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Ambientalismo neoliberal, el negocio de la conservación de la naturaleza
Imagen 1. Superficie en Quintana Roo bajo control de un área Natural Protegida estatal o federal.
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“La declaración de áreas protegidas sobre los territorios indígenas sin nuestro consentimiento y participación, ha tenido como resultado nuestro despojo y reasentamiento, la violación de nuestros derechos, el desplazamiento de nuestros pueblos, la pérdida de nuestros lugares sagrados y la lenta pero continua pérdida de nuestras culturas, al igual que nuestro empobrecimiento. Es por tanto difícil hablar de los beneficios para los Pueblos Indígenas cuando se declaran áreas protegidas en nuestros territorios de forma unilateral. Primero, se nos despojó en nombre de reyes y emperadores, después en nombre del desarrollo del Estado, y ahora, en nombre de la conservación.
Declaración final de los delegados indígenas en el 5° Congreso Mundial de Parques, celebrado en 2003 en Durban, Sudáfrica”(Barié, 2005)4
Este tomo de la colección “En Defensa de Bacalar” puede leerse como una guía para entender el origen del discurso y las acciones de quienes impulsan iniciativas para proteger la naturaleza en nombre de el bien común, quienes a la vez que señalan, acusan y pretenden criminalizar a los propietarios y habitantes históricos de los territorios, buscan imponer instrumentos de política ambiental con la finalidad de controlar, administrar y regular dichos territorios para sí o para sus protectores, protegidos o clientes, en nombre del medio ambiente. En los últimos 300 años de historia documentada, Bacalar ha sido un botín ambicionado por oportunistas e invasores que han llegado a estas tierras tratando de adueñarse de sus recursos naturales y territorios, para someter a las poblaciones locales en el proceso. No hubo un asentamiento humano, durante la colonia española, que hubiera sufrido tanto acoso como Bacalar, que hubiera sido defendido tantas ocasiones, contra tantos enemigos distintos que parecían tomar turnos para atacar a los locales e intentar hacerse del control del territorio y sus riquezas, como describe Griffith, F (1983); Bracamonte y Sosa, P (2001); Checas, M. (2009);
Conover Blancas, C. (2013); Conover Blancas, C. (2016); Caso-Barrera, L & M. Aliphat-Fernández (2016); Velasco, F. Q. (2019)5. Muchos, en nombre de un amo lejano, poderoso y ambicioso; muchos movidos solo por su propia codicia o de su necesidad de trascender en la historia, de enriquecerse; pero como sucedió con los embates de los invasores, piratas, corsarios, bayman, contrabandistas, enemigos, traidores, que una y otra vez arremetieron contra las poblaciones locales en la época de la colonia, estos embates constantes construyeron una resiliencia increíble y una fuerza notable en los habitantes locales, que siempre se negaron a ser subyugados y se opusieron a entregar su patrimonio y sus territorios. Como entonces, en la historia actual, las poblaciones locales se vuelven a levantar contra los modernos piratas, invasores y vende espejitos que ahora toman la forma de organizaciones no gubernamentales institucionalizadas y locales, actores gubernamentales y académicos. Como sucedió durante la colonia española, donde la encomienda se utilizó para que los invasores se hicieran de tierras, control y poder de los recursos naturales, patrimonio y las poblaciones locales, en el nombre de un dios traído desde Europa, violentando todos los preceptos que decían proteger con su fe, usándolo solo como una simulación para apoderarse de estas tierras, en la actualidad, como si se tratase de una moderna invasión colonial, estos encomenderos modernos intentan llevar a cabo un despojo espectacular a la vista de todos, en nombre de un nuevo dios, el medio ambiente, en una moderna cruzada de encomiendas y sometimiento de los locales, en el nombre de la conservación de la biodiversidad, de la protección ambiental, de la crisis climática, usando todas las estrategias del ambientalismo neoliberal. En esta colección partiremos del conocimiento local hacia abajo, hacia la ciencia occidental. Dado que como veremos, el campo de la conservación de la naturaleza, de la biodiversidad y la escala de validez del conocimiento ha estado a favor de los científicos occidentales, y más aún, primero en escala la ciencia occidental del área física – natural. Por debajo, otros tipos de ciencias como las sociales y muy, muy abajo el conocimiento local, el cual generalmente se subordina o invisibiliza. La razón de esta invisibilización por parte de los académicos y el gobierno, es el argumento de que la sabiduría local carece de validez, dado que este conocimiento es “no científico” y está “sesgado” (Raffles, 2002; Tomasini 2018)6 . Al mismo tiempo, los académicos e investigadores han continuamente argumentado que el éxito de la ciencia occidental como fuente del conocimiento universal, reside en “…su capacidad para ensamblar una amplia red de científicos que invierten en su traducción a unidades abstractas y móviles…” (Latour 1987, citado en Tomasini 2018)7 . Al revisar los casos donde los académicos han servido de respaldo a los argumentos de la tríada, se ha comprobado que los criterios del conocimiento científico occidental que tienden a simplificar, reducir y suprimir las particularidades locales, terminan siendo, sobre todo en vista de la necesidad de entender escenarios geográficamente y temporalmente complejos, como lo es la cuenca extensa a la que pertenece la Laguna de Bacalar, una limitación que simplifica y sesga la visión de la riqueza y diversidad de todos los componentes
5 Griffith, F (1983). William Pitt’s Settlement at Black River on the Mosquito Shore: A Challenge to Spain in Central America, 1732-87. Hispanic American Historical Review, 63(4), 677-706.
Bracamonte y Sosa, P. (2001). La conquista inconclusa de Yucatán. Los mayas de la montaña, 1560 – 1680. Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, México. Checas, M (2009). Apuntes sobre San Felipe de Bacalar , un fuerte militar español en el sur de Yucatán (1727 -2009) 11-42. En Revista de Historia militar. Instituto de Historia y Cultural Militar. Ministerio de defensa. Secretara General Técnica.
Conover Blancas, C. (2013). Llave y custodia de esta provincia. El presidio de San Felipe Bacalar ante los asentamientos británicos del sur-oriente de la península de Yucatán (1770-1798) mencionado en Conover Blancas, Carlos (2016). El presidio de San Felipe Bacalar . La llave de la costa oriental de la península de Yucatán durante el siglo XVIII. Vegueta. Anuario de la Facultad de Geografía e Historia 16, 2016, 51-65. Conover Blancas, Carlos (2016). El presidio de San Felipe Bacalar . La llave de la costa oriental de la península de Yucatán durante el siglo XVIII. Vegueta. Anuario de la Facultad de Geografía e Historia 16, 2016, 51-65. Caso-Barrera, L & M. Aliphat-Fernández (2016). De antiguos territorios coloniales a nuevas fronteras republicanas: la Guerra de Castas y los límites del suroeste de México, 1821-1893. Historia Crítica, (59),81-100. Velasco, F. Q. (2019). «De estas partes y nuevos reinos» la conformación de Nueva España y sus fronteras (1519-c. 1550). Intus-Legere Historia, 13(1), 85-110.
6 Raffles, H. 2002. Intimate knowledge. International Social Science Journal 54(173): 325–35.; Tomasini, S. (2018). Unpacking the Red List: Use (and misuse?) of expertise, knowledge, and power. Conservation and Society, 16(4), 505-517. 7 Tomasini, S. (2018). Unpacking the Red List: Use (and misuse?) of expertise, knowledge, and power. Conservation and Society, 16(4), 505-517
existentes en los territorios, y más si se ve desde una visión superespecializada y tendenciosa, desde afuera, que prioriza sobre todo el pilar ambiental de la sustentabilidad, desde una visión especializada, prejuiciosa y manipulada, como es la de los científicos que promueven muchas de las iniciativas proteccionistas. La marea está cambiando y el conocimiento local está empezando a verse bajo una luz diferente, sobre todo por su naturaleza flexible, integral y abierta, lo que le permite a las poblaciones locales lidiar con la multidimensionalidad y la variabilidad de fenómenos, procesos, en todas direcciones, a lo largo y ancho del territorio (Fischer 2000 en Tomasini, 2018)8 . Para los habitantes locales es clave el conocimiento ecológico local (CEL), que ha recibido el creciente reconocimiento y el impulso de su utilización en las convenciones y declaraciones internacionales como el Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica, la Declaración de la UNESCO sobre la Ciencia y el Uso del Conocimiento Científico, y más recientemente el Acuerdo de París sobre el cambio climático (Belisle, et al 2018; Asselin, 2015)9 En estos foros se reconoce la utilidad fundamental de este método para la obtención de información; no solo para la ecología teórica y aplicada, sino por la amplitud y alcance de las perspectivas obtenidas, alcances que difícilmente serían obtenidos utilizando solo los diseños de investigación clásicos de la ciencia occidental y su método científico; el conocimiento ecológico local es clave para generar modelos ecológicos, sociales y económicos aterrizados a la realidad local de comunidades, grupos y sitios. Dado que la confiabilidad, alcance, y poder predictivo de un modelo depende de la calidad y cantidad de los datos (Rykiel, 1996)10 , la insistencia del gobierno, las ONGA (Organizaciones No Gubernamentales Ambientalistas) y los académicos de la tríada, de generar conocimiento solo desde el punto de vista de la ciencia occidental, ha resultado no solo costoso y ha consumido mucho tiempo, pero lo más importante es que haya demostrado una y otra vez, como veremos en este tomo, las limitantes de los equipos de investigación que deben basar sus resultados en muestras finitas, colectadas en un tiempo finito, que por lo general solo toman en cuenta solamente la perspectiva del investigador (Martínez, et al., 2014)11, así como sus prejuicios y conflictos de interés. De este modo, la ciencia occidental practicada por la tríada no se compara con la cantidad de información obtenida de la observación que realizan individuos o grupos de individuos de las comunidades locales, a lo largo de años, a lo largo de décadas o a través de generaciones, por parte de los pobladores locales y los expertos locales dedicados a una actividad generacional o interactuando en una o varias porciones del territorio de manera permanente. Incluye la riqueza del conocimiento empírico, intuitivo complejo del territorio, a lo largo del tiempo. Este conocimiento local se torna una línea base efectiva para orientar algunos o todos los aspectos de un tema, sitio o fenómeno. Adicionalmente, este tipo de conocimiento permite construir el marco conceptual de base, que soporta y fundamenta modelos, alcances, límites y suposiciones, permite estimar parámetros y validar los resultados, habiendo recurrido a la opinión de expertos12 locales, con base en un conocimiento de primera mano. El beneficio adicional del conocimiento local es que propicia legitimidad, la cual es clave en el desarrollo de cualquier modelo ecológico, económico o social, dado que cualquiera que sea el objetivo, cuando se refiere a territorios donde hay poblaciones humanas interactuando con los sitios o los recursos, es forzoso tener en cuenta los conocimientos, las necesidades, las preocupaciones y las percepciones de los principales
8 Fischer, F. 2000. Ordinary local knowledge - from potato farming to environmental protection. In: Citizens, experts, and the environment: the politics of local knowledge. Pp. 193-218. Durham, NC: Duke University Press en Tomasini, S. (2018). Unpacking the Red List: Use (and misuse?) of expertise, knowledge, and power. Conservation and Society, 16(4), 505-517 9 Bélisle, A. C., Asselin, H., LeBlanc, P., & Gauthier, S. (2018). Local knowledge in ecological modeling. Ecology and Society, 23(2). Asselin, H. 2015. Indigenous forest knowledge. Paginas 586-596 en K. Peh, R. Corlett, and Y. Bergeron, editors. Routledge handbook of forest ecology. Routledge, New York, New York, USA 10 Rykiel, E. J., Jr. 1996. Testing ecological models: the meaning of validation. Ecological Modelling 90(3):229-244. http://dx.doi.org/10.1016/03043800(95)00152-2 11 Martínez Idrobo, Juan Pablo y Figueroa Casas, Apolinar (2014). Evolución de los conceptos y paradigmas que orientan la gestión ¿ambiental son sus limitaciones desde lo glocal ?. Revista Ingenierías Universidad de Medellín, 13 (24), 13-27. Davis, A., & Wagner, J. R. (2003). Who knows? On the importance of identifying “experts” when researching local ecological knowledge. Human ecology, 31(3), 463-489. 12 Entendiendo el concepto de experto, desde el CEL, como “Cualquier persona con experiencia relevante y amplia o profunda en relación con un tema de interés”.
interesados (Ericksen y Woodley, 2005)13 tal como lo especifica y exige, por ejemplo, la metodología de Límite de Cambio Aceptable (Stankey, et al. 1985)14. Además, es útil para tomar en cuenta los aspectos recomendados en la literatura, para generar un conjunto de datos viables (Bélisle, et al, 2018)15 . Otro aspecto aún más importante de revalorar la capacidad de generación de ciencia ciudadana. Y aquí también hay que establecer la distinción, de la ciencia ciudadana que concibió el sociólogo británico Alan Irwin en 1995, “…quien escribió sobre la necesidad de una ciencia desarrollada y ejecutada por los ciudadanos mismos, sobre la importancia del papel de los científicos como tales, fuera de sus torres de marfil, y sobre el necesario diálogo de saberes entre la ciencia y la gente común. Se trataba de un nuevo concepto de participación, el cual tomó impulso gracias a las nuevas posibilidades de la tecnología… ”16 Ciencia ciudadana a través del respeto, puesta en valor y organización del conocimiento ecológico local como base del diseño de instrumentos y políticas, ya que dependiendo desde “Quién” o “Qué perspectiva” se considere válida, es decir, qué conocimiento sea tomado como válido, aquel sobre el que se fundamenten los criterios de protección, manejo, conservación o aprovechamiento, se derivarán ramificaciones políticas, legales y financieras, que a su vez determinaran los objetivos, visión, estrategias y resultados que se priorizaran, la forma en que se manejan los territorios, las especies y las poblaciones humanas. Quien pone la ciencia, y qué dice la ciencia, determinará quién tiene el control, el financiamiento y el poder. Hasta ahora, la visión hegemónica tecnócrata de la ciencia occidental ha sido la única voz válida para la toma de decisiones legales y políticas en medio ambiente. Investigando cómo surgió esta tendencia nos topamos con una explicación relativamente sencilla de entender, una vez que se conoce todo el panorama y los antecedentes de dichos instrumentos y políticas, desde el nivel mundial al nivel local: Todos los instrumentos ambientales, principalmente de política ambiental, han sido creados y organizados por científicos occidentales, burócratas, burócratas-académicos y organizaciones ambientalistas, que se autonombran como “representantes de la sociedad” o por quienes financian a ambos, para perpetuar los intereses y mantener los beneficios de estos sectores, en una especie de endogamia perversa. Una amalgama perfecta para el surgimiento y permanencia del ambientalismo neoliberal. Otro factor en común que encontramos en los instrumentos creados e impuestos por la tríada, es el discurso repetitivo del diseño participativo desde la base social. Una y otra vez nos topamos con una simulación perversa de participación que es fácilmente desenmascarable. En este modelo de ambientalismo neoliberal, sea el instrumento Ramsar, un Área Natural Protegida o una propuesta de Programa de gestión común (PROTUR), la participación comunitaria, desde la perspectiva de la escalera de Arnstein17 (Ver Cuadro 1), nunca pasa de los primeros peldaños, va de la manipulación al aplacamiento, como analizamos más adelante en este documento.
Cuadro 1. Tipos de participación y No participación, de acuerdo a la escalera de Arnstein (1969)
La escalera de Arnstein consta de una tipología de ocho niveles de participación, dispuestos en un patrón de escalera con cada peldaño correspondiente a la extensión del poder de los ciudadanos para determinar el producto final.
(1)Manipulación (2)Terapia (3) Informar (4) Consultar (5) Aplacamiento (6) Asociación (7) Poder Delegado (8) Control Ciudadano
13 Ericksen, P., and E. Woodley. 2005. Using multiple knowledge systems: benefits and challenges. Pages 85-117 in Millennium Ecosystem Assessment. Ecosystems and human well-being: multiscale assessments Island, Washington, D.C., USA 14 Stankey, G. H., Cole, D., Lucas, R., Petersen, M., & Frisell, S (1985). The Limits of Acceptable Change (LAC) System for Wilderness Planning. United States, Department of Agriculture Forest Service. Pp. 39 15 Bélisle, AC, Asselin, H., LeBlanc, P. y Gauthier, S. (2018). Environmental local knowledge in ecological modelling. Ecology and society, 23 (2). 16 Irwin, A. (2002). Citizen science: A study of people, expertise and sustainable development. Routledge. 17 Arnstein, S. R. (1969). A ladder of citizen participation. Journal of the American Institute of planners, 35(4), 216-224.
Los peldaños 1 y 2 describen niveles de "no participación" que han sido inventados para sustituir la participación genuina. Su verdadero objetivo no es permitir que las personas participen en la planificación o realización de programas, sino permitir a los titulares del poder el "educar" o "curar" a los participantes. Los peldaños 3 y 4 progresan a niveles de "tokenismo18" que permiten a los desposeídos escuchar y tener una voz. Numero 4 es cuando son ofrecidos por los titulares de poder como el alcance total de la participación, los ciudadanos pueden escuchar y ser escuchados. Pero en estas condiciones carecen del poder de asegurar que sus puntos de vista serán a la vista de los poderosos. Cuando la participación se limita a estos niveles, no hay seguimiento, no hay "músculo", de ahí ninguna garantía de cambiar el statu quo. Numero 5 es simplemente un tokenismo de nivel superior porque las reglas de base permiten a los desposeídos el aconsejar, pero retienen para los que retienen el poder, el derecho continuado a decidir.
Más arriba de la escalera están los niveles de poder ciudadano con crecientes grados de influencia en la toma de decisiones. Los ciudadanos pueden generar una asociación que les permita negociar y participar en compensaciones con los titulares del poder tradicionales. En los peldaños más altos, los ciudadanos desposeídos tienen la mayoría de los asientos de toma de decisiones, o el poder administrativo completo. …Las cuestiones subyacentes son esencialmente las mismas – los "don nadie" en varios ámbitos están tratando de convertirse en "alguien" con suficiente poder para hacer que las instituciones objetivo respondan a sus puntos de vista, aspiraciones y necesidades…”
Para los sectores académicos de las ciencias naturales y los burócratas en México, el conocimiento local se ve como un asunto folklórico, algunas veces como un obstáculo para los “esfuerzos” de la conservación o del desarrollo, como un recurso para obtener y utilizar a su favor, un dato de referencia que hay que mejorar, o a lo más como un discurso para fundamentar intereses ajenos a la propia comunidad, en un supuesto proceso participativo para “mejorar” su gestión ambiental. En el peor de los casos se utiliza como información que puede plagiarse o patentarse, lo cual es un delito que se ha pasado por alto infinidad de ocasiones. El prejuicio con el que se visualiza el conocimiento de los locales ha contribuido a beneficiar a los académicos precursores de los instrumentos ambientales, al consolidar “… un enfoque que ha mantenido en gran medida la dicotomía entre el conocimiento local y científico y la superioridad de estos últimos, especialmente entre las organizaciones de desarrollo y conservación…” (Van der Velden 2010 en Tomasini, 2018)19 . Para entender el neoliberalismo ambiental practicado por la tríada, hay que entender el neoliberalismo como política económica; este modelo se extendió en México a partir de la década de los 1970 - 1980 y permeó en la mayoría de los países, a nivel mundial. En nuestro país fue el régimen de Carlos Salinas de Gortari (1988 a 1994) el que lo impulsó a todos los sectores, lo que “curiosamente” coincidió con la aparición y el despliegue del ambientalismo. Y, como expuso Víctor Toledo en su artículo (2020)20
“… Al final, el ambientalismo fue cooptado, edulcorado y neutralizado por el despliegue del neoliberalismo. La consagración del discurso ambiental que tomó unas cuatro décadas se fue gradualmente desvaneciendo. Hoy, casi sin excepción, las posiciones de gobiernos, empresas, academias y organismos internacionales giran en torno a que la solución a la crisis ecológica mundial, sólo es posible mediante el mercado, las tecnologías y los arreglos institucionales. Para ello fueron introducidos conceptos aparentemente científicos como desarrollo sustentable,
18 Mencionado por Arnstein y descrito por Luis Guadarrama en su artículo de Milenio, como “…que pretende comunicar o informar a los demás que, quienes ejercen el poder, han incorporado a determinadas minorías con las que son capaces de compartir su quehacer. Así, cuando en ciertos puestos se incluyen a indígenas, afroamericanos, latinos, mujeres, personas discapacitadas o individuos de tercera edad, se dice que esta acción opera como “amueblamiento” o simulación…” Dicho término surgió en el campo de la psicología social y ha sido analizado por Michael Hogg y Graham Vaughan. Ellos advirtieron que determinados grupos empoderados, usualmente incorporaban a sus filas a personas que formaban parte de minorías étnicas, ocupacionales y sexuales, a fin de autopresentarse como organizaciones, empresas o instituciones incluyentes, plurales y democráticas. La realidad, es que a través del tokenismo se aplacan, infantilizan e invisibilizan a quienes forman parte de las minorías…” en Guadarrama-Rico, L. (2017). Tokenismo y poder.
19 Van der Velden, M. 2010. Design for the contact zone – Knowledge management software and the structures of indigenous knowledges. In: Proceedings Cultural Attitudes Towards Communication and Technology (eds. Sudweeks, F., H. Hrachovec, and C. Ess). Pp. 1–18. Murdoch University, Perth, Australia en Tomasini, S. (2018). Unpacking the Red List: Use (and misuse?) of expertise, knowledge, and power. Conservation and Society, 16(4), 505-517 20 Toledo, V (2020). El ambientalismo neoliberal sale del clóset. Nota en la Jornada 16 de junio de 2020. https://www.jornada.com.mx/2020/06/16/opinion/014a2pol
crecimiento y economía verdes, y capital natural, pero que en el fondo buscan ocultar la mercantilización de la naturaleza…” Toledo, siendo entonces secretario de la SEMARNAT en 2020, tuvo la honestidad – o la candidez - de reconocer que si bien la SEMARNAT había sido creada con “ …gran vigor y calidad científica, una legislación poderosa y dio lugar a instrumentos administrativos para la regulación ambiental en 1994, al igual que en el resto del mundo, la eficacia de la SEMARNAP(T) se debilitó por las políticas neoliberales de los siguientes sexenios…”(Toledo, 2020)21 Nos brindó las bases para orientar este tipo de investigaciones al reconocer públicamente, como Secretario de la SEMARNAT, los procesos que en conjunto formaron un verdadero ecocidio del neoliberalismo ambiental, en México:
1. La llegada de funcionarios inexpertos y sin escrúpulos a los puestos claves; 2. La entrega de casi la mitad del país a mineras para la extracción de oro, plata, hierro, zinc, cobre, incluyendo mil 900 concesiones en ¡68 por ciento de las áreas naturales protegidas!; 3. La imparable contaminación industrial de los principales ríos del centro y norte del país que han dado lugar a infiernos ambientales por el alto número de enfermos de cáncer y otros males; 4. La total inacción ante el uso de más de 80 plaguicidas tóxicos encabezados por el glifosato; 5. La toma de posición jurídica de la Semarnat del lado de las grandes corporaciones biotecnológicas y agroindustriales (Monsanto, Syngenta, Bayer, Dow, Dupont) en el caso del maíz y la soya transgénicos; 6. La sobrexplotación, uso ilegal y fraudulento de los mantos acuíferos por grandes productores agropecuarios, las mineras, las cerveceras y las refresqueras; 7. La entrega obscena de playas y costas a los megaproyectos turísticos; 8. La indolencia de la política conservacionista que protegió flora y fauna en 30 millones de hectáreas, pero se olvidó de las 3 mil 697 comunidades que lo hicieron posible, 84 por ciento de las cuales hoy sufren ¡altos grados de marginación!; 9. El sospechoso rezago de trámites y pérdida de documentos en la Profepa; 10. El desdén por solucionar los conflictos ambientales (560 develados por mil 30 registros periodísticos); 11. La total ausencia de solidaridad con los 157 mexicanos asesinados por defender el ambiente, quienes han sido completamente ignorados Todo esto encubierto con un aparato bien aceitado de simulación y urgencia por “conservar y proteger”, validadas por una opinión pública que se dejaba envolver con el sentimentalismo y las verdades a medias, sin analizar de fondo las razones de los impulsores para promover y forzar, casi de manera obsesiva, su cruzada proteccionista. Muchos de los crímenes listados arriba se resumen en tres conceptos, que los promotores del área natural protegida de Bacalar tienen en común: Conflicto de intereses, Corrupción y Simulación, disfrazada de Conservación (al estilo neoliberal). ¿Qué es la Conservación Neoliberal? Büscher et al (2012) 22, definen el principio de la conservación neoliberal, de la siguiente manera: “…si bien la conservación convencionalmente se transmite como algo diferente, como "salvar al mundo" de los excesos más amplios de impactos humanos bajo el capitalismo, en realidad funciona para restringir la naturaleza al capitalismo, al mismo tiempo que crea posibilidades
21 Toledo, V (2020). El ambientalismo neoliberal sale del clóset. Nota en la Jornada 16 de junio de 2020. https://www.jornada.com.mx/2020/06/16/opinion/014a2pol 22 Büscher, B., Sullivan, S., Neves, K., Igoe, J., & Brockington, D. (2012). Towards a Synthesized Critique of Neoliberal Biodiversity Conservation. Capitalism Nature Socialism, 23(2), 4–30.
económicas más amplias para la expansión capitalista. Los mercados se expanden como la misma resolución de las crisis ambientales que otras fuerzas del mercado han producido. …Así vemos que 1) la conservación es de vital importancia para el capitalismo; y 2) que esta importancia a menudo no se reconoce. Estas son razones convincentes para una crítica sintetizada de la conservación neoliberal…” En otro documento sobre el tema, se expone “…El capitalismo bien puede ser el enemigo de la naturaleza, pero conservar la naturaleza, paradójicamente, también parece haberse convertido en la mejor amiga del capitalismo…” (Kovel, 2002)23 . Como en Bacalar, y también como ha sucedido en otros sitios como Cuatrociénegas (ver más adelante el caso de Cuatrociénegas), el discurso de la conservación se apoya en los discursos de crisis, de esfuerzos pseudoheróicos de los promotores, para luchar contra la ambición capitalista que crea la crisis ambiental. Esto se utiliza para justificar políticas y prácticas que rayan en la usurpación, como la apropiación de territorios en nombre de la conservación o la protección del medio ambiente o de algún recurso, que terminan irónicamente siendo perjudiciales para la forma de vida local y para el medio ambiente, o los mismos recursos naturales.
Envueltos en un manto ilusorio de altruismo en apariencia desinteresado “…se suele perder de vista que cualquier crisis es una oportunidad para la expansión del capital…” (Büscher, et al, 2012)24 . Las fórmulas del movimiento conservacionista neoliberal se apoyan en afirmar que las problemáticas y contradicciones creadas por el capitalismo voraz sobre los ecosistemas y los diversos componentes de la biósfera pueden resolverse solo a través de los mismos mecanismos que generaron estas situaciones. La consecuencia de esta lógica desde el ambientalismo neoliberal es que es que la única solución a los problemas ambientales es llevar la conservación de la naturaleza a los mercados y la inversión privada. Es decir, la solución es combatir al capitalismo voraz con mecanismos capitalistas, que tienen otro tipo de voracidad.
“… el axioma central de la conservación neoliberal implica que para que las naturalezas sean ''salvadas''' los actos de "salvar a la naturaleza" deben estar impregnados de potencial de ganancias o de lo contrario hay pocos incentivos para que los actores racionales lo persigan…” (Büscher et al, 2012)25
Un ejemplo de ello es The Three horizons approach (la Visión de tres Horizontes) desarrollado por el Luc Hoffmann Institute en 2018, que reunió a WWF, IUCN, Bird Life International (que fueron fundadas, entre otros, por Luc Hoffmann26) y sociedades conservacionistas europeas. Este instrumento fue creado desde la visión de Organizaciones No Gubernamentales Ambientalistas (ONGA), científicos y agencias gubernamentales “primer mundistas” o “desarrollados”, como herramienta para consolidar este axioma del conservacionismo neoliberal
“… Las mejores ideas e intenciones a menudo se quedan cortas en ausencia de experiencia transversal, redes relevantes o financiación base. Al mismo tiempo, los inversores filantrópicos en el campo de la conservación tienen que navegar por un vasto y cambiante panorama de iniciativas
23 Kovel, J. 2002. The enemy of nature: The end of capitalism, or the end of the world? London: Zed Books. 24 Büscher, B., Sullivan, S., Neves, K., Igoe, J., & Brockington, D. (2012). Towards a Synthesized Critique of Neoliberal Biodiversity Conservation. Capitalism Nature Socialism, 23(2), 4–30. 25 Büscher, B., Sullivan, S., Neves, K., Igoe, J., & Brockington, D. (2012). Towards a Synthesized Critique of Neoliberal Biodiversity Conservation. Capitalism Nature Socialism, 23(2), 4–30 26 Luc Hoffmann, propietario y miembro del Consejo Directivo de Hoffmann – La Roche de 1953 a 1996, en el inter fundador de WWF, IUCN, Convenio de Ramsar y otras iniciativas de “conservación” que se integraron como pilares del modelo de conservación neoliberal actual.
superpuestas con el fin de identificar proyectos de alto impacto que justifiquen apoyo…” (Luc Hoffmann Institute, 2021) 27
La idea era crear una incubadora mundial que ayudase a la conservación ambiental, de proyectos innovadores, creativos y atractivos… para los inversionistas. Este método consiste de tres horizontes: ideación, incubación y aceleración, como cualquier emprendimiento de negocio, pero a escala mundial y dentro de la visión de la conservación, estilo neoliberal. Establece que su visión es generar cadenas de valor agregado, con sus tres componentes:
• Ideación (Ideation). Base de la cadena de valor de incubación. • Incubación. Soporte para innovación con una idea impactante para cumplir con los requerimientos del inversionista. • Aceleración. Posterior desarrollo, validación y financiamiento exitoso de las iniciativas más prometedoras.
El cofre del tesoro del Instituto Luc Hoffamnn garantiza que con su modelo, los innovadores e inversionistas que se asocian con ellos, ganan:
• Aplicación de pensamiento sistémico para su idea • Producción de una teoría de cambio para máximo impacto • Convenios con los grupos de interés correctos • Co-crear una solución • Comunicar temas complejos • Otros ofrecimientos basado en sus necesidades (de los clientes)
Esta podría verse como un listado para comoditización de la naturaleza, la biodiversidad o el medio ambiente. Es decir, transformar bienes intangibles o difusos, bienes comunes, en mercancía. Por ejemplo, el agua o el paisaje que dejarían de ser bienes de uso público para ser privatizados, y entonces se vuelven mercancía.
¿Por qué es tan relevante lo que hace el Instituto Luc Hoffmann? Porque se presenta con la intención de ser “… el principal catalizador mundial de innovación y cambio transformador para mantener la biodiversidad, la base de toda la vida en la Tierra…” y que su visión es crear “… las condiciones para que surjan nuevos enfoques, identifiquemos y movilicemos a los innovadores e ideas más prometedores, y proporcionemos un flujo de iniciativas impactantes, sin riesgos y emocionantes para los inversionistas…”(Luc Hoffmann Insitute, 2021)28 este sería un excelente ejemplo donde confluyen todos los componentes del ambientalismo neoliberal, la comoditización del medio ambiente y la biodiversidad para ponerlo a disposición del gran capital, como en un buffet. Y segundo, como veremos más adelante, por la relevancia y contexto de quien fue Luc Hoffmann.
No es simple el entender cómo funciona el ambientalismo neoliberal, explicarlo a detalle implicaría un volumen completo o varios, porque tiene muchas vertientes. No solo se trata de aquellas estrategias implementadas para simular fomentar la conservación de espacios naturales, con participación tokenista de los locales, o empujar estrategias supuestas para lograr que los individuos y las unidades familiares puedan convertirse en empresarios rurales o microempresarios, sin importar lo deseen o no, porque lo que se busca es la coartada para que los capitales sean capaces de utilizar su capital natural para beneficiarse, justificando que así están promoviendo, de forma paralela, el desarrollo local sustentable y la conservación. Aunque en realidad, desde la escalera de participación de Arnstein (1969)29 se trate de una participación simulada, o una “no participación” de los peldaños 1 al 5 (Cuadro 1).
27 Luc Hoffmann Institute (2021), página official. https://luchoffmanninstitute.org/what-we-do/ 28Luc Hoffmann Institute (2021). What we do? https://luchoffmanninstitute.org/what-we-do/ 29 Arnstein, S. R. (1969). A ladder of citizen participation. Journal of the American Institute of planners, 35(4), 216-224.
La imposición de esquemas de ambientalismo neoliberalista conlleva tácticas sutiles, que incluyen el impulso del discurso de “salvación” de la naturaleza sólo mediante la asignación de un esquema restrictivo de control – porque se enfatiza que los locales no cuentan con la capacidad de conservar o proteger los territorios “silvestres” -, y la necesaria asignación de valor económico a sus componentes para incentivar la conservación. Así, el modelo ideal de conservación neoliberal de territorios y recursos, donde hay poblaciones humanas interactuantes, requiere separar o tomar el control de las manos de las poblaciones locales, a quienes se les presenta como criminales o ignorantes que están “dañando el entorno” , para otorgarle el control y vigilancia del área a terceros –miembros de la tríada, y la necesidad de que la conservación reditúe beneficios concretos a quienes puedan pagar por la conservación, bajo un modelo de “desarrollo sustentable”, o una “economía verde” como incentivo. Estos incluyen Bonos, créditos, fideicomisos, fondos, capital natural son solo algunos conceptos derivados del conservacionismo neoliberal (Brockington, et al, 2010; Büscher et al, 2010; Roth y Wolfram, 2012)30 . Otros mecanismos neoliberales como la compra de tierra para cederla a la conservación, las áreas naturales privadas, la incorporación de tierras privadas o sociales a áreas protegidas o mecanismos similares, por decisión unilateral (Estado – Organizaciones No Gubernamentales Ambientalistas - Académicos) para ponerla bajo control o propiedad del Estado (Estado a la orden de los grandes capitales) o de terceros; la creación de fondos y fideicomisos privados para la conservación; el establecimiento de productos financieros -bonos, créditos- exclusivos para la conservación, manejados por terceros, la disminución de la presencia del Estado en la práctica de la conservación, así como su alianza con ONGA, empresas privadas, instituciones multilaterales o grupos dentro de las mismas comunidades, con intereses particulares que se abanderan por el “bien común”, son solo la visión propia de un grupo cercano y privilegiado siguiendo sus propios intereses (Igoe y Brockington, 2007)31 Para el capitalismo neoliberal, esta estrategia funciona porque le produce territorios que son adecuados para su propia expansión, como describieron Bütscher et al (2012)32; de esta forma la conservación neoliberal interviene los sistemas bioculturales, desplazando, encerrando, mercantilizando y espectacularizando extensas zonas geográficas en un producto que se presenta como “naturalezas idealizadas que deben salvarse” para conformar “El espectáculo de la conservación”. Del mismo modo, los financiamientos para la “conservación” o el “desarrollo sustentable” terminan siendo una lista interminable de proyectos que académicos y ONGA, quienes se autodenominan representantes y defensores del resto de la sociedad, como sociedad civil organizada, “administran” y “aplican” desde su visión de conservación (investigación y más investigación), de desarrollo sustentable (talleres, organizar grupos vulnerables que desarrollen actividades económicas “aceptables” como artesanías o guianza) o para una larga procesión de consultorías y capacitaciones interminables, todo financiado por instancias nacionales o internacionales. Todo esto en torno a la concepción de que los grupos locales de las comunidades son incapaces de saber lo que “es mejor para ellos y el medio ambiente”, lo que justifica la necesidad de tomar el control desde afuera y ponerlos como espectadores o actores pasivos. Perpetuando la visión colonialista, un nuevo colonialismo ambientalista. Para lograr todo esto existe otro elemento clave: La opinión pública. El modelo ambientalista neoliberal requiere de la opinión pública para ejercer presión; por ello los grupos de académicos, burócratas o tecnócratas involucrados invierten gran cantidad de recursos en publicitar su discurso, para generar posturas polarizadoras, basados en la criminalización de un sector de la población. Se generan complicidades para
30 Brockington, Dan, Rosaleen Duffy y Jim Igoe 2010 Nature Unbound. Conservation, Capitalism and the Future of Protected Areas, Earthscan, Londres.
Büscher, B., Sullivan, S., Neves, K., Igoe, J., & Brockington, D. (2012). Towards a synthesized critique of neoliberal biodiversity conservation. Capitalism nature socialism, 23(2), 4-30. Roth, Robin, J. y Wolfram Dressler 2012 "Market-oriented Conservation Governance: the Particularities of the Place", Geoforum, vol. 43, núm. 3, pp. 363366.
31 Igoe, Jim y Dan Brockington 2007 "Neoliberal Conservation: A Brief Introduction", Conservation and Society, vol. 5, núm. 4, pp. 432-449.
West, Paige y James G. Carrier 2004 "Ecotourism and Authenticity. Getting Away from It All?", Current Anthropology, vol. 45, núm. 4, pp. 483-498. 32 Büscher, B., Sullivan, S., Neves, K., Igoe, J., & Brockington, D. (2012). Towards a Synthesized Critique of Neoliberal Biodiversity Conservation. Capitalism Nature Socialism, 23(2), 4–30
hacer que los actores locales o propietarios sean criminalizados y vistos como causantes del deterioro de los espacios silvestres que deben conservarse de manera urgente y a como dé lugar. Pero una vez que tienen el control cambian el juego para promover lo contrario a los consumidores (normalmente turistas o inversionistas) en forma de acceso a espacios “silvestres” “conservados” de un “contacto más cercano e intimidad con la naturaleza”, con un beneficio económico, directo o indirecto, para el promotor y /o controlador del recurso o sitio “conservado”. El ambientalismo neoliberal tiene un solo objetivo finalmente, el colocar los recursos y territorios al servicio del capital. Utilizando dos simples citas colectadas durante la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente en 2009, donde México era sede mundial para dicha celebración, Durand (2014) 33 expone cómo algunos sectores de la población visualizan el ambientalismo, desde la filosofía neoliberal. El evento se realizó en el antiguo sitio ceremonial maya de Xcaret, convertido en parque de diversiones. Entre los invitados, además de todo el gabinete del entonces presidente Felipe Calderón, académicos e investigadores, hubo empresarios destacados. Con esta imagen, la postura del ambientalismo neoliberal se ejemplifica claramente “…Hay que hacer más rentable la conservación y el uso sustentable de estos recursos naturales [...], el cuidado del medio ambiente será, en un futuro próximo, un sector económico muy importante y gran generador de empleos. Carlos Slim, empresario…”
“…No es sorprendente que varias empresas en economías desarrolladas hayan incrementado sustancialmente su valor de mercado, en la medida en que han hecho plenamente compatibles el crecimiento propio de sus negocios y el desarrollo armónico del medio ambiente [...]; cuidar hoy nuestra casa común con la vista puesta en el bienestar de las futuras generaciones es la mejor inversión que podemos hacer [Agustín Carstens, secretario de Hacienda] (Presidencia de la República, 2009)…” Los beneficios supuestos que proveen los instrumentos de política conservacionista neoliberal, dado el origen de su conceptualización y diseño, siempre contabilizan aspectos ecológicos que difícilmente son logrados (como veremos más adelante) listados y promovidos de manera teórica, con indicadores cuyos orientadores difícilmente se ajustan a la realidad actual in situ, al contexto local o regional, e incluso al nacional. Siguiendo pautas establecidas a nivel mundial desde las instituciones globales de la conservación, que fueron creadas en la endogamia academicista / burocrática del conservacionismo neoliberal a costa de los dueños de dichos territorios. Tal visión se muestra en el siguiente texto: "...Uno de los objetivos declarados de las áreas naturales protegidas (ANPs), en especial de las reservas de la biosfera, es prestar apoyo logístico para el desarrollo de programas de investigación, de educación y capacitación. En los países desarrollados el principal vínculo que se da entre la investigación científica y las ANPs es el de un florecimiento de artículos y publicaciones científicas una vez que una ANP ha sido creada. En México la relación entre la investigación científica y las áreas naturales protegidas (ANPs) se establece en etapa mucho más primordiales de las ANPs; de hecho las primeras reservas de la biosfera de México han surgido del trabajo y tesón de investigadores científicos mexicanos laborando en instituciones de educación superior o en centros de investigación..."34 “…La administración de las ANPs en México ha sido complicada desde sus inicios, el gestionar elementos biológicos y ecosistemas tan diversos requiere una inversión grande de recursos
33 Durand, L. (2014). ¿Todos ganan? Neoliberalismo, naturaleza y conservación. Sociológica, 29(82). http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0187-01732014000200006 34 Halffter, G et al (2015). La investigación científica y las Áreas Naturales Protegidas en México: una relación exitosa. En Ortega-Rubio, A., Pinkus-Rendón, M. J., Espitia-Moreno, I. C., La Paz, B. C. S., & Mérida, Y. (2015). Las áreas naturales protegidas y la investigación científica en México. Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste SC, La Paz BCS, Universidad Autónoma de Yucatán, Mérida, Yucatán y Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Morelia, México.
económicos, humanos y legislativos para integrar en un solo esquema áreas marinas, costeras y forestales. No obstante el fortalecimiento y su incierta autonomía la CONANP están rindiendo frutos en cuanto al número y extensión territorial para la conservación de los diferentes ecosistemas radicados en México. Es claro que se requiere más inversión en los elementos señalados, y el más importante de ellos es el financiero ya que todavía algunas de las ANPs mexicanas carecen de vigilancia suficiente y permanente. Una alternativa pudiera hacer un esquema de concesión a ONGs con renombre y experiencia en el tema de conservación y los pobladores de estas áreas, que por ley se involucren directamente en la vigilancia, mantenimiento, conservación y distribución de los ingresos por los servicios ambientales de esta zona…”. 35
Esa es la visión de los académicos de las ciencias naturales precisamente, sobre el papel de la CONANP y de los pobladores locales, pero sobre todo de medir el éxito de la conservación por el número y extensión territorial de las ANP. Nosotros consideramos más acertada la visión de Brockinton et al (2008) 36
“…Cuando se evalúa la efectividad de los parques o la conservación comunitaria no se han hecho las preguntas correctas. El debate no debería remitirse a preguntar si los parques funcionan o no, en lugar de preguntar ¿cuáles son las ganancias y pérdidas sociales y ecológicas resultantes de los cambios que los parques conllevan? ¿Quién experimenta estas pérdidas y ganancias? ¿De qué modo?...” ¿Desde cuándo sucede esto en nuestro país? A través de una amplia revisión bibliográfica sobre el tema, Durand (2014)37 describió la forma en que el neoliberalismo, como modelo económico predominante, ha influenciado el esquema actual de conservación en México, privilegiando ciertas estrategias, generando resultados no siempre claros y alterando la relación de las comunidades con su entorno, mientras éstas se integran a la ola neoliberal y, al mismo tiempo, la resisten y transforman (Durand, 2014)38 . Tras una revisión de las instituciones impulsoras de la conservación en la actualidad puede delinearse que el movimiento ambientalista neoliberal ya venía construyéndose de manera inadvertida mucho antes de esa época, porque la clase académica en México siempre ha estado relacionada con la visión clasista de superioridad sobre el vulgo, ya sea porque la preparación académica ha estado relacionada con la capacidad económica para proveérsela o porque viniendo de una entorno de clase económica baja, ha servido como escalón para ascender a clases sociales superiores y sus beneficios. No iremos tan lejos para revisar las bases de algunos de los filósofos “naturalistas” provenientes de clases privilegiadas, del siglo XVII al XIX, como fueron José Antonio de Alzate y Ramírez (padre de la Academia Nacional de Ciencias), porque nos desviaríamos del propósito del presente documento, pero podemos asegurar que ya desde esas épocas los científicos mexicanos tenían la visión de clases superiores para los que los indios y la propiedad comunal eran una amenaza para la conservación de los bosques (en los Estados Unidos se tenía también una visión similar de protección de los espacios silvestres o wilderness…sin personas). En una cita de Leopoldo Río de la Loza (siglo XIX) expresaba que los indígenas de los pueblos que tenían bosques propios, habían cortado y cortaban a su antojo los árboles, sin sujeción a la ordenanza antigua de bosques y sin observar siquiera el método que aconsejaba la razón en beneficio propio (que había tratado de imponerse “infructuosamente” por los invasores españoles, luego por las clases políticas y sociales privilegiadas de la época independiente).
35 Íbidem.
36 Brockington, D., Duffy, R., & Igoe, J. (2008). Nature unbound: conservation, capitalism and the future of protected areas. Earthscan. 37 Durand, L. (2014). ¿Todos ganan? Neoliberalismo, naturaleza y conservación. Sociológica, 29(82). 38 Íbidem
“…La facilidad que los indígenas tienen de transitar esas serranías por veredas practicables o enteramente desconocidas, y aún la posesión de hecho en que han estado y aún permanecen de explotar a su arbitrio este ramo de la riqueza pública, han hecho anulatoria toda medida que tiende a civilizarlos en este punto y poner coto a práctica tan abusiva…” (Río de la Loza, 1911: 329, 333 en Urquiza-García)…” Urquiza García (2019) 39 describe que esta perspectiva que se tenía
“…sobre los pueblos indígenas y la propiedad común fue respaldada por muchos de los científicos y liberales que también estaban preocupados por las terribles consecuencias de la deforestación…Sin embargo, más que argumentos basados en datos empíricos, su postura reflejaba el compromiso que tenían con un modelo basado en el fomento a la propiedad privada…”40 Más adelante, justo después de la segunda guerra mundial, la conservación a ultranza surgió, como la mayoría de las invasiones colonizadoras, desde Europa. Con la intervención de algunos académicos sobresalientes de las ciencias naturales en México, que sentaron los precedentes de los “modelos de conservación”. Para ellos, los sistemas humanos se trataban de un problema y/o se omitían y/o o se hacían a un lado y/o se anulaban. No sólo se trata de un problema de clasismo, era también un problema de formación profesional, la conservación, diseñada desde las ciencias naturales ponderaba y continua ponderando solo eso: La naturaleza; en sus ecuaciones el factor humano no se comprende. Biólogos, ecólogos, químicos, oceanólogos, genetistas construyeron todo el modelo de conservación desde los años 70 en México. Investigadores que pertenecían a la clase política hegemónica que gobernaba para entonces el país desde 1917. Las instituciones en nuestro país dedicadas a salvaguardar y conservar el entorno natural fueron creadas a lo largo del período de surgimiento y consolidación de la política neoliberal económica (a partir de la década de 1970 a 1980), durante procesos en los cuales el país requería financiamiento (adquirió deuda externa) y las instancias internacionales que lo proporcionaban comenzaron a condicionar el apoyo para empujar a los países subdesarrollados a que se volvieran “sustentables”, para que siguieran las prerrogativas de los grupos de científicos a nivel internacional, grupos científicos que estaban a la orden del capital, grupos que fueron creando todos los instrumentos para los cuales, a través del discurso ambiental se podía guardar territorios completos, limitar las poblaciones locales, realizar bioprospección disfrazada de gestión del conocimiento de la biodiversidad, para poder monetizar primero los recursos biodiversos, después los valores intangibles cómo son los servicios ambientales y últimamente los recursos genéticos. Dado que esta conjunción generada entre la ecología y la economía neoliberal proviene de una construcción principalmente desarrollada por científicos de ciencias naturales, es muy difícil, casi imposible, encontrar en estas áreas análisis objetivos, críticas o denuncias de impactos negativos o de las consecuencias desastrosas de estos instrumentos para las comunidades humanas, y en consecuencia, para la propia naturaleza; porque los instrumentos ambientales se evalúan desde la visión inculcada y dirigida únicamente a los aspectos bióticos del sistema, que fueron construidos privilegiando única y exclusivamente la idea ficticia de la naturaleza silvestre o salvaje, haciendo a un lado la interacción que las poblaciones humanas han tenido a lo largo de años con los recursos y su entorno, con una visión estrecha que no considera que el medio ambiente es un sistema cambiante, en constante proceso de desarrollo y cambio, influido por factores que escapan incluso del escenario local, como lo demuestra la geografía histórica e incluso la investigación arqueológica y paleontológica en la cuenca de la Laguna de Bacalar (Villarreal-Sonora, 2021)41 . Es desde las ciencias sociales, principalmente, donde encontramos respuestas a preguntas como ¿funcionan realmente los instrumentos de conservación? En estas áreas del conocimiento los científicos se han cuestionado las consecuencias de estas políticas ambientales sobre las comunidades humanas, sobre la cultura, sobre el patrimonio biocultural y sobre el cómo se utilizan esos conceptos equivocados o mal
39 Urquiza García, J. H. (2019). Una historia ambiental global: de las reservas forestales de la nación a las reservas de la biosfera en México. Iztapalapa. Revista de ciencias sociales y humanidades, 40(87), 101-134. 40 Íbidem
manejados desde las ciencias naturales, que permean a todas las decisiones políticas de los países en desarrollo, esa idea de la naturaleza prístina, intocada, del aislamiento, de la obligatoriedad y urgencia de crear islas de biodiversidad, separadas y protegidas de las comunidades que han sido usuarias históricas de las zonas y los recursos, como estrategia publicitadas para preservarlas a largo plazo, en lugar de enfocarse en invertir en planificar e implementar esquemas de corresponsabilidad, fortalecimiento y empoderamiento verdadero con las comunidades, hacia el manejo integrado de su territorio, como actores claves en la conservación a largo plazo y no como criminales o sujetos pasivos que requieren de encomenderos ambientales.
En el caso de Bacalar, los ambientalistas neoliberales disfrazados de ambientalistas preocupados por el sistema lagunar y su futuro son, en su mayoría, arribistas recién llegados al territorio, funcionarios de gobierno y gente que desde su privilegio no duda en señalar y buscar culpables para poder justificar sus intereses, manipular discursos a conveniencia para ganarse adeptos entre la población más vulnerable emocionalmente, que cree que lo que se dice es verdadero e incuestionable solo porque quien lo dice tiene un cargo político o un título académico. Se apoyan con esa parte de la población que no cuestiona y que se aferra a un discurso, sin entender razones, desde el sentimentalismo y el chantaje, y que en el más puro estilo del sometido rebelde cree ciegamente lo que los modernos comenderos y sacerdotes de la “madre Tierra”, los “poseedores de la verdad ambiental absoluta” que vienen de fuera, les han dicho, en un caso muy interesante de trastorno de dependencia grupal por manipulación coercitiva, (Ver Tomo III: Estrategias de guerra sucia). La Tabla 1 presenta un listado de las iniciativas de declaratorias o instrumentos similares que han ido surgiendo de diferentes grupos. ¿Por qué grupos tan lejanos y ajenos a la geografía, historia, pertenencia, compromiso y esfuerzos de conservación de esta región se sintieron con el derecho de proponer esquemas de restricción proteccionista a una región donde al menos 11 ejidos y miles de familias habían venido trabajando, conservando e interactuando y haciendo su modo de vida por generaciones? ¿En base a qué se atribuyeron el derecho de decidir el destino de toda una región y sus poblaciones, con su amplitud de aspectos culturales, patrimonio e historia, ecosistemas, procesos y dinámica de sus elementos bióticos y abióticos? Presentamos los esfuerzos y los argumentos comunitarios para estar contra la declaratoria Ramsar, de un ANP, de una propuesta de Hábitat crítico o instrumento de regulación y control basado en una sola actividad, como el PROTUR, para el caso de Bacalar, se lista en esa tabla. Punto por punto iremos desglosando el por qué. Cómo puede notarse, las propuestas siempre han sido promovidas, respaldadas y gestionadas entre científicos, instancias de gobierno o individuos de instancias de gobierno, y ultimadamente organizaciones no gubernamentales: la tríada. Aprovechando cada una de las diversas etapas de intentos de instauración de instrumentos de política ambiental proteccionista sobre Bacalar, situación que viene sucediendo desde el 2011 en la zona, promovidos por esos grupos ambientales neoliberales, iremos delineando y aprovechando para no solamente hablar de lo que sucede, de los intereses y del proceso de cada uno de ellos, pero además aprovecharemos para analizar el trasfondo y los grupos que fueron construyendo cada uno de estos instrumentos: La convención de humedales de Ramsar, las Áreas Naturales Protegidas, el Hábitat Crítico, el registro de especies en riesgo o peligro de extinción, entre otros.
Tabla 1. Iniciativas de declaratorias del ambientalismo neoliberal para tener el control del cuerpo de agua Laguna de Bacalar. Año Institución proponente Líder de propuesta Tipo de propuesta Superficie (ha) Argumentos Resultado
2011 Instituto de Ecología de la UNAM Dra. Luisa I. Falcón Designación de sitio RAMSAR 5,893 Creación de una reserva de estromatolitos en la Laguna de Bacalar No aprobado
2014 APIQROO SCT Reglamento y pagos de concesiones Cuerpo lagunar Se le concesionó la administración Decretado
Tabla 1. Iniciativas de declaratorias del ambientalismo neoliberal para tener el control del cuerpo de agua Laguna de Bacalar. Año Institución proponente Líder de propuesta Tipo de propuesta Superficie (ha) Argumentos Resultado
2014 Instituto de Ecología de la UNAM, ECOSUR Dra. Luisa I. Falcón Designación de sitio RAMSAR del cuerpo de agua 22,255 Sistema de estromatolitos y conexión con Laguna Chile verde No aprobado
2014 Instituto de Ecología de la UNAM, ECOSUR Dra. Luisa I. Falcón Designación de sitio RAMSAR 22,255 Sistema de estromatolitos y conexión con Laguna Chile verde
2014 Instituto de Ecología de la UNAM, ECOSUR y Secretaria de Medio Ambiente de Quintana Roo, CONANP Dra. Luisa Falcón
2017 Amigos de Sian Ka’an, AC, Diputados federales del PVEM, SEMARNAT, CONANP y Secretaria de Medio Ambiente del Estado de Quintana Roo 2019 Secretaria de Medio Ambiente del Estado de Quintana Roo y Secretaria de Turismo, municipio de Bacalar, GEO Alternativa SC, Agua Clara, AC 2019 Secretaria de Medio Ambiente del Estado de Quintana Roo ECOSUR, diputados locales del PVEM, Francisco Remolina, SELBA, AC
2020 Secretaria de Medio Ambiente del Estado de Quintana Roo y Secretaria de Desarrollo Urbano y Territorial del Estado de Quintana Roo, Municipio de Bacalar. Dra. Luisa Falcón
Biol. Alfredo Arellano. MC Silvana Ibarra
Biol. Alfredo Arellano
Dr. Alberto de Jesús Navarrete (ECOSUR)
Lic. Efraín Villanueva Arcos.
2020 Secretaria de Medio Ambiente del Estado de Quintana Roo y Secretaria de Desarrollo Urbano y Territorial del Estado de Quintana Roo, Municipio de Othón P. Blanco. Dirección General de Desarrollo Urbano y medio Otoniel Segovia. RAMSAR: Corredor Transversal Costero Bacalar y Bahía de Chetumal Área Natural Protegida
Programa de gestión turística con estructura de Programa de Manejo de ANP Decreto de caracol Chivita (Pomacea flagellata) como especie en peligro de extinción Programa Municipal de Desarrollo Territorial, Ecológico y de Desarrollo Urbano. Bacalar Programa Municipal de Desarrollo Territorial, Ecológico y de Desarrollo Urbano. Othón P. Blanco 97,591 Creación de un corredor transversal además de la propuesta
219,000 Área de Protección de Flora y Fauna Bacalar (APFFB)
Cuerpo Lagunar, aproximadamente *
PROTUR, Programa de Gestión común para el uso turístico en la Laguna de Bacalar Cuerpo Lagunar Base para declaratoria de Hábitat crítico ANP
Municipio de Bacalar
Municipio de Othón P. Blanco Integración de todos los instrumentos existentes e intento de cubrir los vacíos regulatorios existentes Integración de todos los instrumentos existentes e intento de cubrir los vacíos regulatorios existentes Rechazado
Suspendido
En proceso
En proceso
En proceso
Tabla 1. Iniciativas de declaratorias del ambientalismo neoliberal para tener el control del cuerpo de agua Laguna de Bacalar. Año Institución proponente Líder de propuesta Tipo de propuesta Superficie (ha) Argumentos Resultado
ambiente. Municipio de Othón P. Blanco
2019 Instituto de Ecología de la UNAM, Agua Clara, ECOSUR, SEMARNAT, Secretaria de medio ambiente del Estado de Quintana Roo y Ayuntamiento de Bacalar. 2021 Secretaria de medio ambiente del Estado de Quintana Roo, IBANQROO, Ayuntamiento de Bacalar, Agua Clara, AC 2021 Consejo Ciudadano y Científico (IEUNAM, ECOSUR, SEMA, IBANQROO, Agua Clara, SELBA, Ayuntamiento de Bacalar, Geoalternativa, y otros grupos locales Municipio de Bacalar Luisa Falcón Francisco Remolina Día del estromatolito para propuesta de Hábitat crítico Cuerpo lagunar Base para declaratoria de Hábitat crítico ANP
Lic. Efraín Villanueva Rafael Robles de Benito
Dra. Luisa Falcón ANP Cuerpo Lagunar Área Natural protegida Laguna de Bacalar
Sitio RAMSAR Cuerpo Lagunar y humedales alrededor Área natural protegida / sitio RAMSAR Instaurada la fecha por cabildo municipal.
Retomada por SEMA
Retomada por ella y el Consejo Ciudadano y científico
• *Cálculo aproximado de mediciones propias (archivo KMZ disponible)
Fuente de la tabla: Creación propia.
Es resumen, veremos como todos los actores mencionados en la tabla 1 y sus propuestas de instrumento ejemplifican el funcionamiento del ambientalismo neoliberal, y mostraremos cómo, citando a Durand, 201442:
El ambientalismo neoliberal ya no trata de vender la naturaleza para salvarla, sino de salvarla para negociar con ella.
42 Durand, L. (2014). ¿Todos ganan? Neoliberalismo, naturaleza y conservación. Sociológica, 29(82).
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