BAALBEK: LA CIUDAD DE LOS GIGANTES Por Miguel Labrador
El autor delante de la piedra de la mujer embarazada y al fondo a la izquierda las 6 colosales columnas del templo de Jupiter. El lugar del que quiero hablaros en esta ocasión está emplazado en el noreste del Líbano, próximo a la frontera con Siria y equidistante de las capitales de ambas naciones: Beirut y Damasco. Se trata de Baalbek, una pequeña población en el Valle de Bekaa, a resguardo entre las cordilleras libanesas y a poca distancia de los dos caudales fluviales más importantes del país. Tal es la belleza y los vestigios que podemos contemplar en su visita, que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco hace ya treinta y cinco años. La etimología nos revela que Baalbek significa «El señor de la Bekaa» —esto es: señor de todo el valle—. No obstante, no se debe pasar por alto que Baalbek es también utilizado para designar al dios Baal, dios del sol, y otras deidades. Si bien es cierto que grandes civilizaciones de la Antigüedad se han asentado en Baalbek a lo largo de los tiempos, son los restos romanos los que destacan
ANTROPOLOGÍA y TRADICIONES POPULARES
y otorgan su grandeza al lugar. La propia Unesco relata que las colosales construcciones de Baalbek figuran entre los vestigios más impresionantes del periodo de apogeo de la arquitectura imperial romana. Ése es el primer enigma de este impresionante lugar, ya que es de extrañar que sea en Baalbek, Líbano, y no en la Península Itálica donde se encuentre el mayor complejo de templos de la Antigua Roma, destacando el Templo de Júpiter sobre los demás. Los romanos conquistaron Baalbek en el 64 a. de C. y en una práctica habitual, sustituyeron las deidades presentes por las suyas propias. Es así como levantan el Templo de Júpiter, convertido en el edificio de su especie más grande de todo el imperio. Aquí se suscita la incógnita que no hace , sino, que me pregunte por qué el mayor templo dedicado a unos de los dioses principales del panteón romano acabó en el extremo oriental del imperio y no en Roma, capital política, económica y corazón de todo el imperio. Lo cierto es que invita a reflexionar. 32