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MARSH

organizaciones. Esta anticipación se traduce, por un lado, en mejorar su nivel de preparación y capacidad de reacción, y por el otro, en identifcar oportunidades que muchas veces se convierten en factores de competitividad o diferenciación, lo que muchos llamarían, visión.

Gracias a este esfuerzo permanente, hoy es depositaria de la confanza de miles de organizaciones y personas alrededor del mundo. En promedio, 8 de cada 10 empresas en los listados Fortune 100 y Fortune 500, han elegido a Marsh como su principal corredor de seguros y asesor en riesgos. Intermedia más de USD $62 billones en primas emitidas alrededor del globo, de los cuales USD$4,3 billones fueron gestionadas por el equipo en Latinoamérica, donde su operación abarca 24 países.

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Desde empresas pequeñas hasta multinacionales, pasando por entidades gubernamentales y personas naturales, son atendidas por Marsh. Su compromiso con ellos es desarrollar soluciones y servicios efectivos e innovadores para gestionar y mitigar los riesgos actuales y emergentes. La organización es un vehículo para que el seguro cumpla con su verdadera función económica tanto para las empresas como para la sociedad y para que la gestión de riesgos se convierta en una estrategia vertebral para el crecimiento rentable y sostenible en un contexto global cada vez más complejo.

La velocidad con la que están evolucionando los riesgos, el aumento de la severidad de los mismos y la mayor difcultad para predecir los escenarios y sus alcances (eventos conocidos como Cisnes Negros), hacen necesario que Marsh despliegue un trabajo conjunto con equipos multidisciplinarios y transnacionales que compartan información y agilicen la capacidad de reacción de las empresas que asesora. Esta es la confanza que día a día depositan cada uno sus clientes en esta organización, siendo éste su goodwill, el activo que más cuida y valora Marsh.

A través de diversos medios como publicaciones, webcasts, redes sociales, seminarios, blogs, entre otros, divulga información relevante y valiosa para su entorno (clientes, accionistas, colaboradores, reguladores y comunidad). Como frma global, es consciente del valor que genera compartir información y experiencias en temas estratégicos, problemáticas actuales y posibles soluciones, mejores prácticas, tendencias y riesgos emergentes. Este trabajo académico y consultivo se traduce en múltiples documentos como el “The Global Risk Report” que elabora conjuntamente con el WEF y otros colaboradores, para ser presentado cada año en el Foro Económico Mundial de Davos. Países, sectores económicos y empresas tienen en cuenta este tipo de análisis para la formulación de regulación, políticas económicas y sociales, inversiones y planeaciones estratégicas, respectivamente.

Desde Marsh Colombia se honra este compromiso; brindar cada día lo mejor de sí para contribuir a la protección de los sueños de país y de sociedad que hay detrás de cada una de las personas y compañías a las que tiene el honor de servir.

Líder de talla mundial

Marsh hace parte del Grupo Marsh & Mclennan Companies (MMC), una compañía Fortune 250. A este grupo también pertenecen Guy Carpenter, Mercer y Oliver Wyman, con lo cual MMC se ubica como la frma de servicios profesionales líder en el mundo en las áreas de riesgo, estrategia y personas.

Corretaje de seguros y soluciones para la administración de riesgos

Reaseguros y estrategias de capital

Consultoría y soluciones para las áreas de salud, patrimonio y carrera profesional

Consultoría en materia de estrategia,economía y marca

La consolidación de Marsh como el corredor de seguros líder en el mercado global es fruto de una visión de crecimiento continuo, impulsada por la evolución permanente de sus servicios para clientes que enfrentan un mundo que cambia a velocidades exponenciales y la ampliación de su presencia geográfca para seguirlos en su proceso de expansión – Marsh va a dónde sus clientes van. Esta flosofía llevó a la frma en 2018 a concretar una de las transacciones más importantes en la historia del mundo asegurador. Mediante la adquisición de la empresa británica Jardine Lloyd Thompson (JLT), Marsh consolidó su posición de liderazgo como el corredor de seguros número uno a nivel mundial y en Colombia.

La incorporación del talento y los servicios de JLT a la organización también permitió ampliar su portafolio de servicios en Colombia: a través de las prácticas de Seguridad y Salud en el Trabajo, benefcios para empleados y sector público, ratifcó la apuesta por el bienestar de sus clientes y de su comunidad.

El orden empieza por casa

Marsh se rige por un Gobierno Corporativo que marca la hoja de ruta de la organización y su relación con sus grupos de interés. A partir del Gobierno Corporativo ha fortalecido su estructura y procesos con el fn de garantizar diligencia y transparencia, disminuir y gestionar posibles confictos de interés, y evitar conductas incorrectas que pueden llegar a afectar el buen nombre de la organización.

Su Gobierno Corporativo promueve prácticas de responsabilidad y disciplina, a fn de actuar con transparencia hacia accionistas, clientes, proveedores, aseguradoras, reguladores y demás grupos de interés. Partiendo de esta premisa, que bien podría resumirse en el célebre adagio popular: ‘el orden empieza por casa’, traslada dichas prácticas a sus clientes a través de la planeación estratégica que incluye en cada uno de los servicios que ofrece.

Además del orden y la estabilidad institucional que brinda el contar con un sólido Gobierno Corporativo, su ADN empresarial está conformado por 4 pilares: transparencia y divulgación; diversidad e inclusión; vocación de servicio y sostenibilidad.

Transparencia y divulgación

Los intereses de los clientes están por encima de los intereses de la compañía. La asesoría de Marsh está orientada a gestionar sus riesgos de la manera más efectiva y efciente según sus necesidades específcas. Bien sea a través del corretaje de seguros, la consultoría o la administración de riesgos, Marsh hace diagnósticos y formulamos recomendaciones basadas en información (incluyendo Big Data y analytics), estudios técnicos, modelos reconocidos y mejores prácticas, y no en intereses comerciales.

La transparencia con la que procesa la información y desarrolla sus asesorías es la base de su reputación corporativa; en Marsh se valoran las relaciones equilibradas y de confanza.

Honrando el pilar de la trasparencia y divulgación, la compañía publica en su página web los mecanismos como pueden ser remunerados por su labor de corretaje, a fn de que sus clientes y la opinión pública en general, tengan pleno conocimiento y entendimiento de su negocio.

Diversidad e inclusión

Marsh concibe la diversidad como un valor social y una virtud empresarial. Al ser una compañía con presencia en cerca del 70% de los países reconocidos como tal por las Naciones Unidas, la organización está convencida de que contar con una mayor representación de la sociedad, agrega valor a su visión de empresa y a la calidad y pertinencia de su servicio. Busca no sólo atraer y retener el mejor talento, sino aportar en su proceso de crecimiento y formación. Impulsa un ambiente abierto y amable en el que todas las personas sean escuchadas, tengan las mismas oportunidades y puedan contribuir al crecimiento y bienestar de la empresa y de su entorno.

La Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma) existe para apoyar a los palmicultores en la defensa de sus intereses y el logro de la competitividad de una agroindustria oleaginosa que transforma la calidad de vida de las comunidades que la acogen y promueve el progreso y el bienestar. Como organización que agrupa y representa a la mayoría de la palmicultura colombiana, Fedepalma brinda interesantes oportunidades de interacción gremial, información económica y comercial actualizada, gestión ambiental y social, promoción de proyectos de valor agregado, y fomento de la asistencia técnica para sus afliados, entre otros. Además de trabajar por la competitividad y la sostenibilidad del sector palmero colombiano, Fedepalma administra los fondos parafscales palmeros, promueve el desarrollo económico y social en las zonas de infuencia y promociona la imagen del sector. Fruto de todo ello ha sido el destacado posicionamiento alcanzado por la agroindustria en el concierto productivo y empresarial de Colombia.

El posicionamiento del sector palmero EN COLOMBIA es mostrar su realidad: “Una palmicultura única y diferenciada”

Colombia es el primer productor de aceite de palma en América y el cuarto en el mundo, dos posiciones que ayudan a entender el peso real que tiene nuestra palmicultura en el planeta.

En 2019, el país produjo más de 1,5 millones de toneladas de aceite crudo de palma, lo que representa 2 % de la producción global, en la que Indonesia y Malasia son los mayores productores, con 84 % de participación, razón por la cual ellos lideran el mercado y han sido determinantes en moldear la imagen de la palmicultura a nivel global.

A fnales del siglo XX y comienzos del XXI, en el ámbito internacional y sobre todo en Europa, surgió un movimiento impulsado por organizaciones no gubernamentales ambientalistas, a partir de campañas de comunicación orientadas a frenar la siembra de palma africana de aceite en el sureste asiático.

En esa región usaron los bosques tropicales para la comercialización de maderables, luego desarrollaron plantaciones de caucho natural y por último fueron migrando a la siembra de palma africana. Según el estudio del Departamento de Ecología y Evolución Biológica de la Universidad de Princeton, publicado en 2008, en el periodo de 1990 a 2005, entre 55 y 59 % de la siembra de la palma de aceite en Malasia y al menos 56 % en Indonesia se hizo destruyendo bosques tropicales, motivo de toda suerte de protestas a nivel global.

Infortunadamente, tales pronunciamientos no se refrieron puntualmente a las empresas o personas que habían ocasionado los daños ambientales mencionados, en lugares específcos, sino que atacaron al cultivo de palma de aceite en general, como si este se hubiera desarrollado en todas partes de igual forma. En otras palabras, no se señaló la forma nociva de realizar dicha actividad en algunos lugares, sino se satanizó a la actividad misma.

Todo llamado a proteger el medio ambiente en cualquier lugar del mundo tiene validez para la sostenibilidad de la agroindustria y la estabilización de las emisiones mundiales de gases efecto invernadero, GEI, objetivo con el que estamos comprometidos los países miembros de la ONU, tal como quedó expresado en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 1992.

Desde la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, Fedepalma, apoyamos los esfuerzos en ese sentido que se realizan juiciosamente, con imparcialidad, dejando de lado sesgos e intereses comerciales, pero somos claros en advertir que la denuncia de situaciones nocivas específcas no debe suponer el rechazo a todo un sector, como ha sido el caso frente al cultivo de la palma de aceite, en el que la protesta contra acciones reprobables se convierte en estigmatización del conjunto de esta actividad, sin consideración de las diferencias históricas, geográfcas y legales en las que se inscribe la producción palmera en tres continentes.

De ahí surge el interrogante de qué intereses reales están tras la campaña de descrédito a la producción del aceite de palma, en especial si se tienen en cuenta, primero, los esfuerzos de muchísimos productores en diversas latitudes para asegurar su producción sostenible; segundo, los benefcios de este producto para la salud humana; tercero, su rendimiento en términos de área cultivada; y cuarto, sus posibilidades de ser empleado como sustituto de la canola, el girasol y la soya.

El aceite de palma ha ido ganando mercado con rapidez, al punto de que hoy en día es el más consumido entre todos los aceites y grasas vegetales. En Colombia cuenta con dos terceras partes del mercado nacional y en el mundo con más de 35 %. Así mismo, entre las oleaginosas es el más efciente en el uso de los recursos naturales, ya que puede producir en una hectárea lo que otras oleaginosas (como la soya) en diez, y requiere menos insumos agrícolas, como fertilizantes y pesticidas.

Evidentemente el aceite de palma es un competidor de gran talla frente a otros aceites vegetales. Además, posee grandes propiedades nutricionales: entre otras, es naturalmente libre de grasas trans en 100 % –pues en su proceso industrial no necesita hidrogenación–, y es rico en vitaminas A y E, con poder antioxidante.

Estudios que analizan el desempeño de la agroindustria

La trayectoria de la palma de aceite en Colombia es muy diferente a la que tuvo en Asia: las primeras 5000 hectáreas sembradas en el país resultaron del esfuerzo gubernamental de promover su cultivo a escala comercial, desplegado durante los años 50 y 60 del siglo pasado a través del Instituto de Fomento Algodonero, IFA. Dicha iniciativa se llevó a cabo mediante un esquema de inversión con productores y empresarios particulares, en zonas aptas para el cultivo, para subsanar la escasez de aceite vegetal en el mercado local. Desde entonces hasta ahora, la palma de aceite ha sido sembrada, en aplastante proporción, en remplazo de pasturas degradadas y de cultivos de ciclo corto.

Esta verdad ha sido corroborada por varios estudios, como el titulado “Characterizing Commercial Oil Palm Expansion in Latin America: Land Use Change and Trade”, publicado en febrero de 2017, el cual muestra que 91 % de la expansión de cultivos de palma de aceite en Colombia, entre 2001 y 2014, no estuvo relacionada con deforestación, ya que tal crecimiento se dio en tierras que habían sido intervenidas previamente.

En el mismo sentido apunta el último estudio del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, IDEAM, sobre la línea base del acuerdo de cero deforestación, en el periodo 2011-2017, que si bien consigna la realidad preocupante de que la deforestación total del país en ese período fue de 1’108.386 hectáreas, también registra que la deforestación en predios palmeros fue de 17.132 hectáreas, que representan 1,5 % de la problemática total, y muestra que el cultivo de la palma de aceite no fue un motor directo y signifcativo en esta mala práctica productiva.

En otras palabras, la producción del aceite de palma colombiano tiene todas las condiciones para llegar a ser cero deforestación en el corto plazo, conforme se avance con las disposiciones previstas en el Acuerdo de Voluntades para la Cero Deforestación en la Cadena de Aceite de Palma en Colombia.

También vale la pena llamar la atención sobre el estudio de Fedesarrollo titulado “Deforestación en Colombia: retos y perspectivas” (2014), en el que se analizan las causas y retos de la deforestación y se determina que, en Colombia, las principales prácticas que generan el fenómeno son la tala ilegal, la especulación de baldíos, la siembra de cultivos ilícitos, la minería ilegal y los incendios forestales, entre otras.

Es necesario tener en cuenta que Colombia es uno de los pocos países –según la FAO– que puede convertirse en despensa alimentaria, al poseer una frontera agrícola de más de 32 millones de hectáreas por desarrollar, toda vez que la frontera determinada por el Gobierno Nacional es de 40 millones de hectáreas aproximadamente, de las que están sembradas en diversidad de cultivos cerca de 8 millones, entre los cuales en palma son unas 560 mil hectáreas.

Ahí, en esas regiones colombianas donde se ha desarrollado, la palma de aceite ha tenido alto impacto social y económico. La encuesta de empleo en el sector palmero, realizada en 2017 por Fedepalma y el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, DANE, muestra que el sector es uno de los mayores generadores de empleo formal y de calidad en el campo colombiano, con una cifra de 184.000 puestos de trabajo, directos e indirectos, y un porcentaje de formalidad de 83 % en el empleo directo, cuando en el país la informalidad en el agro está en 85 % aproximadamente.

Este benefcio es claro en un estudio del Departamento Nacional de Planeación, DNP, el cual concluye que al comparar municipios donde ha existido violencia (palmeros y no palmeros), se encuentra que aquellos donde está presente la agroindustria cuentan con 30 % más de ingresos, hecho que el estudio denomina “dividendo social de la palma”.

Por último, un trabajo reciente de Daniel Rico, titulado “Estudio de los benefcios sociales de la palma de aceite en Colombia” hace un comparativo entre municipios palmeros y no palmeros, para encontrar que cada 1 % de incremento en el área sembrada en palma se asocia con 1,99 % más de afliaciones a salud; 2,69 % más en el acceso a la educación a primaria y 2,08 % a la secundaria; y que la generación de ingresos en términos de salarios mínimos aumenta 0,9 %; así mismo revela la disminución de 14 % de las hectáreas de coca, en municipios que cuentan con grandes extensiones de palma, sin contar Tumaco y Tibú.

En Fedepalma implementamos programas para proteger la fauna que nos rodea

El gremio, tras el posicionamiento del sector palmicultor Frente al ataque a la palma de aceite descrito al comienzo de este artículo, hay que señalar en su defensa que la siembra de esta especie y el procesamiento de sus productos pueden hacerse de manera sostenible, y que la palma de aceite es la opción más efciente que tiene el mundo para satisfacer la demanda creciente de aceites vegetales.

En la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, Fedepalma, se trabaja para que Colombia y el mundo reconozcan la palmicultura colombiana como única y diferenciada, por su desarrollo y compromiso con la sostenibilidad. En efecto, producir sosteniblemente y contar con una agroindustria certifcada se ha convertido en condición fundamental para el negocio palmero, dado que este es requisito en todos los mercados y la base del posicionamiento del aceite de palma colombiano.

El trabajo de posicionamiento desarrollado por Fedepalma ha consistido durante más de 30 años en mostrar la realidad del sector palmero colombiano descrita anteriormente, propendiendo para que sean los hechos, y las circunstancias propias de la agroindustria en Colombia, y de nuestra realidad histórica y productiva la que hable por si misma; no es comparable a lo que ocurre en otras latitudes con el cultivo de la palma de aceite.

Este dar a conocer el sector palmero colombiano, comenzó hace más de 30 años, por medio de publicaciones periódicas, como el boletín El Palmicultor (que cuenta con más de 548 ediciones) y la revista Palmas (que ya completa 41 volúmenes). Estas evidencian el actuar del sector –que impacta con bienestar a las comunidades de las regiones donde está presente el cultivo–, así como su interés por innovar en aras de la mayor efciencia en el uso de los recursos naturales, esfuerzo liderado por la Corporación Centro de Investigación de la Palma de Aceite, Cenipalma, creado con el auspicio de Fedepalma en 1991, que hoy se consolida como el mejor centro de investigación en Palma de Aceite en América.

En el ámbito institucional, Fedepalma publicó en 1998 el libro La palma africana en Colombia: Apuntes y memorias, escrito por Martha L. Ospina B. y Doris Ochoa J., que refere la historia de las empresas y regiones palmeras a partir de hechos y vivencias que expresan la audacia, visión y creatividad de este sector frente a los retos de la naturaleza y de desarrollo del mercado.

Con el mismo sentido de dar a conocer la historia del sector, en 2009, se publicó el libro Lo gremial, pilar del desarrollo palmero, escrito por Jens Mesa Dishington, Presidente Ejecutivo de Fedepalma, que explica las políticas y estrategias gremiales desplegadas para el desarrollo de la agroindustria de la palma de aceite, con la mira de asegurar su competitividad con investigación, innovación y compromiso de desarrollo sostenible.

En el tema social, Fedepalma ha promovido publicaciones de diversa índole: entre ellas, Los rostros de la palma, de carácter testimonial (2007); La palma africana: mitos y realidades del

con icto, en asocio con la Fundación Seguridad y Democracia (2009); De las alianzas productivas a los negocios inclusivos, cartilla realizada con el concurso de USAID, SNV y Cecodes (2010), que muestra la relación de las mejores prácticas para la implementación de negocios inclusivos en palma de aceite; y Caracterización del empleo en el sector palmicultor colombiano, investigación realizada por Fedesarrollo y publicada por Fedepalma (2011).

Con el respaldo de la frma illegas Editores, se publicó el libro Palma de aceite en Colombia (2013), de gran formato e impecable factura, en el cual se evidencia el impacto de la actividad palmera y de sus frutos en la vida de las personas, en el desarrollo de las regiones y de un conjunto de instituciones sectoriales, el reto de la producción limpia y sostenible, y la amplia versatilidad de los productos de esta agroindustria.

Las publicaciones más recientes de Fedepalma merecen especial atención: Vida, color e historias de la palma de aceite en Colombia (2019), que condensa las diez ediciones del Concurso de Fotografía Ambiental y Social del Sector Palmero Colombiano, mediante muestras de las fotos galardonadas en cada versión del concurso, imágenes capturadas a través del lente fotográfco de personas que viven en las comunidades palmeras y dan testimonio de la biodiversidad existente en las plantaciones, de la fauna que convive en el paisaje palmero y le dan un toque de magia y color. La segunda publicación se titula Frutos de la palma de aceite: empleo formal y negocios inclusivos, (2019), en el cual se plasmaron historias de vida de pequeños cultivadores de palma de aceite de las diferentes regiones de Colombia.

Como parte de la labor de posicionamiento y divulgación del quehacer palmero, la Federación invita año tras año a líderes de opinión, nacionales e internacionales, a que visiten los núcleos palmeros colombianos y dialoguen durante un día con los pequeños, medianos y grandes palmicultores, para que sean ellos mismos quienes cuenten sus historias de vida y su organización en alianzas productivas estratégicas. Hoy, en Colombia, son más de 133 alianzas que asocian cerca de 4.300 cultivadores, en aras del logro de negocios inclusivos que le apuestan a la sostenibilidad, pues les permiten alcanzar economías de escala y así organizar adecuadamente la asistencia técnica, ambiental y social que se imparte desde la Federación, en asocio con instituciones nacionales como el ICA y Agrosavia.

En estos viajes, los invitados especiales tienen la posibilidad de conocer historias contadas por sus protagonistas, de cómo la palma de aceite permitió a muchos pequeños palmicultores pasar de ser arrendadores de tierra a vivir de la cosecha del fruto de aceite que cultivan, o de ser propietarios a ser empresarios, o de ser raspachines de coca a ser gestores de legalidad en su región… Los viajeros escuchan estos relatos mientras caminan por las plantaciones, en las que se encuentran con especies nativas vegetales que enriquecen la tierra y sirven de barrera natural para la sanidad del cultivo, según las indicaciones de Cenipalma.

Fedepalma ha invitado a numerosos periodistas nacionales e internacionales a estos viajes, para que se conviertan en multiplicadores de historias y puedan contar, desde su experiencia, su visión del país palmero colombiano, para divulgarla por los medios de comunicación donde laboran, entregar su versión de la producción palmera, en crónicas y reportajes nutridos con argumentos veraces y objetividad.

De esta forma se ha logrado la producción de artículos serios, por ejemplo, el publicado en el diario The New York Times, el 2 de mayo de 2011, bajo el título “Biofuels Push Becomes Weapon in o om ia ar on arco ra c er , crónica en la cual el periodista Nathanial Gronewold se deleita contando a sus lectores cómo la agroindustria de la palma de aceite en el Catatumbo llegó para llevar legalidad y bienestar al territorio.

Es vasta la muestra del trabajo de comunicación de Fedepalma, a lo largo de más de tres décadas, desarrollado mediante tácticas como el video institucional titulado La palma de aceite de Colombia, única y diferenciada y como el envío continuo, a medios de comunicación nacionales e internacionales, de comunicados de prensa que dan cuenta de las acciones del sector (entre

otras, la frma del Acuerdo de Cero Deforestación suscrito con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, en 2017) y de hechos documentados sobre el compromiso con la sostenibilidad y las bondades del aceite de palma que se produce en Colombia, que se muestran con infografías, películas animadas, documentales, publicaciones impresas y digitales. Estas piezas, por su carácter continuo, han logrado informar sobre la realidad de la palma de aceite y llegar a las diferentes audiencias.

El sector palmicultor en el mercado externo Aunque el principal mercado del aceite de palma colombiano es el local, en 2019, el sector exportó 46 % de la producción total, es decir, más de 710 mil toneladas. De ellas, cerca de 70 % tuvo como destino fnal a Europa, que se ha convertido en el principal mercado internacional de nuestro aceite de palma. Por ello, Fedepalma ha reforzado, en mayor medida, su estrategia de posicionamiento con el mensaje de que la palma de aceite en Colombia es única y diferenciada, contrarrestando con ello la mala prensa y las campañas de desprestigio contra el cultivo.

En sus mensajes al viejo continente, el gremio ha hecho equipo con el Gobierno Nacional, específcamente con la Cancillería y los embajadores de Colombia en Europa, quienes han contribuido a entregar información sobre las actividades sectoriales, explicando que la palma de aceite se ha desarrollado en Colombia con un mínimo impacto en deforestación, así como su rol en el desarrollo social y económico de las regiones donde se desarrolla.

Además, Fedepalma ha visitado stakeholders en Bélgica, España, Italia, Francia, Alemania e Inglaterra, y ha organizado reuniones de su Presidente Ejecutivo Jens Mesa Dishington y su equipo humano con representantes del Parlamento europeo, empresarios, industriales, directores de organizaciones no gubernamentales, periodistas, científcos, académicos, entre otros muchos, para dar a conocer que la agroindustria de la palma de aceite en Colombia está comprometida con el desarrollo sostenible. Dada la conciencia de que las tareas en Europa requieren de grandes esfuerzos, el gremio ha buscado aliados, como la European Palm Oil Alliance, EPOA, organización recientemente creada por empresarios, productores y refnadores de aceite de palma, quienes trabajan por abrirle espacio al aceite de palma producido de manera sostenible, presentándolo como ingrediente clave para la alimentación mundial. Con esta organización, Fedepalma ha participado en varias conferencias –en las cuales ha informado sobre las fortalezas que tiene el país gracias a la agroindustria– y en sus plataformas de comunicación, en las cuales ha dado testimonios inspiradores sobre el sector palmero colombiano.

El gremio y representantes del sector han hecho presencia en eventos de la mano de Procolombia, entre ellos, Expomilán (2015), cuyo lema fue “Alimentar el planeta, energía para la vida”. Ahí se comunicaron las bondades de la agroindustria y se informó –con Fedebiocombustibles– sobre los benefcios del biodiésel hecho con aceite de palma colombiano, que reduce entre 83 % y 108 % las emisiones de gases de efecto invernadero, GEI, en comparación con el diésel fósil. Así lo muestra el estudio “Evaluación del ciclo de vida de la cadena de producción de biocombustibles en Colombia” elaborado por el Swiss Federal Laboratories for Materials Science and Technology, EMPA, el Centro Nacional de Producción más Limpia y la Universidad Pontifcia Bolivariana para el Ministerio de Minas y Energía y el BID, en 2012.

La Feria de Anuga, en Colonia, Alemania, fue otra cita que aceptó Fedepalma, en octubre de 2019. Este es un evento de la mayor importancia para la comercialización de alimentos en Europa, y el sector hizo presencia en él con un espacio en el stand de Procolombia y la participación de un número de palmicultores colombianos. Ello le permitió difundir la noticia del desarrollo del Programa de Aceite de Palma Sostenible de Colombia, creado en 2018, que aúna esfuerzos de productores, asociaciones, industria, Gobierno y organizaciones de la sociedad civil colombianos, para incrementar y consolidar la producción de aceite de palma sostenible en el país y contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, así como a su reconocimiento nacional e internacional.

Campañas en Colombia sobre aceite de palma

Con la claridad de que el principal mercado para el aceite de palma nacional está en Colombia y de que el de la palma es el único aceite 100 % colombiano, hace dos años, el gremio inició una campaña de producto que ha brindado mayor impulso a nuestras comunicaciones masivas: hemos estado presentes en los medios nacionales y en redes sociales, contándole a todo el país que aquí se produce un aceite de palma único y diferenciado, que le aporta al desarrollo rural, que puede ser rojo o amarillo, que es natural y guarda todas sus propiedades, que es sostenible y es vida para las regiones. En una primera etapa se comenzó con “Voces de la palma”, serie de testimonios de pequeños palmicultores, quienes muestran al público las bondades del producto e invitan a identifcarlo con el sello “Aceite de palma 100 % colombiano”.

El posicionamiento del aceite de palma ha sido un proceso constante de comunicación, de hablar con la gente, de monitorear publicaciones, de diálogo constructivo con los actores clave, tanto nacionales como internacionales, con el soporte de una investigación estructurada y objetiva que nos permite hablar de frente y con la verdad en todo momento.

Se trata ciertamente de un trabajo arduo, pero ha rendido sus frutos, ya que en la actualidad el sector palmero colombiano tiene un reconocimiento de favorabilidad de 78 %, según la encuesta de IPSOS, de 2017, en la cual se midió la reputación del sector y Fedepalma registró una imagen favorable de 81 %.

Hace apenas dos meses, el gremio recibió la visita de un asesor de relacionamiento internacional en Europa, quien había realizado un sondeo entre los stakeholders en el Parlamento Europeo, y nos señaló que hoy la cadena agroindustrial de la palma de aceite colombiana es percibida como sostenible, porque se ha desarrollado de manera diferenciada frente a otros países productores. Esta es la recompensa de los esfuerzos realizados para mostrar lo que en verdad representa la palma de aceite para Colombia y para sus regiones.

Spencer Stuart tiene 60 años de experiencia en consultoría de liderazgo. Hemos construido una reputación de ofrecer un impacto real para nuestros clientes, desde las empresas más grandes del mundo hasta nuevas empresas emprendedoras y organizaciones sin fnes de lucro. Nos enfocamos en desarrollar y fomentar relaciones profundas a largo plazo con clientes y candidatos porque las relaciones sólidas conducen a las mejores ideas, opciones más diversas e informadas y un amplio acceso a los líderes más talentosos. Hacemos que nuestro negocio sea conocer muy bien a los altos ejecutivos: dónde residen sus habilidades únicas, qué los motiva, cómo se han desarrollado sus carreras, sus aspiraciones profesionales y los entornos culturales en los que prosperan. Reunimos el conocimiento de mercado y liderazgo de consultores en más de 60 ofcinas en más de 30 países y metodologías de evaluación rigurosas para ayudarlo a seleccionar y desarrollar líderes sobresalientes, mejorar el desempeño de los equipos, aumentar el compromiso de los empleados y alinear la cultura organizacional con la estrategia .

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