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Opinión del experto
Diego Canga Fano, Consejero Principal en la Comisión Europea Plan de acciónpara el desarrollo de la producción ecológica en la Unión Europea
LA COMISIÓN EUROPEA APROBÓ EL 25 DE MARZO DE 2021, UN PLAN DE ACCIÓN PARA EL DESARROLLO DE LA PRODUCCIÓN ECOLÓGICA EN LA UNIÓN EUROPEA. ANTES DE PUBLICAR ESTE DOCUMENTO, LA COMISIÓN HIZO UNA CONSULTA PÚBLICA CELEBRADA ENTRE SEPTIEMBRE Y NOVIEMBRE DE 2020, QUE CONFIRMÓ EL FIRME APOYO AL PLAN DE ACCIÓN Y A LAS ACCIONES PROPUESTAS, TANTO POR PARTE DE LAS PARTES INTERESADAS COMO DEL PÚBLICO EN GENERAL.
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1 COM (2021) 141 final. Diego Canga Fano.
El plan de acción (2021-2027) se articula en torno a tres ejes que reflejan la estructura de la cadena de suministro alimentario (producción, transformación y minoristas y consumidores). En total hay 23 acciones, subdividas en varios epígrafes y que cubren todas las etapas de la cadena alimentaria: § El primer eje es el crecimiento del consumo de productos ecológicos, que es vital para animar a los agricultores a convertirse a la agricultura ecológica. § El segundo eje es estimular la conversión y consolidar todos los eslabones de la cadena de valor. § Y el tercer eje es predicar con el ejemplo: aumento de la contribución de la agricultura ecológica a la sostenibilidad.
Existe un amplio consenso sobre el papel clave de la producción y el consumo ecológicos. Es notorio que la agricultura ecológica es buena para preservar el medio ambiente, mejorar la biodiversidad y promover los más altos estándares de bienestar animal. En sus Estrategias «de la granja a la mesa» y sobre Biodiversidad, la Comisión ha definido el objetivo de que «al menos el 25 % de las tierras agrícolas de la UE se utilicen en agricultura ecológica de aquí a 2030 y de lograr un aumento significativo de la acuicultura ecológica».
En el momento de redactar este artículo, según los datos que ha proporcionado FIBL1, la superficie ecológica en la Unión Europea es 9.2% en 2020 (8.5% en 2019). De esa superficie, España tiene 2.4 millones de hectáreas, ligeramente por detrás de Francia que
1 https://www.fibl.org
con 2.5 millones de hectáreas es el líder europeo en superficie.
Es claro por consiguiente que llegar a ese deseado 25% en 2030 no va a ser sencillo si en 2020 la superficie es del 9.2%. En las próximas líneas pondré de relieve, en primer lugar, qué instrumentos tiene pensado poner en marcha la Comisión para intentar alcanzar el objetivo del 25%. En segundo lugar, voy a dedicar también varios párrafos a abordar la situación particular de España.
LAS ACCIONES DESDE LA CE
Una de las primeras cosas que va a hacer la Comisión Europea para intentar alcanzar ese 25% de superficie, es dar estabilidad legal al sector. Los operadores económicos no aprecian que cambien las reglas de juego a menudo. No se puede marear a los agricultores y ganaderos convencionales pidiéndoles que se conviertan a la agricultura y ganadería ecológicas, con cambios legislativos constantemente. Por ello, el nuevo Reglamento 2018/8482, que entró en vigor el 1 de enero de 2022, debe mantenerse inalterado una buena temporada.
El nuevo Reglamento ha aportado varias novedades interesantes. La mejora más destacada es la introducción de un conjunto de normas en toda la UE aplicables a todo su sector ecológico. Las antiguas normas autorizaban un sistema de excepciones a la carta, en ocasiones a nivel de un único productor. Las nuevas normas tienen en cuenta la necesidad de flexibilidad a la que esas excepciones respondieron en el pasado: seguirá siendo posible conceder excepciones debidamente justificadas como, por ejemplo, sustituir con carácter temporal un ingrediente ecológico por otro no ecológico en caso de existencias limitadas, pero ahora solo durante un período determinado; además, esas excepciones estarán sujetas a una evaluación periódica y serán aplicables, si resulta necesario, a todos los productores para garantizar un trato equitativo. Se aplicarán las mismas normas a todos los productores y productos ecológicos.
Este conjunto único de normas va a aplicarse también a los agricultores de fuera de la UE que exportan sus
2 DO L 150, 14.6.2018, p1. productos ecológicos al mercado de la Unión. Sustituye a las más de sesenta normas distintas consideradas equivalentes que se aplicaban antes a la importación de ese tipo de alimentos. El principio de conformidad con el conjunto único de normas de la UE sustituye al principio de equivalencia. Las nuevas normas aportan grandes mejoras en relación con el comercio, la más importante de las cuales es que se crearán unas condiciones de competencia equitativas para los operadores de la UE y de terceros países.
Se ha ampliado el ámbito de aplicación de las normas para abarcar una gama de nuevos productos como la sal, el corcho y los aceites esenciales. También será posible en el futuro añadir nuevos productos para responder a la evolución del sector y a la demanda de los consumidores, lo cual proporcionará nuevas oportunidades a los productores.
El nuevo Reglamento supone una simplificación para los agricultores. Por ejemplo, los pequeños agricultores van a poder optar por la certificación de grupo, lo que reducirá sus costes de certificación y facilitará la incorporación al régimen de producción ecológica.
También se van a crear nuevas oportunidades gracias a la apertura de un nuevo mercado para las semillas ecológicas y otros materiales de reproducción vegetal con un alto grado de biodiversidad genética. De este modo aumentarán la biodiversidad y la sostenibilidad de los cultivos y se impulsará la innovación. Se reforzará la resistencia a plagas y enfermedades y se hará especial hincapié en mejorar la adaptación a las condiciones locales.
APOYO FINANCIERO
En segundo lugar, la Comisión va a prestar apoyo financiero para el crecimiento del sector ecológico, y ello de tres maneras posibles.
La primera cuestión a señalar es que la nueva PAC incluirá regímenes ecológicos a los que corresponderá un presupuesto que se situará entre 38.000 y 58.000 millones de euros para el período 2023-2027. Estos regímenes ecológicos pueden servir para potenciar la agricultura ecológica. En el momento de redactar estas líneas, los Estados miembros han transmitido sus planes estratégicos nacionales y la Comisión está respondiendo con observaciones preliminares. Es claro que la Comisión Europea va a desear ambición en los planes nacionales para que el sector ecológico tenga el apoyo financiero adecuado.
El segundo tema a poner de relieve es que la Comisión se propone aumentar el porcentaje destinado a investigación e innovación (I+I) y dedicar al menos el 30 % del presupuesto para temas específicos o pertinentes para el sector ecológico.
En ese contexto, la Comisión reforzará la coordinación de los programas nacionales de I+I sobre alimentos ecológicos y ofrecerá nuevas oportunidades a través de la misión propuesta de Horizonte Europa sobre salud del suelo y salubridad de los alimentos, y de asociaciones como las relativas a la agroecología y los sistemas alimentarios. Se fomentará la difusión de los resultados de I+I a través de la Asociación Europea para la Innovación AGRI y el Sistema de Conocimiento e Innovación Agrícolas (AKIS) a fin de promover un aumento general de la producción ecológica en todos los Estados miembros.
El tercer punto a desatacar respecto al apoyo financiero es que, como parte de la política de fomento de la agricultura de la UE, la Comisión se dedica ya a promover activamente los productos ecológicos y seguirá haciéndolo en el futuro. El porcentaje total del presupuesto de promoción de la agricultura asignado para 2021 a los productos ecológicos es del 27 %, es decir, 49 millones EUR. Para 2022, el programa de promoción prevé asignar 50 millones EUR a esos productos.
APOYO Y DIFUSIÓN ENTRE LA POBLACIÓN
La tercera línea de la estrategia para conseguir el deseado 25% de super-
A la hora de abordar los principales retos que tiene el sector ecológico en España me gustaría centrarme en tres asuntos: la compra pública verde, el consumo per cápita y el desarrollo del sector en el país.
La contratación pública ecológica encierra un buen potencial para impulsar la agricultura ecológica. En la aplicación de estos procedimientos de contratación pública, debe prestarse especial atención a las pequeñas explotaciones agrícolas, las microempresas y las pymes. En octubre de 2019, la Comisión publicó los nuevos criterios de contratación pública ecológica de la UE para alimentos, servicios de restauración y máquinas expendedoras1 . No obstante, las administraciones públicas, en particular las locales, no conocen del todo las posibilidades que ofrece la contratación pública.
En la Estrategia «de la granja a la mesa», la Comisión se compromete a determinar la mejor forma de establecer criterios mínimos obligatorios para la adquisición de alimentos sostenibles, a fin de promover una alimentación sana y sostenible que incluya productos ecológicos en las escuelas y las instituciones públicas; esos criterios deberían servir de base para cualquier acción futura de la Comisión en este ámbito.
En este campo de la contratación pública verde, España tiene mucho camino que recorrer. Sería deseable que cada vez más Ayuntamientos y autoridades autonómicas se fijaran objetivos cuantificados no vinculantes para dar un impulso a la compra de productos ecológicos en comedores públicos, por ejemplo, en hospitales, Universidades o cuarteles militares. Esta es una práctica frecuente en otras ciudades y regiones de la UE. Es más, hay ciudades en la UE que ya hacen el 100% de sus compras públicas ecológicas.
La contratación pública verde tiene otro punto de interés para España: que ayuda a fijar población. En presencia de un problema tan acuciante como la despoblación en muchas áreas rurales, está comprobado que cuando una autoridad pública se compromete a adquirir una cantidad fija de productos ecológicos para sus comedores públicos, alrededor de esa ciudad o región surgen proveedores de productos ecológicos.
El segundo elemento que quiero destacar es que el consumo per cápita en España de productos ecológicos, está por debajo de la media europea. Según los datos de Ecovalia2, el consumo per cápita en España ha pasado de 47 euros anuales en 2020 a 50 euros anuales en 2021. Comparando con los datos anuales que publica FIBL para la UE, en 2019 el consumo per cápita en la UE era 84 euros y en 2020 la cifra ha subido a 102 euros per cápita.
Uno de los motivos de ese menor consumo per cápita es sin duda el mayor precio que tienen los productos ecológicos respecto al sector convencional. De ahí mi punto anterior de la necesidad de aumentar la contratación pública ecológica que puede ayudar a reducir el diferencial de precios. También sería útil una mayor implicación de los supermercados. En muchas partes de la UE los supermercados y tiendas especializadas hacen campañas de promoción de los productos ecológicos que ayudan a reducir los precios.
El último elemento que quiero poner de relieve es que en España el crecimiento del sector ecológico es bastante desigual. Según los datos de Ecovalia, en el Mediterráneo las cifras de superficie son elevadas: Cataluña 22%, Comunidad Valenciana 17%, Murcia, 18%, Andalucía 21%, Baleares 19%. Sin embargo, en la cornisa Cantábrica las cifras son menores: Galicia 4%, Asturias 3%, Cantabria 1% País Vasco 3%. Por supuesto que la orografía y los distintos tipos de cultivo explican esa gran diferencia, pero una de las cuestiones recurrentes que me he encontrado al hablar con el sector en el Norte de España, es que al ser todo tan verde hay menos interés en convertirse al ecológico. Comprendo ese sentimiento de que, si ya es verde lo que hago, para qué voy a certificarme en lo ecológico. Dicho lo cual, obtener el sello ecológico comporta muchas ventajas y abre la puerta a que el producto se beneficie de un logo que es el mismo en toda la UE.
1. SWD (2019) 366: criterios de contratación pública ecológica de la UE para la alimentación, la restauración y las máquinas expendedoras 2. https://www.ecovalia.org/index.php/comunicacion/noticias/25-proyectos/460-informe-anual-2021
ficie ecológica en 2030, es el apoyo popular. El logotipo ecológico de la UE es el más reconocido entre los logotipos europeos de calidad. El último Eurobarómetro sobre este tema, publicado en octubre de 2020, indica que el 56 % de los consumidores de la UE reconocen el logotipo ecológico de la UE. Se trata de un aumento significativo en comparación con años anteriores. No obstante, persisten diferencias significativas entre los Estados miembros, cuyos porcentajes a este respecto oscilan entre el 30 % y el 74 %.
También ayuda que el consumo per cápita no para de crecer. En promedio, cada europeo gastaba en 2019 aproximadamente 84 euros al año en productos ecológicos. Esa cifra ha aumentado a 102 euros per cápita en 2020. Es verdad que el consumo anual per cápita de estos productos difiere considerablemente de un Estado miembro a otro. Junto a las diferencias de poder adquisitivo, este fenómeno se debe al carácter todavía incipiente del mercado en determinadas regiones, a la falta de cadenas de suministro adecuadas en muchas áreas y al insuficiente conocimiento, por parte de los consumidores, del logotipo y de los beneficios de la producción ecológica.
En suma, los productos ecológicos tienen el viento a favor, aunque hay que estar muy atentos a que no haya fraudes. El éxito de los productos ecológicos —en términos de desarrollo del mercado y de preferencia de los consumidores— depende de la confianza de estos últimos en el logotipo ecológico de la UE y en su sistema de control. El comportamiento fraudulento y las infracciones dolosas de las normas ecológicas pueden deteriorar la confianza de los consumidores en estos productos. Por este motivo el plan de acción presenta varias medidas para luchar contra el fraude en los productos ecológicos.