OPINIÓN 3
Viernes 15 de Diciembre de 2023 / El Labrador
No me llames Daniel Montalva Decano Facultad de Derecho Universidad de Las Américas El proyecto de ley conocido como “Antispam” que prohíbe las comunicaciones comerciales no autorizadas y que contempla multas asociadas por hasta 96 millones de pesos en caso de infracciones, si bien es bienintencionado, no es la vía correcta para resolver el problema de los llamados molestos. Esto por dos razones principales, una desde el punto de vista de los derechos de los consumidores y la otra desde la protección de datos personales. Respecto del derecho de los consumidores, este proyecto viene a reforzar la falta de armonía en nuestra regulación de consumo con un proyecto, que más allá de sus falencias, hace casi imposible su aplicación y que no considera elementos esenciales del sistema de cálculo de penas. Es por esto que para resolver los temas que afectan día a día a los consumidores, es necesario depurar y modernizar nuestra legislación en vez de ir agregando elementos de forma inorgánica que hacen que sea la norma con mayor cantidad de errores e inconsistencias. La buena noticia es que ya se está avanzando en un proyecto que tiene por objeto reforzar al Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), entregándole nuevas atribuciones.
Navidad sin sobresaltos
S
materia, ya que nuestra legislación data de 1999, antes de la masificación de internet, los teléfonos celulares, así como la aparición de nuevas tecnologías. Por esto, es importante tener presente el proyecto de ley que ya lleva seis años en el Congreso y que entre otras cosas establece el principio de finalidad que prohíbe los contactos comerciales no deseados; impide la cesión de datos, por ejemplo, entre proveedores, sin la expresa autorización del titular; y crea un sistema expedito para hacer ejercer derechos. Si bien se trata de una buena señal, este proyecto de ley no viene a solucionar las llamadas molestas que solo son la expresión de un problema mayor, que es el tratamiento y cesión no autorizada de datos, y que para resolverlo, se requieren cambios estructurales tanto en materia de su protección como de consumo.
En cuanto a los datos personales, la iniciativa es un recordatorio que tenemos una deuda pendiente en la
egún datos de la Comisión del Mercado Financiero, CMF, la carga financiera de un hogar promedio equivale al 32% de sus ingresos. Ahora bien, si me mira esa misma información, pero a nivel de los hogares más vulnerables, el porcentaje aumenta a un 38%. En la misma línea, es preocupante saber que al revisar los hogares con sobre endeudamiento, la carga financiera promedio está alrededor del 66% en general y del 77% para hogares más vulnerables. En ese escenario, Navidad es una época peligrosa en términos de gastos, dado que existen múltiples ofertas y presiones sociales que invitan a realizar comprar más altas que en un mes normal. Con la navidad a la vuelta de la esquina, nos vemos constantemente bombardeados por tentadoras ofertas que nos invitan a comprar, adquirir deudas o bien, una mezcla de ambas y en ese contexto, se hace necesario repasar algunos conceptos claves para poder pasar una navidad sin sobresaltos, en términos económicos. Lo primera y más básico, es hacer un presupuesto, desde mi punto de vista, en dos etapas. La primera de ellas es establecer los ingresos y compromisos del mes de diciembre, que usualmente incluye un ingreso adicional, llamado aguinaldo, y contrastarlo con los gastos proyectados para el mismo mes, sin incluir eventuales gastos navideños. Una vez teniendo claro la información anterior, proyectar lo disponible para gasta en regalos, cenas, entre otros conceptos típicos de estas fechas. En este punto, es probable que el “disponible” no sea tan auspicioso como se esperaba, por tanto, el paso siguiente, en caso de perseverar con los gastos, sería evaluar un eventual financiamiento, ya sea través de la compra con tarjetas o bien un crédito bancario. Sin embargo, hay que tener
presente que esto traerá costos adicionales, partiendo por los intereses de la transacción. Teniendo una mirada positiva, hay que estar atento a oportunidades de cuotas sin intereses que esporádicamente lanzan al mercado, ya sea las mismas tarjetas o bien algunos comercios, dejando las compras con intereses, como una última alternativa. Ta m b i é n s e d e b e h a c e r u n presupuesto que proyecte ingresos y gastos en los meses siguientes, dado que, pasada la navidad, vienen las vacaciones que usualmente trae de la mano mayores desembolsos y luego marzo con sus temidos gastos, como colegio, permiso de circulación, uniformes, entre otros. Por lo tanto, no se debe perder de vista, la claridad de los ingresos y egresos comprometidos, por lo menos para el primer trimestre del 2024. Lo ideal aquí, es tener un presupuesto mensual proyectado para periodos más largos, por ejemplo, un año. A través de esta herramienta, se puede tener claro el flujo disponible o bien, evaluar alternativas de financiamiento que sean convenientes. No se trata de tener una contabilidad como la que tienen las empresas, sino que un registro simple de llenar y entender, pero que debe ser completado en forma consistente y disciplinada. Al igual que las empresas, el orden en las finanzas del hogar, es fundamental para poder lograr metas, como vacaciones, por ejemplo, o bien para tener cierta tranquilidad económica.
Volviendo a conectar: la magia de regalar juguetes tradicionales y celebrar en familia
J
essica Castillo Académica Carrera de Educación Parvularia Universidad de Las Américas Sede Concepción Al transitar nuevamente hacia el término de año, dentro de un mundo cada vez más inmerso en la tecnología, es importante recordar lo esencial de la niñez y de las relaciones parentales y humanas. Cabe entonces r e fl e x i o n a r, a n t e l a s festividades que se aproximan, qué tipo de regalos significativos y respetuosos con la infancia se pueden hacer a nuestros niños. Alejarse de regalos tecnológicos significa proporcionar un descanso necesario del constante
bombardeo digital, ya que s a b e m o s q u e l a sobreexposición a dispositivos electrónicos puede afectar negativamente la salud mental de las personas, incluyendo a los infantes. Como contraparte, un juguete tradicional ofrece un camino diferente hacia un mundo donde se accede con imaginación y se participa del juego genuino. Niños y niñas necesitan de experiencias táctiles, físicas y emocionalmente saludables para crecer y desarrollarse de forma integral. Frente a esto, regalos tradicionales tan sencillos y divertidos como pelotas o hula hoop, fomentan la actividad física, ayudan a desarrollar habilidades motoras promoviendo la coordinación ojo-mano y
contribuyen a la construcción de una base sólida para un desarrollo beneficioso y a la adquisición de habilidades sociales y emocionales, porque cuando en grupo se comparte uno de estos juguetes, se está aprendiendo a trabajar en equipo, a respetar las reglas y a desarrollar empatía. Ante esta esta necesidad real y revisando distintas opciones, aparecen ideas cuya elección depende de los intereses y afinidades de cada niño, por ejemplo, un set completo de arte que considere pigmentos, pinceles y pequeñas telas; un kit de ciencias para experimentos sencillos en casa, bloques de construcción de diferentes tamaños y materiales o
juegos de mesa para momentos en familia, entre varias otras posibilidades. También se puede considerar hacer regalos hechos por cada miembro de la familia, llevando a valorar el sentimiento contenido en aquel gesto. Regalar juguetes tradicionales y retornar a la simpleza de estar en familia es entregar experiencias placenteras y nutritivas que contribuyen al desarrollo de las habilidades que acompañarán a lo largo de la vida. De esta forma, la reflexión invita a considerar regalos sencillos, en sintonía con las potencialidades de
cada niño, sin señal anclada al wifi o enchufes que impliquen apagar las sensaciones, la emoción, el cuerpo, las relaciones y el conocimiento del mundo.