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Los procesos de transformación y nuevos retos en la producción tradicional de calzado en cuero
Estas formas de contratación se vieron reflejadas en el censo realizado por la Dirección de Estudios Socioeconómicos y Regulatorios en el 2012, donde se señaló que en el Restrepo el “35% de las empresas afirma no tener trabajadores remunerados permanentes (término indefinido), mientras que 38% de los empresarios emplean entre uno y tres trabajadores remunerados permanentes. Solo 6% de los empresarios afirma contar con más de diez empleados remunerados permanentes[228]”.
Los procesos de transformación y nuevos retos en la producción tradicional de calzado en cuero
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Existen en este momento situaciones que han llevado a que la producción tradicional del calzado en cuero se encuentre en transformación. Por ejemplo, si bien las relaciones del trabajo de la zapatería se han consolidado históricamente a partir de un sistema de organización familiar que transmite oficios y técnicas a través de varias generaciones para el sustento económico, también han implicado la vinculación de trabajadores que no hacen parte de las familias fabricantes y que igualmente han participado durante toda su vida en la producción. En algunos casos, las nuevas generaciones toman rumbos distintos al del arte de la zapatería, lo que interrumpe la cadena de trasmisión de conocimiento.
A su vez, la tecnificación del oficio, unida a la división del trabajo en la producción del calzado, ha generado que en este momento se cuente con trabajadores satélites que desarrollan tareas específicas en la producción y que permiten acelerar la cadena productiva.
Desde otro punto de vista, el impacto que generaron las importaciones chinas afectó la producción tradicional de calzado en el Restrepo, en términos de competitividad, por el costo y la disminución en la producción y el comercio de calzado para los pequeños productores. Sin embargo, se puede observar que estos han seguido realizando sus labores en el ámbito local con resultados adecuados a sus experiencias.
Ignorar o no dar un valor preponderante a estas políticas ha favorecido en parte la continuidad del trabajo del calzado, pues, a pesar de las cri-
228 Alcaldía Mayor de Bogotá D. C., Dirección de Estudios Socioeconómicos y Regulatorios, Secretaría Distrital de Desarrollo Económico, “El Restrepo ampliado”, 100.
sis, hay confianza en el trabajo de calidad y en el cuero como material apreciado por los clientes. Es decir, aunque los dictados económicos dicen una cosa, el trabajo continuo y la realización del oficio generan condiciones para los sistemas locales productivos. Los valores que conforman el trabajo familiar pueden ser más fuertes ante las premisas de los mercados globales. Aunque esta visión parezca romántica, es posible observarlo en territorio, no tanto porque se haga de una forma consciente, sino por la fuerza vital que tiene el trabajo, del cual dependen familias de fabricantes y trabajadores del calzado.
La otra cara de la moneda es que, aunque haya reconocimiento y fidelidad por parte de quienes compran calzado fabricado en el Retrepo, los tratados de libre comercio imponen una competencia asimétrica con las importaciones de calzado, especialmente chino, que amenaza la producción manual, el comercio tradicional y el sustento familiar. En situaciones inesperadas, como el confinamiento por la pandemia, se ha profundizado la crisis que han venido resistiendo estos productores locales[229] .
La falta de conciencia colectiva sobre el desarrollo de la economía local que se ha configurado desde los oficios y técnicas tradicionales generacionales pone en riesgo una expresión viva que está ligada a la economía local de las familias y trabajadores en este territorio. Además, si bien el barrio Restrepo constituye un referente en la memoria de la ciudad por la producción de calzado, la falta de reconocimiento y promoción de los talleres y almacenes dificulta su sostenibilidad. Por ello, reiteramos las siguientes ideas:
▶ El Restrepo tiene una impronta de historias y memorias del cuero y el calzado que requiere ser valorada más allá de las políticas económicas, y estas políticas precisan tener en cuenta valores, relaciones afectivas, factores sociales y culturales que potencien la experiencia y el trabajo.
▶ Los espacios físicos (talleres, fábricas y almacenes), como contenedores de la actividad humana donde se transmiten los saberes y técnicas tradicionales a integrantes de familias y trabajadores para la producción
229 Diego Ojeda, “El clamor de los zapateros de El Restrepo producto de la cuarentena”, El Espectador, 8 de abril, 2020, https://www.elespectador.com/bogota/el-clamor-de-loszapateros-de-el-restrepo-producto-de-la-cuarentena-article-913697/
manual, semiindustrial y la comercialización local de calzado, no solo generan un punto de referencia y apropiación del territorio; también conforman un sistema social y de sustento familiar activo, que se ha adecuado a las condiciones sociales, políticas y económicas del país, y que subsiste a pesar de las dificultades que han traído consigo la apertura de los tratados de libre comercio y la pandemia.
▶ Se pueden atribuir valores históricos y sociales a nivel urbano a la producción manual, semiindustrial y a la comercialización tradicional de calzado en el barrio Restrepo. Identificar y reconocer tales valores desde el ámbito del patrimonio inmaterial implica considerar la organización social de las relaciones familiares, las cuales han constituido la fuerza de trabajo colectivo, para una economía de sustento familiar, con base en la producción tradicional de calzado. Estas prácticas han permanecido y se han transmitido por varias generaciones, y han configurado una forma propia de habitar los espacios a partir de usos mixtos, que integran la vivienda, la producción manual semiindustrial y el comercio. Lo anterior en una escala barrial que aporta a la memoria local y configura la identidad espacial y cultural del Restrepo.
De esta manera, esta publicación procura abrir el espectro para identificar los componentes de una nueva valoración: la de los significados del patrimonio cultural. Es, por tanto, una apuesta para poner en valor el trabajo familiar, la producción tradicional de calzado en cuero y el oficio del arte de la zapatería como una memoria urbana que tiene un desarrollo y hace un aporte cultural para la ciudad. Es una semilla que se planta para que sea reconocida por aquellos que trabajan el calzado, especialmente en el barrio Restrepo, pues tienen un patrimonio, no solo económico, en sus talleres, fábricas, almacenes y oficios, sino una historia y una memoria que les dan una identidad y un reconocimiento en la ciudad y —como ellos mismo dirían— en el mundo.
Algunos talleres, fábricas, almacenes y personas para conocer
Gracias al trabajo compartido con la comunidad y a partir de un ejercicio etnográfico, pudimos dialogar, mediante entrevistas virtuales o presenciales, con miembros de trece familias y cinco trabajadores. En algunos casos, aun en pandemia, nos permitieron visitar sus talleres, fábricas y almacenes. A través de las palabras de fabricantes y comerciantes que habitan en el Restrepo o alrededores, hemos logrado conocer diferentes realidades de las familias que vinculan sus memorias e historias de vida al cuero, a los oficios del calzado y a la marroquinería. También identificamos, gracias a recorridos etnográficos con pauta de observación directa y derivas urbanas, algunos almacenes tradicionales de calzado, que continúan activando el comercio y la economía local en el barrio.
Aportar a la identificación de este patrimonio local nos llevó a dialogar con algunas personas que, con sus saberes, historias y memorias de vida, tejen la práctica cultural que sucede en el barrio a partir del arte de la zapatería. Los compartimos e intentamos, de esta manera, hacer un llamado a reconocer y valorar las economías locales que resisten, que permiten el sustento económico de familias, que hacen parte de la herencia de la ciudad y que se mantienen vigentes a pesar de todas las adversidades.
A continuación difundimos las historias de algunas familias participantes de esta investigación, quienes emprendieron el trabajo en talleres, fábricas y almacenes de calzado propios que continúan en funcionamiento.