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FAMILIA
Vuelta al cole: ¡bien alimentados…, listos…, ya!
CON LA COLABORACIÓN DE
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Para afrontar con éxito los retos intelectuales del nuevo curso, es fundamental que los escolares sigan una alimentación completa, equilibrada y rica en nutrientes, entre los que no pueden faltar los ácidos grasos omega-3 y la vitamina D.
Tras las vacaciones toca dejar atrás los hábitos relajados propios del verano y revisar la dieta, procurando que sea equilibrada e incluya todos los grupos de alimentos. Por un lado, debe potenciar las funciones cerebrales y, por consiguiente, ayudar al aprendizaje; y por otro, asegurar un buen crecimiento y una óptima salud ósea. El omega-3 y la vitamina D son dos nutrientes indispensables que intervienen en el coeficiente intelectual y que contribuyen a preservar la capacidad de aprendizaje y la memoria de los más pequeños.
Omega-3 para el cerebro y la vista
Los ácidos grasos omega-3 son imprescindibles para un buen desarrollo del cerebro, el sistema nervioso y la vista. Las investigaciones demuestran que mejoran la función cognitiva de los niños y protegen la salud mental, a la vez que reducen la ansiedad, combaten la depresión, agudizan la vista y estimulan la memoria y la concentración. Se encuentran en el aceite de lino, el pescado azul, los frutos secos (nueces), el marisco y las semillas de chía y de lino. Los principales omega-3 son el EPA (ácido eicosapentaenoico) y el DHA (ácido docosahexaenoico). Este último es primordial en la evolución cerebral –desde el tercer trimestre de gestación hasta la adolescencia– y su deficiencia durante las diferentes fases del crecimiento del cerebro aumenta las probabilidades de desarrollar disfunciones cognitivas y síntomas psiquiátricos a lo largo de la vida.
El calcio, la vitamina D y la salud ósea
Junto con el calcio, la vitamina D permite construir unos huesos fuertes, aunque también desempeña un papel trascendental a la hora de combatir infecciones. Se sabe que esta vitamina es, en realidad, una prohormona esencial para absorber el calcio en el intestino de forma correcta; por tanto, si se tiene suficiente vitamina D, se absorbe un 30% de calcio neto vía intestinal, aunque la cifra puede llegar al 60-80% durante los períodos de crecimiento activo.
Objetivo: activar las defensas
Igualmente, la vitamina D influye en el sistema inmunitario, activando las llamadas células T de dicho sistema, que desempeñan un papel crucial a la hora de frenar las infecciones. Cuando hay un déficit de vitamina D, esas células T pueden seguir dormidas y no defender adecuadamente el cuerpo de los patógenos invasores. Para tener unos niveles adecuados de vitamina D es importante tomar el sol a diario –de manera moderada durante las horas más intensas– y reforzar la dieta con alimentos como pescado azul, marisco, hígado de pollo o de ternera, huevos, setas, germen de trigo y aguacate.
RECETA. PASTA INTEGRAL CON SALSA DE NARANJA, QUESO Y NUECES
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1.Yogur natural. El Pastoret. 2. Germen de trigo. Soria Natural. 3. Aguacate. ECO. 4. Bonito. Lorea. 5. Aceite de lino. Veritas. 6. Semillas de chía. El Granero Integral. 7. Nueces en grano. Biocomercio.