La Diablada es la expresión más alta de la raza kolla y demuestra que su capacidad creadora es asombrosa. ¡La Diablada! ¡Creación del genio kolla, al fin!». Manuel Terán, "Diablada", Los Andes, 1974
EL RESCATE DEL FOLCLORE Y LAS PRIMERAS INICIATIVAS ARTÍSTICAS EN LA CIUDAD DEL LAGO En la década de 1920 despertó el interés de la intelectualidad puneña por la riqueza folclórica del departamento. Este hecho fomentó la puesta en valor del patrimonio coreográfico y la indumentaria festiva propia de las diferentes agrupaciones y comparsas musicales que destacaban en las festividades, religiosas y profanas, celebradas en distintas ciudades y poblados del altiplano. Este «despertar» del interés por el folclore y la cultura vernácula de parte del mundo letrado puneño estuvo asociado al surgimiento de un discurso identitario local y a la emergencia de una clase media profesional —abogados, maestros, periodistas— que fue cuestionando los patrones socioculturales que legitimaron el tradicional predominio terrateniente en la región. Este grupo emergente construyó, a partir del patrimonio artístico, las bases para una novedosa propuesta cultural y política regional. «El reconocimiento de la riqueza folclórica indígena, conjuntamente con la revaloración del patrimonio arqueológico y la construcción de una imagen turística del departamento, sentarían las bases para el
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