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LUNES 14 DE JUNIO DE 2021
Claudia Rodríguez Loera Adrián Flores Gabriel Soriano Tania Magallanes Díaz El Inegi publicó el informe Panorama nacional sobre la situación de la violencia contra las mujeres, un análisis descriptivo de los resultados de la ENDIREH-2016, que abarca todas las temáticas relacionadas con este tema con el propósito de brindar información que permita dimensionar la magnitud de las violencias que viven las mujeres en todos los ámbitos y todas las relaciones sociales. El análisis se divide en seis capítulos: 1) Condiciones de vida de las mujeres. Viviendas y hogares; 2) Espacios de participación, acceso a los recursos y autonomía de las mujeres; 3) La relación de pareja y la violencia contra las mujeres; 4) Las violencias en otros ámbitos: escuela, trabajo, familia y comunidad; 5) Información sobre la extensión de la violencia, por tipo de agresor y por tipo de violencia; 6) Nuevas aproximaciones a otras formas de violencia. LJA.MX presenta los datos más relevantes de este informe con el fin de auxiliar a la prevención, atención y erradicación de violencia contra las mujeres.
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Es necesario abrir mas espacios de participacion y acceso a recursos para las mujeres
l En México, el 76.5% de las viviendas con una mujer de 15 años o más tiene alguna necesidad básica insatisfecha (vivienda, acceso a educación o a servicios sanitarios) l Por la falta de equidad laboral y otros aspectos sociales, sólo el 37.6% de las mujeres de 15 años o más tienen ingresos monetarios propios. El 35.4% no dispone de ningún tipo de ingresos
Aguascalientes y la 2
Continuan los estereotipos de genero aun entre las mujeres de Mexico
Tipo de recursos montarios según condición de contar con dinero que pueda utilizar como ella quiera
Gráfica 3
l 32.2% de las mujeres cree que “deben vestirse sin escotes para que no las molesten los hombres” l 37.3% de las mujeres opinaron que ellas deben de ser las responsables del cuidado de los hijos, de las personas enfermas y de las ancianas Otra de las grandes problemáticas encontradas en el informe Panorama nacional fue que los espacios de participación para la mujer están reducidos pues, aunque tienen las capacidades de realizar ciertos trabajos, sus espacios laborales y por tanto, sus ingresos y su autonomía, se ven limitados por la construcción social en las que se les estigmatizó. Sobre este tópico se encontró que el 37.6% de las mujeres de 15 años o más tienen dinero por ingresos meramente propios, en cambio, el 35.4%, por distintos factores sociales, no dispone de ningún tipo de ingresos. En esa distribución porcentual se encontró también que el 7.5% obtiene dinero por ingresos propios y por programas gubernamentales; el 14.3% sólo por programas de gobierno y/o becas; y el 5.3% solamente por ayuda de familiares. Distribución porcentaul de las mujeres de 15 años y más según el tipo de recursos monetarios con los que cuentan y la disponibilidad para utilizarlos.
2016 Gráfica 2
Para conocer las raíces de la violencia que sufren las mujeres en México, el Inegi tuvo que analizar el contexto del entorno inmediato de las mismas, es decir, las condiciones de vida en sus hogares para ver qué necesidades básicas sí están teniendo y cuáles no. Para ello se tomó como referencia el Índice de Necesidades Básicas Insatisfechas (INBI) que se compone por el acceso a la vivienda; acceso a los servicios sanitarios en la vivienda; acceso a la educación; y capacidad económica. Según el informe, el 76.5% de las viviendas con mujer de 15 o más años tienen al menos una necesidad, de las cuatro mencionadas, insatisfecha; 62.3% son vulnerables por capacidad económica; 55.1% por acceso a la educación; 26.5% por acceso a la vivienda; y 11% por acceso a servicios sanitarios. Sobre el acceso a servicios sanitarios, se consignó que el mayor problema era el abastecimiento de agua, además, “8 de cada 100 viviendas carecen de agua entubada en su vivienda, y cuatro de cada 100 no cuenta con un adecuado sistema de eliminación de excretas”. Porcentaje de viviendas vulnerables por necesidad básica insatisfecha y sus dimensiones. 2016
Sin embargo, además de los recursos monetarios que obtienen las mujeres de 15 o más, el Inegi analizó la disponibilidad que ellas tienen para usar esos ingresos. Sobre ese tema, se encontró que el 59.3% de las mujeres sí pueden usar como ellas quieran los ingresos propios con o sin dinero de programas gubernamentales, no obstante, el 40.7%, no. Incluso, en los otros tres rubros, dinero con ayuda de familiares, dinero sólo por programas o becas, o aquellas que no cuentan con ingresos propios, se encontró que la mayoría contestó que no tenían la disponibilidad de usar ese dinero como les plazca. En relación con lo anterior también se encontró que apenas el 5.4% de las mujeres de 15 años o más cuentan con bienes propios; el 17.4% cuenta con propiedades; el 5.4% con propiedades y bienes; pero el 47.5% no cuenta con algún bien o propiedad, en otras palabras, casi la mitad no tienen nada a su nombre. Además, en el 24.3% de los hogares donde habita una mujer de la edad mencionada, o más, nadie –de los otros integrantes del hogar– cuenta con bienes o propiedades propios, lo que indica que no hay independencia económica.
Distribución porcentaul de las mujeres de 15 años y más según el tipo de recursos materiales con los que cuentan.
2016
Gráfica 4
Gráfica 1
También el análisis evidenció que la participación de la mujeres indígenas en la sociedad todavía está más reducida, ya que de “acuerdo con su condición de habla de una lengua indígena y/o pertenencia a un hogar indígena se puede observar que la mayoría de las mujeres que hablan y/o pertenecen a un hogar indígena sólo cuentan con dinero por programas de gobierno o apoyos (27.4%), seguido de las mujeres que no cuentan con ningún tipo de recursos, es decir, ni materiales (bienes y propiedades) ni monetarios (25.6%)”. Ello se contrapone a que la mayoría de las mujeres (29.2%) que no habla ni pertenece a un hogar indígena sí cuenta con ingresos propios. Se revela la exclusión laboral y educativa que hay hacia la mujer: de cerca de 46 millones de mujeres, censadas en el 2016, el 4.1%, casi dos millones, nunca ha trabajado o estado en una escuela; el 42.6%, 19 millones 807 mil mujeres, aproximadamente, “alguna vez asistió a la escuela y/o trabajo”, pero no lo hizo en el último año