4 minute read
Nearshoring: ¿qué podemos aprender de China?
Por Eduardo Cantú, CEO de DICEX
En los 80 su economía estaba dominada por la agricultura, luego en los 90 despegó el sector industrial que no solo se atribuyó al desarrollo de manufacturas y tecnologías en las grandes urbes, sino también empresas que se concentraban en pequeñas ciudades o aldeas.
Después de 2003, China experimentó un crecimiento acelerado de doble dígito en la medida en que se dio un proceso de urbanización.
Con esta evolución se empezó a gestar el concepto de “clústeres”, una especie de concentración de empresas en una zona geográfica determinada.
En China existen predominantemente tres diferentes sectores de clústeres:
• Agricultura
• Alta Tecnología (“High Tech”)
• Manufactura
Estos clústeres están distribuidos en tres diferentes regiones:
• Pearl River Delta (PRD; Guangdong-Hong Kong-Macao)
• Yangtze River Delta (YRD; Shanghai, Nanjing, Hangzhou, Ningbo, entre otras)
• Bohai Rim (Beijing-Tianjin-Liaoning)
Con esta evolución industrial, China ha podido crecer ligando y conectando sus industrias para que sus fábricas puedan ser más eficientes, productivas y con mejores costos. Vista la evolución china, ¿qué tiene en común el Estado de Nuevo León con este país asiático?
Y es que hoy podríamos decir que existe ahora un nuevo “Dragón Chino”: El nuevo Nuevo Léon.
En el Estado, este concepto no es algo nuevo ya que existen actualmente 11 clústeres en diferentes actividades económicas como lo son:
1) Aeroespacial; 2) Agroalimentario; 3) Automotriz; 4) Biotecnología; 5) Electrodomésticos; 6) Monterrey Interactive Media and Entertainment Cluster (MIMEC); 7) Nanotecnología; 8) Servicios Médicos Especializados; 9) Tecnologías de Información y Comunicaciones; 10) Transporte; y 11) Vivienda y Desarrollo Urbano Sustentable.
Y si bien es cierto que Tesla impulsará este fenómeno, es necesario decir que también muchas empresas importantes han llegado a este Estado mucho antes que se anunciara su llegada.
Esto indica que Nuevo León ha trabajado muy bien el modelo que hizo crecer a la ya conocida China.
Sin embargo, existe una gran oportunidad no solo por las grandes empresas que llegan a instalarse a este Estado sino en la incorporación de más empresas grandes, medianas, chicas y micros que podrían fomentar aún más la “clusterización” del Estado.
Por lo tanto, se vienen retos interesantes. Por ejemplo, el incremento de la población, la demanda de más vivienda, hospitales, escuelas, vialidades y conectividad.
Sin duda debemos poner más atención en el medio ambiente y la movilidad de la población a sus puestos de trabajo. Es urgente pensar en planes alternativos para administrar mejor el crecimiento, avance y prosperidad.
China nos enseñó la lección de promover regiones geográficas diferentes. Para Monterrey y su zona metropolitana habría que tratar de fomentar la inversión nacional y extranjera a través de incentivos federales (proceso quizá complejo) o estatales (más viable).
En un esfuerzo con la intervención del Estado, empresarios y academia se pudiera fomentar incentivos para que las grandes empresas tengan beneficios hacia toda su proveeduría (tier 1, 2 y 3) en donde si invierten e instalan en municipios menos desarrollados, por un lado a la empresa grande tenga beneficios por parte del Estado de manera gradual y por el otro, la empresa otorgue beneficios a la proveeduría que se instale en estos polos.
Esto permitiría que las empresas proveedoras se instalen en polos de menor desarrollo que en el área de Monterrey como pudieran ser: Montemorelos, Lampazos, Aramberri, El Carmen, Galeana, Allende, Anáhuac, Doctor Arroyo, General Terán y Mina, entre otros.
Además, con ciertos incentivos podría incrementar el interés de las empresas para aprovechar a la población que ya existe en estos municipios, creando mejores eslabones productivos en donde haya menos desplazamiento de personal hacia las zonas de mayor concentración poblacional.
Debemos darnos cuenta que ya no solo competimos a nivel local, regional o nacional. Ahora lo hacemos con todo el mundo para determinar quién concentrará en los próximos años la mayor inversión, desarrollo y crecimiento.
¿Estamos listos?