Al buen entendedor
Sergio González Rubiera
Presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes de Quintana Roo • sgrubiera@acticonsultores.com
NO BAJAR LA GUARDIA FRENTE AL COVID
SÓLO EXPERTOS
Gina López está certificada a través de la Escuela Europea de Formadores y de la universidad Vidroop; incluye reconocimiento como maestro en línea y creadora de negocios online, de modo que ha tenido que desarrollar muchas habilidades. Además, ha hecho alianza con capacitadores de otros lados, como de España, Argentina, Venezuela y Colombia, con los que tiene intercambio para compartir técnicas de aprendizaje. “Ellos son expertos en áreas que yo no, así que los invito y a la vez, yo participo en lo que ellos requieran en áreas que sí soy experta”, dijo. En su plantilla son cinco de planta, más cuatro facilitadores externos que colaboran de manera constante y, en función de lo que le soliciten, contrata más, como ahora que está dando un taller de habilidades gerenciales a una empresa grande.
DE TODOS LADOS
Gina explica que cuando va a empezar un curso lanza la convocatoria nacional en Facebook, y ha tenido mucho impacto con gente del norte, como Sonora o Chihuahua. La mayoría son mujeres, quienes buscan capacitarse y dejar un legado transmitiendo cosas interesantes en sus empresas u organizaciones.
OPORTUNIDAD EN LA PANDEMIA
Poco antes de que se desatara la emergencia sanitaria, Gina ya tenía planificada la plataforma, porque antes impartía talleres y cursos presenciales y pensó en la manera de crecer vía online. “Me vino muy bien ahora con la pandemia, ya tenía todos los programas diseñados, mapa mental, objetivo, ejercicios, medición de aprendizaje”, refiere. De tal modo que empezó el entrenamiento con 200 personas inscritas. “Cuando conocí la formación online dije ‘de aquí soy’, porque combina mi carrera de ciencias de la comunicación, la oratoria y mi labor profesional como facilitadora de cursos y talleres. Para mí es hacer lo que me gusta y es muy padre, combinar el marketing y el diseño. Estoy en el lugar adecuado”, dice Gina, quien reconoce que la parte administrativa y la tecnológica también la ha ido aprendiendo, porque debe saber de todo lo que implica el negocio.
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E
l Caribe Mexicano ha sido ejemplo de recuperación económica, por la actividad turística y desde luego por la implementación de protocolos de sanidad, sobre todo en la hotelería. Cuando menos, esa ha sido la percepción en los mercados y es lo que han recogido diversos medios y boletines electrónicos que han puesto a los destinos del Caribe Mexicano como líderes frente a otros competidores, tanto por el número de vuelos que va en aumento como por los porcentajes de ocupación hotelera, entre otros indicadores. Los hoteleros, en su mayoría, han sido ejemplo de buenas prácticas, especialmente en Cancún y Riviera Maya, lo cual he podido atestiguar personalmente. Si bien hay excepciones, la mayoría ha adoptado todos los protocolos necesarios para evidenciar a los turistas que estamos preocupados por su salud y por su percepción. Sin embargo, deben reforzarse las medidas de prevención del contagio ante la pandemia, que para nada puede decirse que ha concluido y los mensajes de alerta a toda la población. Si bien el Gobierno del Estado ha sido insistente en el asunto, existen prestadores de servicios y recintos turísticos que no han adoptado todas las medidas necesarias o que no han logrado persuadir de manera eficiente a los usuarios. El aeropuerto es un ejemplo de ello, sin que las autoridades parezcan ejercer presión alguna. Lo mismo ocurre con las terminales marítimas, de lo cual he podido percatarme en persona. Y por otra parte, muchos son los testimonios de viajeros acerca de la falta de cuidado de las líneas aéreas y de que la “sana distancia” no existe en absoluto. De no poner atención a este asunto de manera prioritaria, se corren varios riesgos: uno, que se tomen fotografías, que estas evidencien el nivel de descuido y que la mala publicidad nos lesione; y otro fundamental es el tremendo riesgo de un rebrote por nuevos contagios, lo que puede conllevar por una parte a un retroceso en el Semáforo Epidemiológico, que sería lamentable. Y por otra, sin duda, al triste escenario de decesos y poner en jaque nuevamente al sector salud. Más que pregonar cuántas empresas se han certificado y cacarearlo, se debe poner atención en aquellas que aún no cumplen; en practicar auditorías sanitarias y en reforzar las medidas, tanto desde el sector público, como del privado. No podemos y no debemos bajo ninguna circunstancia “bajar la guardia” frente al COVID. Ahí están en Europa y Asia, sufriendo de nuevo por los rebrotes. La gente se confió y salieron alegremente a restaurantes y bares. Las consecuencias pueden ser muy tristes. Tomemos nota….
Octubre 2020
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