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PETRÓLEO: Alberto Adriani

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Conclusiones

Conclusiones

2 LA CRISIS DE LA VENEZUELA AGROEXPORTADORA Y EL PETRÓLEO: ALBERTO ADRIANI

El petróleo tuvo en los años veinte un extraordinario auge, hasta el punto de superar en importancia, hacia fines de la década, todas las exportaciones tradicionales en su conjunto. Además, mientras que la crisis económica mundial que se hizo manifiesta en 1929 llevó a una leve y temporal disminución de las exportaciones petroleras, que ya conformaban el principal rubro del sector externo nacional, el café se precipitó en una honda crisis de la cual nunca habría de recuperarse. La crisis del mercado mundial no hizo sino poner en evidencia el estado lamentable en el cual se encontraba la agricultura venezolana. Obsérvese al respecto el testimonio de Alberto Adriani, que data de la primera mitad de la década de los años treinta:10

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Nuestra agricultura es rudimentaria. No hay un solo cultivo en el cual Venezuela pueda servir de ejemplo al mundo.

Pero este juicio iba al par con la siguiente afirmación:11

La agricultura y la cría son hoy y serán mañana las bases principales de la prosperidad y grandeza del país.

Y, en particular, Adriani reafirmaba la importancia decisiva del café:12

...no se ve ningún otro cultivo, ni ninguna otra actividad capaz de tomar el puesto de la industria cafetera.

Con ello se tiene definida la esencia de lo que se ha llamado el Proyecto Nacional de Adriani concebido para remontar las vicisitudes de la crisis: modernizar el país y crear la infraestructura administrativa y material para impulsar el desarrollo de la productividad en el agro venezolano. Por lo demás, en el juicio de Adriani, para tal propósito se requería la decidida intervención estatal. En otras palabras, era preciso poner fin al liberalismo económico de la era gomecista. Al petróleo, en cambio, Adriani no le atribuía mucha importancia:13

...No debemos equivocarnos en la apreciación de los cambios que han seguido al auge de la industria petrolera en Venezuela; ... Está en manos extranjeras, es, desde el punto de vista económico, una provincia extranjera enclavada en el territorio nacional; y ejerce una influencia relativamente insignificante en la prosperidad económica de nuestro pueblo.

10Alberto Adriani: Labor Venezolanista, Primera Edición, (Caracas, 1937) pp.247/8. 11Alberto Adriani: Labor Venezolanista, Segunda Edición, (Caracas, 1946) p.191. 12Adriani, Primera Edición, op.cit., p.207. 13Ibid., p.207.

Venezuela no podía integrarse ni directa ni indirectamente como productora en la industria petrolera: no había nexos orgánicos entre esa industria y la agricultura. Era un enclave extranjero. Y hay más, en cuanto industria extractiva, Adriani la consideraba como precaria:14

En todo caso, son factores precarios de prosperidad. Cuando se agoten las minas, cuyos principales beneficios habrán sido para el extranjero, el país deberá soportar los perjuicios y pagar los gastos que implique la desmovilización de esas industrias.

Alberto Adriani desconocía por completo las características de la explotación petrolera. En efecto, de la lectura de su obra puede colegirse que la confundía con otro auge minero transitorio y efímero, como las 'locuras del oro' que conoció Norteamérica. De un momento a otro era de esperarse el agotamiento definitivo de los yacimientos. La posibilidad de una integración rentística le era totalmente ajena a la mentalidad productora de Adriani. Sin embargo, ésta ya se hallaba en curso y sus síntomas comenzaban a hacerse evidentes. Adriani denunció entonces los viajes de placer al exterior y el consumo de lujo que se estaba haciendo costumbre entre las clases acomodadas del país. Pero no insistía mucho: todo esto era, como la explotación petrolera misma, un fenómeno puramente coyuntural. En definitiva, con toda la importancia momentánea de la industria petrolera, ésta no tenía cabida en su Proyecto Nacional:15

No insistimos sobre el petróleo ...

Sin embargo, durante los últimos dos años de su vida comenzó a hacerse ya palmario que el petróleo se estaba convirtiendo en el eje de una nueva visión del país que amenazaba con desplazar sus propias concepciones. En enero de 1934, los EE.UU. devaluaron el dólar, de manera que la paridad oro del bolívar que era de Bs. 5,20 por dólar bajó a Bs.3,06. La situación de los exportadores tradicionales empeoró de manera dramática:16

Hasta el año pasado el dólar conservó en Venezuela un valor, que hacía todavía mediocremente remunerador el cultivo del café y del cacao... Con el nuevo dólar desvalorizado, o lo que es lo mismo, con el bolívar caro, los precios de nuestros productos de exportación se han hecho irrisorios, no cubren ni siquiera los gastos de beneficios y están arruinando a todos los interesados.

La proposición de Adriani era devaluar el bolívar en un cien por ciento. Sin embargo, se le enfrentó - entre otros - Vicente Lecuna, con el argumento de que una devaluación habría de favorecer a las compañías petroleras extranjeras. En efecto, los gastos de éstas en el país - salarios, sueldos e impuestos, esencialmente - se hacían en lo fundamental en bolívares, por lo que una devaluación implicaba pérdidas para el país. Estas pérdidas, en el juicio de Lecuna, eran más importantes

14Ibid., p.121. 15Ibid., p.129. 16Ibid., p.263.

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