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Sabores
domingo 22 de marzo de 2020
El plato bandera de los cochalas
Pique macho
Juan Pablo Garcia Montero
S
on las 12.00, terminas las curvas de la carretera La Paz-Cochabamba y empieza el valle. La brisa de los vientos cochalas ya se siente y el hambre toca la puerta. A pocos minutos de la ciudad, sobre la avenida Blanco Galindo, te invade la gran duda de todo viajero que llega a la Llajta: ¿Qué y dónde comer?. Al final, la respuesta es clara: uno termina encaminándose a El Prado o a la Casa de Campo por un sabroso pique macho.
Entonces vienen a tu cabeza algunas fotografías de tan suculento y tremendo plato, compuesto por carne, cebollitas, papas fritas, tomates y salchichas, que combinados dan como resultado un sabor inconfundible. Es el plato bandera de Cochabamba. Es uno de los manjares más emblemáticos que tienen los cochalas. Se cree que su origen se remonta al inicio de los años 70, al restaurante Miraflores, de los esposos Honorato Quiñones Andia y Evangelina Rojas Vargas.
El nombre oficial lo dieron los pilotos de la aerolínea Lloyd Aéreo Boliviano cuando, al final de la noche y con hambre, le pedían a don Honorato ese picado de carne y papas con la frase “¡Un pique para machos!”, según cuenta la hija de los pioneros de tan afamado plato, doña Ana María Quiñones. Sea cual sea la historia del pique macho, cuando uno come este manjar, esté donde esté, se transporta a Cochabamba, a esa mesa en la que compartes una linda charla junto con tus amigos o familia con un par de cervezas.
