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¿qué debemos hacer para que el fenómeno del nearshoring no sea pasajero?
Nuestro reto es trabajar de la mano del Gobierno y de la industria para desarrollar la infraestructura que requieren las empresas que han relocalizado sus cadenas productivas
Por Reynaldo C. Gómez Leyja, President & CEO México de Servicios de Transportación Jaguar
Muchas personas ahora estamos compartiendo nuestra humilde opinión sobre todas las ventajas que está representando la llegada del nearshoring a nuestro querido México. Ya no hablamos sobre algo que va a suceder, hoy hablamos de una realidad que ya estamos viviendo y, ¡muy bien por esto!
En este sentido, estamos viendo la llegada de la inversión extranjera representada en miles de millones de dólares, lo que se ve reflejado cuando se visitan zonas industriales y se aprecia cómo en la gran mayoría de ellas se están construyendo nuevas plantas, bodegas y oficinas. Muchas de ellas representan la inversión de empresas provenientes de China, otras de Corea del Sur, Estados Unidos y Canadá, las cuales siguen creciendo desde que se firmó el primer y muy famoso Tratado de Libre Comercio (TLC).
Sin embargo, lo que debemos de cuidar hoy es cómo hacer que este tema del nearshoring no sea sólo un commodity de moda, es decir, que no sea pasajero y que logremos que se quede con nosotros por muchos años; que encontremos las condiciones perfectas para pasar de un país maquilador a un país manufacturero, que aportemos valor agregado real y que nos sumemos de lleno a la cadena productiva.
Nuestro reto es trabajar de la mano del Gobierno y de la industria para lograr desarrollar la infraestructura que permita cubrir con éxito todos los requerimientos demandados por las empresas extranjeras que están generando esta inversión.
También tenemos que crear el talento necesario que pueda cubrir la gran mayoría de los puestos que se estarán generando, tratando de evitar que estas compañías importen la mano de obra requerida para operar sus empresas en México. Y me refiero a todos los niveles, desde la alta dirección, hasta a los operativos; casos de éxito existen muchos.
Desgraciadamente, hoy en nuestro país la cadena de suministro se colapsa cada vez más. Es bien sabido que la demanda de todo tipo de servicios logísticos sobrepasa, por mucho, la oferta existente. Los modelos para poder cubrir la demanda de fletes de exportación cambió totalmente e incluso cambió la oferta para ofrecer la suficiente capacidad de almacenaje en las fronteras.
Las carreteras se encuentran también colapsadas cada vez que tenemos la mala suerte de toparnos con un accidente. ¿Y qué decir si nuestras unidades tienen que pasar por las ciudades, principalmente por las cinco más grandes del país? El caos se incrementa ya que no existe la infraestructura necesaria y tampoco se realiza el mantenimiento que la misma requiere.
Por otro lado, sin querer ahondar más en esto, los temas de inseguridad y corrupción que se viven en muchas áreas del país demandan una urgente revisión al llamado “Estado de Derecho” que no puede esperar más.
Hoy es momento de poner especial atención a todos estos temas. Debemos trabajar para ofrecer a la inversión extranjera mejores condiciones que generen seguridad y continuidad a las empresas para que piensen en México como un país en el que se puede invertir a muy largo plazo.
También hay que evitar que inversiones, como las provenientes de China, cierren sus changarros y se vayan con sus tiliches y dinero a instalarse en países que sí ofrezcan certeza de inversión a largo plazo.
En fin, busquemos desde todos los ángulos hacer lo que esté en nuestras manos para que este fenómeno del nearshoring llegue para quedarse por varias generaciones.
¡En hora buena por el nearshoring!