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"Pandemia, lucha de clases y porvenir". POR CUAUHTÉMOC AMEZCUA DROMUNDO
posible prever el mundo por venir, al ¿ Estérmino de la pandemia de Covid-19? Sí y no; depende de qué significado concreto demos a ese verbo, ya que el propio Diccionario de la Real Academia le reconoce tres acepciones distintas: 1) Ver con anticipación; 2) Conocer, conjeturar por algunas señales o indicios lo que ha de suceder; 3) Disponer o preparar medios contra futuras contingencias. Por mi parte, sostengo la convicción de que, en los términos de la segunda acepción citada, y también de la tercera, sí es posible prever el mundo y el México por venir cuando la pandemia en curso concluya, pero no así en los de la primera, debido a su carácter absoluto. Es decir, sostengo que no es posible ver con exactitud el futuro en éste ni en otros temas, porque el futuro todavía no existe, se está conformando, y en su configuración participan varios factores activos, de cuyo comportamiento dependerán los rasgos y características concretas que finalmente adquiera. Por eso, rechazo los pronósticos precisos que pululan sobre cómo será o cómo no será en sus detalles la sociedad planetaria, o la mexicana, dentro de algunos meses; tales profecías me parecen fantasiosas, pretenciosas e imprudentes; no importa que quienes las formulan sean académicos de renombre,
profesores-investigadores de universidades de postín, del primer mundo. En cambio, sostengo que sí existen ya, hoy mismo, elementos importantes a partir de los cuáles se pueden formular conjeturas con altas probabilidades de veracidad; y se puede y se deben tomar las medidas para que así ocurra; es decir, se puede y se debe incidir de manera consciente y fundamentada –como miembros de uno de los factores decisivos, el pueblo, entendido como la clase social mayoritaria, los que vivimos de nuestro trabajo—en la conformación de la sociedad de mañana. Por ejemplo, pienso que podemos prever que la enérgica confrontación –verdadera guerra— que se está dando hoy mismo entre el mundo nuevo que no ha acabado de nacer, y el viejo, que no ha acabado de morir, seguirá dándose cuando la nueva cepa de coronavirus que apareció a fines del 2019 haya perdido su virulencia. Y sostengo este pronóstico en ambos ámbitos, el del mundo y el de México, puesto que: 1) En ambos estábamos en medio de una lucha frontal entre dos tipos de sociedad cualitativamente diferenciados; uno en vías de desplazamiento y otro que viene, vigoroso, y 2) Las turbulencias de la pandemia, que son numerosas, sin embargo, no serán suficientes por sí solas como para
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