cuaternaria. [Mapa].Escala 1:2,500,000. UNESCO, 1960, 84x67cm. Una pintura: TIZIANO. Baco y Ariadna, 1523, Galería Nacional, Londres. Una fotografía: Dos niños afroamericanos con un perro en Georgia.(1900). Biblioteca del Congreso, Washington. Diccionarios y enciclopedias Artículos en una enciclopedia o diccionario enciclopédico: Apellido, Inicial del autor o editor del artículo. (Año de publicación). Título del artículo. En Título dela enciclopedia en letra itálica (Núm. del volumen utilizado, núm. de las páginas utilizadas). Lugar de publicación: Casa publicadora. Lorimer, L. T. (Ed.)(2006). Cell. In World Book Encyclopedia (Vol. 3, pp.326-339). Chicago: World Book.
Enciclopedia o diccionario enciclopédico (obra completa): Apellido, Inicial del autor o editor. (Año de publicación). Título de la enciclopedia o diccionario en letra itálica (edición, cantidad de volúmenes). Lugar: Casa Publicadora. Morris, C. (Ed.). (2002). Academic Press Dictionary of Science and Technology (1 vol.). San Diego: Academic Press. Tesis: Apellido, A., & Apellido, A. (Anfi o). Título de la tesis (Tesis de pregrado, maestría o doctoral). Nombre de la Institución, Lugar. Recuperado de www.ejemplo.com/tesis.pdf Diarios y revistas informativas Artículo de diario con firma: Apellido, A. Título del artículo en itálica. (Año, fecha de publicación). Diario que lo publica, fecha completa de la publicación, número de la publicación. Artículo de diario sin firma: La ciencia abrió una nueva era: clonaron embriones humanos. (2004, 13 de febrero). La Nación, 13 de febrero de2004, 10. Medios audiovisuales:
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Es la misma estructura de cita, especificando el medio entre corchetes inmediatamente después del título. Crespo, J., Hermida, J.A. (1993). Marketing de la tercera ola [videocasete]. Buenos Aires: Marketing para el Crecimiento. Vídeos: Apellido, A. A. (Productor), & Apellido, A. A. (Director). (Anfi o). Título [Película cinematográfica]. País de origen: Estudio. Vídeos en Línea: Apellido, A. A. (Anfi o, mes, día). Título [Archivo de video]. Recuperado de: www.ejemplo.com/Referencia a CD-ROM: Apellido, Inicial del autor o editor. (Año de publicación). Título de la obra en letra itálica (número de edición) [Medio utilizado]. Lugar de publicación: Casa publicadora.
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