AGRADECIMIENTOS Quiero comenzar dando un enorme agradecimiento a Dios, por darnos la posibilidad de estar aquí, específicamente el día de hoy, con vida. Le doy gracias por demostrarnos día con día que no estamos solos. Le doy gracias por darnos fuerzas cuando más lo necesitamos y le doy gracias por el amor incondicional que día con día nos regala a través de las personas, a través de los buenos actos, de los buenos pensamientos, a través de los hermosos amaneceres y atardeceres, y a través de su Palabra. Quiero agradecer a mi querido tío José Antonio Olvera Sandoval, por darme la oportunidad y el apoyo de escribir este libro y sobre todo por ayudarme en las dudas que tenía cuando no entendía algo que me decía! Tío, estoy infinitamente feliz y orgullosa de ti, me llena el corazón que tú hayas sido un guerrero más con este Virus y que gracias a Dios pudiste salir para contarlo, algo lastimado obviamente, pero con mucha fuerza. Sé que fueron momentos muy difíciles para ti y son experiencias con las que te quedas en tu corazón por siempre. Pero algo que admiro de ti es que a pesar de la lucha, las pesadillas, las angustias, la desesperación y las tragedias que vivías en aquel Hospital, siempre mantuviste tu fé puesta altamente en Dios. Quiero agradecer infinitamente a todo el Personal de Salud. Gracias por tener la fuerza y la valentía de siempre estar ahí para servirnos. Gracias por la paciencia y dedicación que nos brindan, incluso sabiendo que ustedes también contaban con una familia, un hogar, incluso sabiendo que contaban con pánico y terror, tuvieron el corazón de estar ahí en todo momento. Todo el mundo está en deuda con ustedes.
PANDEMIA: Viví para contarlo
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