One Percent Magazine | Agosto 2021
Conoce la historia con Michael Waltrip: Del triunfo a la tragedia en cuestión de segundos Transcurría el 18 de febrero de 2001 cuando el piloto de la Nascar Michael Waltrip ponía fin a una racha de 462 carreras sin triunfo alguno. Aquel día se celebraron las 500 millas de Daytona, la prueba más popular de la Copa Nascar, esa que todo piloto que quiera pasar a la historia de este deporte, debe ganar al menos en una ocasión. Pero los titulares de la prensa no fueron para el flamante triunfador de Daytona, sino para Dale Earnhardt Senior, su jefe, amigo y mentor, que falleció tras un choque en la última vuelta de aquella carrera. Michael Waltrip había tocado el cielo y caído a los infiernos en cuestión de segundos, esta es su historia.
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Michael Waltrip creció a la sombra de su hermano Darrell, tres veces campeón de la Copa Nascar en los años 1981, 1983 y 1985. Por aquella época, Michael saboreaba las mieles del triunfo en carreras de karts o automóviles de turismo de escasa enjundia. Su salto a la máxima categoría de la Nascar vino de la mano de la leyenda del volante Richard Petty (quien todavía ostenta el récord de victorias con 200), pero resultó traumático desde el punto de vista de los resultados. Durante sus primeros años deambulaba por los circuitos sin pena ni gloria, con dificultades para terminar las carreras y sin atisbo de la ambición y el coraje requeridos. Pero su carrera dio un giro inesperado y no precisamente tras una demostración de talento.
En 1990, el menor de los hermanos Waltrip tuvo un serio accidente en el circuito de Bristol. Se salió de la trazada y estrelló su vehículo frontalmente contra el muro de protección. Varias piezas del coche volaron mientras éste ardía en llamas. Darrell vivió aquella agónica escena desde primera línea. No obstante y contra todo pronóstico, Michael salió ileso de aquel percance. Y no sólo eso, aquel mismo día mientras estaba en el hospital pasando la preceptiva revisión médica, recibió una visita inesperada. Ni más ni menos que la de Dale Earnhardt Sr. Durante su dilatada y exitosa trayectoria, Earnhardt consiguió ni más ni menos que seis títulos de la Copa Nascar y la nada desdeñable cifra de 76 victorias en carreras de dicha competición. Pero si por algún motivo es recordado y admirado, es por ser uno de los competidores más duros de la historia de este deporte. Earnhardt pilotaba con los cinco sentidos, estaba al tanto de todos los aspectos de la industria (marketing, mecánica, taller, etc.) y no daba tregua a sus rivales. No en vano, era conocido como “El intimidador”. Esta agresiva personalidad que mostraba en los circuitos, contrastaba con su forma de ser en su esfera privada. Earnhardt era un tipo cercano y agradable. El típico chaval de pueblo convertido en deportista de éxito y un astuto empresario, pero que es consciente de cuáles son sus raíces.