One Percent Magazine | Nov 2020
Conoce la historia con Nikos Galis, el Dios griego forjado en las calles de Nueva Jersey Transcurría el 14 de junio de 1987 cuando Grecia hacía historia al convertirse, por primera vez, en reina del Campeonato de Europa de baloncesto. En aquel torneo, la selección helena ejerció como anfitriona y derrotó, en una final disputada en el célebre Pabellón de la Paz y la Amistad de Atenas, a la poderosa Unión Soviética por 103-101 tras la disputa de una prórroga memorable. Aquel éxito difícilmente pudo haberse alcanzado de no haber sido por la mano prodigiosa de Nikolaos Georgialis, popularmente como Nikon Galis, quien fue capaz de anotar 40 puntos en el encuentro decisivo, a la par que dirigir magistralmente a su equipo desde su posición de base en la que mostraba una unión de inteligencia y atleticismo sin paragón hasta la fecha, El principal artífice de aquella gesta nació el 23 de julio de 1957, pero no lo hizo en el que país que lo idolatraría décadas más tarde, sino en Union City, una ciudad ubicada en el Condado de Hudson, en el estado norteamericano de Nueva Jersey. Hijo de George y Stella Giorgialis, Nick (así se le conocía en Estados Unidos) nació en el seno de una humilde familia de inmigrantes procedentes de las islas griegas de Rodas y Nísiros. Su destino vital más probable parecía llevarle a acabar trabajando en cualquiera de los restaurantes griegos que se despliegan a lo largo y ancho de la Gran Manzana o bien como como mozo de almacén en el Puerto de Nueva
York, o quién sabe si siendo un boxeador de segunda fila como Rocky Balboa en la primera entrega de la brillante saga cinematográfica. No en vano, Nick practicó durante años este deporte antes de dedicarse al baloncesto por influencia de su madre, a quien le aterraban las lesiones que una vida en el cuadrilátero pudiera provocar en su fornido hijo. Nikos Galis aprendió el oficio de baloncestista en las calles, como suelen hacerlo los jugadores de raza, enfrentándose a chicos mayores a los que le encantaba someter. Su primer equipo formal fue el de su instituto, el Union Hill High School, donde comenzó a esbozar su potencial como jugador de pedigrí y de ahí se enroló en la prestigiosa Universidad de Seton Hall. Una etapa exitosa en la que cimentó su fama de artillero implacable hasta el punto de ser el tercer máximo anotador de la NCCA en 1979, año en el cual llegó a disputar el All-Star. Un partido en el que, curiosidades del destino, compartió vestuario con un tal Larry Bird, quien poco después se convertiría en su compañero de equipo, aunque fuese de manera fugaz. Tras finalizar su periplo universitario, optó por probar suerte en el draft de la NBA. Para incrementar sus opciones de ser seleccionado en la primera ronda, contrató al representante Bill Manon, especialista en
° De Babis Karagiannidis
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