
3 minute read
Al romper el día
Para mí la Navidad ya ha empezado: la ciudad está decorada con miles de luces de colores y el árbol de Navidad ya está puesto en casa.
Todos los años lo adorno con mi hermano el primer domingo de diciembre. Colocamos la cámara en el trípode y nos grabamos para poder ver esos vídeos en un futuro. Para decorarlo ponemos a todo volumen un disco de villancicos, y mientras bailamos vamos situando en nuestro árbol de 1,65 metros bolas de todos los colores, cintas, luces y otro tipo de adornos.
Advertisement
Estoy segura de que muchas familias siguen el mismo procedimiento para colocar el árbol de Navidad en sus hogares, pero también estoy segura de que poca gente conoce el porqué de esta tradición. ¿Montamos el árbol de Navidad únicamente por diversión?
En realidad, no elegimos el pino de improviso como símbolo para representar la Navidad. Su historia se remonta al siglo VIII cuando los cristianos vieron que los habitantes del norte de Europa sobre las fechas de Navidad decoraban un árbol perenne para celebrar el nacimiento del dios del sol y la fertilidad. Este árbol se llamaba Yggdrasil, y representaba al árbol del universo.
Ese mismo año, un obispo inglés llamado San Bonifacio viajó a Alemania, cortó uno de esos árboles y lo sustituyó por un pino. Como este último también era perenne, simbolizó la naturaleza eterna de Dios. Para su decoración eligió manzanas que simbolizaban el pecado original, y las velas que representaban a Jesucristo como luz del mundo. Con el paso del tiempo, estos adornos han sido sustituidos por otros como las bolas, que son redondas al igual que las manzanas. Estas pueden ser de diversos colores, y aunque parezca que no, también tienen un significado. Las azules simbolizan las oraciones de reconciliación, las rojas las de petición, las de color plata las de agradecimiento y las doradas representan la alabanza.
Otros adornos que no pueden faltar en el árbol son las luces, las cuales equivalen a esa luz que las velas representaban; y la estrella (situada en la punta del pino) que simboliza la fe que debe guiar la vida del cristiano que además recuerda a la estrella de Belén. Esta forma de decorar el árbol se ha ido transmitiendo de generación en generación y con el tiempo se ha añadido la tradición de colocar regalos debajo del árbol. Ha tenido tanta influencia en la historia que no solo lo ponemos en las casas, sino que centros educativos como el IES Joaquín Rodrigo crean su propio árbol de Navidad.
Todos los años adornan el árbol la semana posterior al puente de diciembre. Esta vez se ha creado alrededor de una columna plateada de la que brotan numerosas ramas blancas adornadas con diferentes bolas doradas y rojas. Además, al igual que todo árbol de Navidad, cuenta con varias tiras de luces blancas.
Esto demuestra que no solo la Navidad ha empezado para mí, sino que para el instituto también. Este año en el centro se ha colocado un árbol de Navidad con bolas, ramas, ¡y hasta luces! Y a la columna del hall se le ha dado un revestido de plateado y se ha colocado un vinilo rojo en el suelo y otro con el logo del centro en la pared de lo que conocemos como curva Erasmus.
En el IES Joaquín Rodrigo ya se siente el espíritu navideño.






El árbol de Navidad del IES Joaquín Rodrigo para estas Navidades del curso 2021/22, obra de Aurelio Arranz.