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La Ecología en origen

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Ha sido galardonada con el premio Empresa Huesca 2022 Defeder apuestapor la agricultura ecológica y la economía circular

DESDE SUS COMIENZOS, DEFEDER HA TENIDO MUY CLARA SU VISIÓN DE TERMINAR CON EL PROBLEMA DE LAS TIERRAS CASTIGADAS Y DISPONER DE UNA RED DE PRODUCTOS ORGÁNICOS. TRAS 14 AÑOS EN EL MERCADO, TODO SU ESFUERZO, CALIDAD Y SERVICIO DE ATENCIÓN AL CLIENTE SE HAN VISTO RECOMPENSADOS CON EL PREMIO EMPRESA HUESCA 2022.

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Los estándares de máxima calidad y fiabilidad de los productos, 100% ecológicos, su premisa de economía circular, sostenibilidad y ecoviabilidad, hacen que los productos de la firma Defeder se abran paso en otros países.

Además, las inversiones en I+D+i están permitiendo a la compañía mejorar la productividad, calidad y diferenciación de sus productos, consolidando y promoviendo la creación de empleo, poniendo en énfasis los valores de sostenibilidad, cuidado del medio ambiente y compromiso social.

El galardón Empresa de Huesca 2022 “nos anima a seguir trabajando por una agricultura ecológica y acabar con el problema de las tierras castigadas”, afirman sus responsables.

España es el tercer país con mayor superficie ecológica a nivel mundial, con 2,4 millones de hectáreas, detrás de Australia y Argentina. “Nuestra aportación a la consecución de los objetivos del Pacto Verde Europeo es fundamental ya que producimos una media de 100.000 toneladas de producto ecológico al año. Y debemos seguir creciendo sin olvidar nuestros valores: calidad, esfuerzo y compromiso con el futuro y el medio ambiente”.

Y de cara a la normativa de la Unión Europea, que señalan que en 2030, el 25% del suelo cultivable debe ser con fertilizante ecológico, Defeder seguirá trabajando desde los departamentos de I+D+i, innovando en nuevas formulaciones que den vía a nuevos productos, 100% ecológicos a partir de materias primas orgánicas, para agricultura y alimentación animal, capaces de dar mayor rendimiento sin olvidar el principal valor: la ecoviabilidad.

Para impulsar la agricultura del S.XXI Seipasa:innovación y cultivos de alto valor añadido libres de residuos

LA COMPAÑÍA ESPAÑOLA CAMINA HACIA SU 25 ANIVERSARIO CON UN MODELO DIFERENCIAL QUE LA HA LLEVADO A CONQUISTAR EL PREMIO NACIONAL DE INNOVACIÓN CONCEDIDO POR EL MINISTERIO DE CIENCIA.

La historia cuenta que todas las grandes innovaciones del S.XX que han transformado el rumbo de la humanidad han nacido en las entrañas de un garaje, aunque no siempre fue así. “Seipasa es producto de una gran innovación que ocurrió hace 25 años: tener la visión de anticiparse al cambio que iba a transformar la agricultura y apostar por el desarrollo de tratamientos de origen botánico y microbiológico capaces de mejorar la salud de los cultivos. La clave, la valentía, fue hacerlo cuando casi nadie creía en ello”, asegura Pedro Peleato, CEO de la compañía española.

A punto de alcanzar el primer cuarto de siglo en su trayectoria, Seipasa ha hecho de la innovación uno de los grandes pilares de su modelo. El año pasado recibió el Premio Nacional de Innovación 2020, el galardón más prestigioso de su categoría otorgado por el Ministerio de Ciencia e Innovación. “El Premio Nacional de Innovación reconoce nuestra capacidad para generar un modelo diferencial, eficaz en la lucha contra plagas y enfermedades, sostenible en su relación con el entorno y capaz de aportar valor añadido a los cultivos de frutas, hortalizas y cereales”, apunta Francisco Espinosa, director de I+D+i de la compañía.

Ese modelo al que se refiere Espinosa se llama Natural Technology® y aplica la biotecnología más avanzada a los activos botánicos y microbiológicos para extraer lo mejor de cada principio activo y asegurar la máxima eficacia de los tratamientos ante cualquier condición de aplicación. “Tenemos la ventaja que nos da la experiencia de 25 años investigando y desarrollando soluciones a partir de principios de origen natural. A lo largo de todo este tiempo hemos desarrollado un conocimiento exhaustivo de nuestros productos, de principio a fin. Viajamos a los lugares de origen para seleccionar la materia prima, incluso conocemos a muchos de los productores que cultivan esos principios botánicos. Después, identificamos los principios activos más eficientes y aplicamos la tecnología más avanzada del S.XXI para desarrollar una formulación exclusiva y diferencial”, asegura Espinosa.

Centro experimental de Seipasa en L’Alcúdia, Valencia.

FRUTAS Y HORTALIZAS LIBRES DE RESIDUOS QUÍMICOS

¿Pero qué es Natural Technology® aplicado a los cultivos? ¿Qué ventajas o en qué beneficios se traduce para las cosechas? “La clave es que con el modelo de Tecnología Natural de Seipasa aportamos a los agricultores soluciones clave para producir cosechas de alto valor añadido, altamente rentables y libres de residuos químicos”, apunta Javier Nácher, director técnico de Seipasa.

“Las cadenas de distribución van más allá de lo que marca la legislación en cuanto al límite máximo de residuos en frutas y hortalizas. Para un productor hortofrutícola es dramático quedarse fuera del circuito comercial por un error en la estrategia”, recuerda Nácher.

La clave, tal como recuerda el director técnico de Seipasa, reside en la estrategia. La compañía diseña y aplica estrategias de residuo cero que aseguran el resultado final de una cosecha libre de residuos químicos. “Trabajamos bajo el concepto de la gestión integrada de plagas, que nos permite avanzar hacia la mejora de la calidad y la rentabilidad de los cultivos, la reducción en la aparición de resistencias y el respeto del entorno. Este modelo propone al agricultor reducir el número de tratamientos fitosanitarios de síntesis química y reemplazarlos por aplicaciones basadas en tratamientos biológicos a partir de soluciones debidamente registradas y certificadas”, subraya Javier Nácher.

EL VALOR DE LOS REGISTROS FITOSANITARIOS

El tercero de los pilares del modelo Natural Technology® descansa, precisamente, sobre la certificación y registro fitosanitario de sus productos. Seipasa dispone de más de 50 registros fitosanitarios en 20 países de todo el mundo. “El registro fitosanitario es un sello de calidad y seguridad para el agricultor: garantiza que el producto funciona contra una determinada plaga o enfermedad, en qué condiciones y cultivos concretos lo hace. Seipasa ha apostado desde el principio por construir un sólido catálogo de registros fitosanitarios biopesticidas y biofungicidas en todo el mundo”, afirma José Ramón Fernández, director del departamento regulatorio de la compañía.

Y así, bajo este modelo empresarial basado en la innovación, la compañía ha implantado su modelo Natural Technology® en más de 25 países de todo el mundo. En el último año, Seipasa ha puesto en marcha el proceso de registro de productos para expandir su presencia en mercados estratégicos dentro del Cono Sur, además de África y Asia.

José Ángel Talavera, director comercial de Seipasa, recuerda que cuando la compañía se expande a nuevos mercados internacionales lo hace “sobre la base de un sólido trabajo previo para registrar y poner en ese mercado soluciones que son necesarias porque resuelven problemas y necesidades concretas de los agricultores de ese territorio”. Talavera asegura que Seipasa cuenta con un sólido de grupo de aliados comerciales en cada país, socios distribuidores de las soluciones de Seipasa con los que la compañía comparte la apuesta por la innovación, la tecnología y las estrategias de valor para alcanzar cosechas libres de residuos.

En el último eslabón de la cadena se encuentran los consumidores, los principales drivers del cambio que está transformando toda la industria agrícola. “El consumidor tiene la última palabra, es decir el poder de decidir qué alimentos consumir, cuándo y cómo. Y ese mismo consumidor exige alimentos saludables, con unas características de color, sabor y textura determinadas y, ante todo, libres de residuos químicos. No se trata de un movimiento de las empresas hacia el mercado sino a la inversa, de los propios consumidores hacia el mercado. Nuestro papel como empresa debe ser poner en manos de los agricultores las mejores soluciones para hacerlo posible”, apunta Vanessa Garrido, responsable de marketing nacional de Seipasa.

Departamento microbiología de Seipasa.

NUEVA LÍNEA DE PRODUCTO

El futuro para Seipasa tiene el nombre de una nueva línea de producto. La compañía acaba de anunciar una inversión de 4 millones de euros para dotarse de las instalaciones y de la tecnología necesaria para poner en el mercado una nueva línea de bioherbicidas. Las obras de construcción del nuevo edificio dentro de su complejo industrial de L’Alcúdia (Valencia), que albergará la planta de producción y las oficinas centrales de la compañía, acaban de empezar y se espera que se completen a lo largo del primer trimestre de 2023.

Idai Nature apuesta por la mejora del rendimiento de los cultivos

La importancia de la microbiotaen el suelo

LA MAYORÍA DE LAS PLANTAS VIVE EN ASOCIACIÓN CON OTROS MICROORGANISMOS QUE HABITAN EL SUELO. ESTOS MICROORGANISMOS PROPORCIONAN NUTRIENTES A LAS PLANTAS Y LAS PLANTAS PROPORCIONAN AZÚCAR A LOS HONGOS. ESTOS MICROORGANISMOS CONTRIBUYEN A MEJORAR EL RENDIMIENTO DE LOS CULTIVOS, AUMENTANDO LA RESISTENCIA A ESTRÉS ABIÓTICO Y REDUCIENDO LA DEPENDENCIA DE FERTILIZANTES.

De este modo, la investigación y el estudio en torno a estos se ha incrementado en los últimos años. Así pues, podemos hablar de soluciones prebióticas y probióticas. Las soluciones basadas en prebióticos son compuestos orgánicos que se aplican para estimular el crecimiento de los microorganismos beneficiosos del suelo, favoreciendo su crecimiento. Las soluciones basadas en probióticos son aquellas que contienen microorganismos, enriquecen la microbiota y tienen efectos para la salud del suelo.

Este tipo de productos biofertilizantes, contribuyen al mantenimiento de suelos con microbiotas diversas y balanceadas ayudando a conseguir cultivos más sanos y productivos, por ello es importante también cuidar las prácticas agrícolas que se implementan en los cultivos. Así, una agricultura orgánica o integrada, contribuirá positivamente al mantenimiento de la microbiota balanceada del suelo, ya que a diferencia de la agricultura convencional no hace uso o abusa de fertilizantes y pesticidas de síntesis que tienen efectos muy negativos en la microbiota de suelo. Por el contrario, el empleo de prácticas agrícolas más limpias, aunque a corto plazo dan lugar a productividades menores, a la larga, gracias a su contribución en el mantenimiento de suelos con microbiotas balanceadas, darán lugar a productividades mayores y a un menor gasto de recursos (Chaparro et al., 2012).

Según investigaciones de Idai Nature, se ha estimado que un gramo de suelo puede contener 1 billón de células bacterianas y hasta 200 millones de hifas fúngicas, pertenecientes a decenas de miles de taxones diferentes, así como un amplio rango de nematodos, artrópodos y gusanos (Bender et al., 2016). De este modo, aunque la fauna del suelo tiene un profundo impacto en el ecosistema edáfico, regulando muchos de los procesos importantes del suelo, los microorganismos son la clave en estos ecosistemas y suponen la mayor fracción del total de biomasa viva del suelo. Así, se estima que, a parte de los virus, el suelo contiene 4-5 x 1030 células microbianas, 10 veces más en magnitud que la cantidad en microorganismos estimada en mares y océanos (Dubey et al., 2019).

BACTERIAS, ARQUEAS Y HONGOS

Los microorganismos del suelo agrupan principalmente a bacterias, arqueas y hongos, los cuales juegan un papel fundamental y decisivo en el funcionamiento de los ecosistemas. Así, actúan como conductores de los ciclos biogeoquímicos o como determinantes principales de la productividad de los ecosistemas (Van Der Heijden et al., 2008). Además, contribuyen en otros muchos procesos del ecosistema edáfico, como en la biorremediación de sustancias contaminantes, y, sobre todo, en el mantenimiento de la salud del suelo, entendiéndose salud del suelo, como la capacidad de éste para funcionar como un sistema vivo, dentro del ecosistema y de sus límites, soportando la productividad biológica, manteniendo la calidad del aire y el agua, y promoviendo la salud vegetal, animal y humana (Doran et

al., 1996).

Dentro de los microorganismos del suelo que más influyen en produc-

tividad vegetal, destacan aquellos que residen en la rizosfera, es decir, en la parte del suelo que rodea las raíces de las plantas. Así, es en esta parte del suelo donde ocurren la mayor parte de las complejas interacciones que se establecen entre raíces, suelo y microorganismos. Este diálogo es impulsado por los exudados radiculares que actúan a modo de sustrato y señalización para la creación de estas interacciones entre las plantas y el microbioma (Chaparro et al., 2012). Los componentes de los exudados son capaces de atraer e iniciar interacciones simbióticas y patogénicas en la rizosfera. Si bien, la composición y concentración de estos exudados va a cambiar según las señales recibidas del ambiente y la rizosfera, de la edad y tipo de la planta, de factores bióticos y abióticos, del tipo de suelos, etc. (Chaparro et al., 2012). Dentro de las características del suelo que se han asociado con determinadas comunidades bacterianas están por ejemplo la textura del suelo, el contenido en N y en P, y sobre todo el pH.

MECANISMOS DIRECTOS

(Van Der Heijden et al., 2008) Las asociaciones simbióticas de los microorganismos con las plantas pueden estimular la productividad vegetal aportando nutrientes limitantes. Son de importancia remarcada las asociaciones simbióticas entre las plantas y las bacterias simbióticas fijadoras de N, así como aquellas establecidas con hongos micorrícicos, los cuales pueden aportar a las plantas protección frente a patógenos y estreses abióticos, así como suministrarles nutrientes limitantes como el N, P, Cu, Fe o Zn a cambio de C. En el lado opuesto a los microorganismos simbióticos están los microorganismos patógenos del suelo, los cuales afectan negativamente a la productividad vegetal.

MECANISMOS INDIRECTOS

(Van Der Heijden et al., 2008) La influencia indirecta de los microorganismos en la productividad vegetal viene de la mano de los microorganismos de vida libre, los cuales participan en mejorar el suministro de nutrientes a las plantas y en el reparto de recursos. Así, estos microorganismos (hongos, bacterias y arqueas) participan activamente en los procesos de mineralización de los nutrientes; son capaces de fijar N atmosférico, como es el caso de las bacterias fijadoras de N de vida libre; también tienen la capacidad de solubilizar P y desbloquear otros

micronutrientes, y son capaces de proteger a las plantas de distintas enfermedades y plagas a través de la producción de metabolitos antimicrobianos y/o biocidas, o compitiendo por el espacio y los recursos. No obstante, en el lado opuesto, también existen microorganismos como las bacterias nitrificantes que reducen la disponibilidad de nutrientes como el N para las plantas, contribuyendo negativamente a la producción vegetal.

Del mismo modo, los microorganismos del suelo también pueden influir directa o indirectamente en la diversidad y composición de las comunidades microbianas de las plantas. La diversidad microbiana es de hecho considerada como un indicador de productividad y calidad de la salud del suelo. No solo la diversidad taxonómica, sino también la diversidad funcional, las cuales están a su vez relacionadas con los valores de biomasa del suelo. Así, se ha comprobado que un incremento en la biomasa lleva asociado un aumento en la diversidad taxonómica y/o funcional, lo cual se traduce en aumentos de la productividad vegetal (Lamb et al., 2011; Chaparro et al., 2012).

Otra de las funciones de la microbiota del suelo, es la de otorgar a los suelos la habilidad de convertirse en suelos supresivos de enfermedades. De este modo, valores elevados de riqueza en especies y diversidad, dan lugar a redundancia funcional dentro del microbioma del suelo, permitiendo una recuperación rápida del mismo ante fenómenos de estrés bióticos o abióticos. Esta redundancia funcional protege además de enfermedades producidas por microorganismos del suelo, pues el aumento de la diversidad microbiana da lugar a una microbiota balanceada que evita que taxones patógenos proliferen de forma descontrolada. De igual forma, los suelos con comunidades microbianas balanceadas y diversas presentan una mayor competencia y reducen el número de nichos disponibles para ser ocupados por potenciales invasores (Chaparro et al., 2012), evitando enfermedades y contribuyendo positivamente en la productividad vegetal.

BIBLIOGRAFÍA

Bender SF, Wagg C, van der Heijden MGA (2016) An Underground Revolution: Biodiversity and Soil Ecological Engineering for Agricultural Sustainability. Trends in Ecology & Evolution, 31:440-452. Chaparro JM, Sheflin AM, Manter DK, Vivanco JM (2012) Manipulating the soil microbiome to increase soil health and plant fertility. Biology and Fertility of Soils, 48:489–499. Doran JW, Sarrantonio M, Liebig MA (1996) Soil health and sustainability. Advances in Agronomy 1996, 56:1–54. Dubey A, Malla MA, Khan F, Chowdhary K, Yadav S, Kumar A, Sharma S, Khare P, Khan ML (2019) Soil microbiome: a key player for conservation of soil health under changing climate. Biodiversity and Conservation, 28: 2405–2429. Lamb E, Kennedy N, Siciliano S (2011) Effects of plant species richness and evenness on soil microbial community diversity and function. Plant Soil, 338:483–495 Shennan C (2008) Biotic interactions, ecological knowledge and agriculture. Philos T Roy Soc B, 363:717–739 van der Heijden MGA, Bardgett RD, Straalen NM (2008) The unseen majority: soil microbes as drivers of plant diversity and productivity in terrestrial ecosystems. Ecology Letters, 11:296–310.

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