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La poesía: ritmo y sensibilidad
LITERATURA La poesía: ritmo y sensibilidad
OBJETIVOS
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• Realizar interpretaciones personales, en función de los elementos que ofrecen los textos literarios, y destacar las características del género al que pertenecen para iniciar la comprensión crítico-valorativa de la Literatura. • Utilizar de manera lúdica y personal los recursos propios del discurso literario en la escritura creativa para explorar la función estética del lenguaje.
1. Leemos en parejas los siguientes textos.
Caupolicán
Rubén Darío
A Enrique Hernández Miyares
Es algo formidable que vio la vieja raza: robusto tronco de árbol al hombro de un campeón salvaje y aguerrido, cuya fornida maza blandiera el brazo de Hércules, o el brazo de Sansón. Por casco sus cabellos, su pecho por coraza, pudiera tal guerrero, de Arauco en la región, lancero de los bosques, Nemrod que todo caza, desjarretar un toro, o estrangular un león. Anduvo, anduvo, anduvo. Le vio la luz del día, le vio la tarde pálida, le vio la noche fría, y siempre el tronco de árbol a cuestas del titán. “¡El Toqui, el Toqui!” clama la conmovida casta. Anduvo, anduvo, anduvo. La aurora dijo: “Basta”, e irguiose la alta frente del gran Caupolicán.
Rubén Darío. [1969]. Antología poética, 2ª edición. Buenos Aires: Losada.)
Pasadología
Jorge Enrique Adoum
a contrapelo a contramano contra la corriente a contralluvia a contracorazón y a contraolvido a contragolpe de lo sido sobreviviendo a contracónyuge a contradestino y contra los gobiernos que son todo lo absurdo del destino a contralucidez y contralógica a contrageografía (porque era contra pasaportes dictadores continentes y contra la costumbre que es más peor que nuestros dictadores) contra tú y tus tengo miedo contra yo y mi certeza al revés contra nosotros mismos o sea contratodo y todo para qué
(Jorge Enrique Adoum. [2001]. Del amor las palabras. Quito: Gallito verde.)
Caligrama
Guillaume Apollinaire
(Apollinaire, Guillaume. Obra escogida. Barcelona: Teorema.) 2. Contestamos estas preguntas. • ¿Qué tipo de textos son estos? • ¿Qué podrían tener en común estos textos, cuando se leen en voz alta?
• ¿Piensan que todos estos textos pueden ser poemas? • ¿Qué es lo que hace que un texto literario sea un poema?
LEER POESÍA, UNA EXPERIENCIA SONORA
3. Pido a un compañero o compañera que lea en voz alta el siguiente texto, mientras yo escucho atentamente el sonido de las palabras.
Rafael Alberti. España, 1902 – 1999.
A galopar
Rafael Alberti
Las tierras, las tierras, las tierras de España, las grandes, las solas, desiertas llanuras. Galopa, caballo cuatralbo, jinete del pueblo, al sol y a la luna. ¡A galopar, a galopar, hasta enterrarlos en el mar! A corazón suenan, resuenan, resuenan las tierras de España, en las herraduras. Galopa, jinete del pueblo, caballo cuatralbo, caballo de espuma. ¡A galopar, a galopar, hasta enterrarlos en el mar! Nadie, nadie, nadie, que enfrente no hay nadie; que es nadie la muerte si va en tu montura. Galopa, caballo cuatralbo, jinete del pueblo, que la tierra es tuya. ¡A galopar, a galopar, hasta enterrarlos en el mar!
(Poemas del alma, en: http://www.poemas-del-alma.com/rafael-alberti-galope.htm)
4. En grupos de cuatro, reflexionamos a partir de las siguientes preguntas:
¿Sobre qué trata este poema?
¿Qué sensaciones tuviste mientras lo recitabas?
¿Qué sensaciones tuviste al escucharlo?
¿Qué sonido hace tu voz cuando lees esto en voz alta?
¿Dirías que el texto tiene un ritmo lento o rápido?
¿Por qué crees que el autor llamó al poema Galope?
5. Leo este texto y reflexiono sobre los poemas que he leído o escuchado y los sentimientos que me han generado. Comparto mis reflexiones con el resto de la clase.
La poesía es la manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra. La poesía pertenece al género lírico. Al género lírico pertenecen las obras que expresan el mundo más íntimo del autor o la autora, es decir, sus sentimientos y emociones personales, y que se proponen provocar en el oyente o lector sentimientos similares. Este género se considera subjetivo, ya que la fuente de inspiración son los sentimientos de la persona que escribe con respecto a aquello que le provoca tales emociones.
Para recordar
Para percibir el ritmo de un poema, es recomendable leerlo siempre en voz alta. Esta siempre es la mejor forma de leer poesía.
6. Leo esta información y la relaciono con la lectura que acabo de realizar.
7. Leo con cuidado los siguientes versos e intento memorizarlos.
Respondo: • ¿Fue difícil hacerlo? • ¿Qué te ayudó a recordar las palabras de estos versos?
¿QUÉ ES LA POESÍA?
Imaginemos una comunidad de los primeros momentos de la humanidad, reunida junto al fuego. Una mujer o un hombre, muy anciano, se sienta en el centro del círculo. De su boca nacen héroes y heroínas, semidioses y dioses lejanos, gestas maravillosas y situaciones difíciles. El lenguaje del recitador es hermoso: palabras sonoras que se quedan vibrando en la memoria de quienes lo escuchan. Muchos, aún niños, sueñan con poder contar esas historias con la misma fuerza y belleza y hacen un esfuerzo por recordar, palabra por palabra, lo que han escuchado. Un lenguaje, una literatura, es la expresión de una cultura. Por medio de él un autor, actual o muy antiguo, hace lo mismo que esa anciana o anciano junto al fuego: nos habla de cosas interesantes. Lo que escuchamos (o lo que leemos) nos emociona y nos inspira. Poco a poco empezamos a caer en cuenta que ya no estamos escuchando la historia de un héroe lejano. Estamos reflexionando sobre la condición misma del ser humano durante su viaje por este mundo, a lo largo de lo que llamamos “vida”. ¿Cómo recordar fácilmente esas palabras para poder recitarlas una y otra vez? ¿Cómo simplificar el proceso de enseñarlos a otras personas? Para eso, el lenguaje tiene algunos secretos…
Juan León Mera. Ambato, 1832 – 1894.
Coplas populares del Ecuador
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El regresar a mi tierra es mi único frenesí; toda mi dicha se encierra en la tierra en que nací. Achachay, aguacerito, no me vengas a mojar, porque soy un pobrecito que no tengo qué mudar. Señor teniente, aquí vengo para hacer mi testamento: dejo mi amor a mi novia y mis memorias al viento. Todos tienen su mala hora; yo me casé y me amolé. ¡Ay! calle no más, señora; señora, no sabe usté. No pienses que por tu amor me he de poner a llorar: en la botica se venden remedios para olvidar.
(Juan León Mera (recopilador). [s.f.]. Cantares del pueblo ecuatoriano. Guayaquil-Quito: Ariel.)