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DE TOROS POR MURCIA EN EL AÑO 1887

“Nada menos que una plaza como esa, necesitaba esta Región, para poder reunirse alguna vez” 1

# Tomás García Martínez # María Luján Ortega

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Diario de Murcia. 07-09-1887

Con el 135 aniversario de la inauguración de la plaza de toros de Murcia, se pone de relieve la importancia que tienen los festivales taurinos en nuestra Región. A través de este artículo, donde se recogen las impresiones que se publicaron en la prensa histórica, se quiere dar a conocer algunas fechas significativas del año 1887, momento clave para la historia de la tauromaquia en Murcia. Las plazas de toros se difunden en todas las ciudades española como edificio exento y autónomo durante la segunda mitad del siglo XIX. Las edificaciones responderían a la tradición de la arquitectura del momento, como búsqueda de unos espacios representativos para la fiesta nacional, desvinculada de la trama urbana y separada de la plaza pública, como un elemento singular y un eje ordenado para el ensanche urbano. Posteriormente se convertiría en un monumento jerarquizador de una parte de la nueva trama ortogonal, proyectándose como una manzana exenta y cualificándola en los años posteriores, con una serie de calles y avenidas conduciendo a ella.

LA PLAZA NUEVA DE LA CONDOMINA

Los preámbulos La plaza nueva se edificó por las gestiones de la Sociedad Cooperativa de Empleados, constituida a tal efecto. El coso taurino fue realizado por el arquitecto Justo Millán Espinosa (Hellín, 1843 - 1928) y en cuya construcción se empleó la técnica de la mampostería y los materiales de ladrillo, hierro, madera, zinc y piedra de Lorca para la sillería. A finales del siglo XIX las novedades de la arquitectura del hierro condicionan parcialmente el proyecto arquitectónico y mejoran la técnica constructiva. El perímetro de la plaza es de forma poligonal proyectada en tres pisos; el primero dedicado a tendidos, con unas 11.000 localidades; el segundo formado por gradas con unas 3.000 localidades y el tercero formado con los palcos y andanadas, con el mismo número de localidades. La prensa nacional informaba en algunos rotativos: “El redondel tiene un metro menos de diámetro que la plaza de Madrid”, ensalzando la importancia del coso murciano. En su exterior existían 18 puertas, siendo 30 el número de escaleras para dar acceso a las diferentes localidades. En su arquitectura tenía un espacio destinado para dos caballerizas, suficiente por aquel entonces para abastecer “las tres corridas que se dan en feria”. En sus chiqueros había 19 departamentos, teniendo un amplio corral para los toros. La estructura arquitectónica la formaban otras dependencias propias de una plaza importante: enfermería, capilla y sala de toreros.

La construcción de la nueva plaza de toros de Murcia fue un acontecimiento increíble ya que se levantó en menos de un año. Los trabajos comenzaron en octubre de 1886, la nueva plaza sur-

1 Lo del día. Toros. Diario de Murcia. 7 de septiembre de 1887, p. 1.

Cartel de la inauguración de la Plaza de Toros de Murcia. Diario de Murcia 19 de enero de 1887 página 3.

La Paz de Murcia. 4-9-1887.

gía como un deseo de la llamada Cooperativa de Empleados, formada por funcionarios del Ayuntamiento de la capital. En septiembre de 1886, tras las corridas de Feria, empezaron a publicarse noticias2 referentes a la futura plaza de Toros de Murcia, de esta forma el Diario de Murcia informaba a sus lectores: “Se ha devuelto a Agustín Hernández del Águila, favorablemente, informada por el gobernador, la instancia presentada pidiendo autorización para construir una plaza de toros en el partido de la Condomina”, emplazamiento ubicado cerca de las calles de la Gloria y San José (Barrio de San Juan). De igual forma, esta Cooperativa se reunió en el Teatro Romea para autorizar a la directiva e iniciar el proyecto, con un objetivo claro: celebrar la primera corrida de toros en septiembre del año 1887. Y así fue, a los pocos días de la reunión se colocó la estaca que marcaría el centro del ruedo.3 El padre y creador del coso murciano fue el arquitecto provincial de Murcia, Justo Millán y Espinosa, un enamorado de su profesión, arquitecto con una extensa y variada obra creada por las provincias de Murcia (Teatro Romea, Teatro Circo – Villar, la Cárcel de Totana, etc.) y Albacete (cementerio de Hellín, palacio provincial de Albacete, etc.) Desde el punto de vista taurino, Justo Millán construyó 5 plazas de toros a lo largo de su historia, siendo la de Murcia la más importante y la que más repercusión profesional le causó.

En 1886, la Cooperativa de Empleados ponía en conocimiento sobre la contratación de obras para la presentación para su admisión de proposiciones para “el relleno de mampostería del cimiento” correspondiente a la futura plaza4, la subasta para las obras de cimentación se celebró el 1 de octubre de 1886, donde fueron presentados ocho pliegos5. A las espaldas de la plaza de toros había una senda que transitaba hacia la huerta, junto a ella, un azarbe. Los días de monda (limpieza del cauce), el fango y la suciedad procedente de dicho cauce se depositaban sobre el quijero de la senda, llegando a provocar su inhabilitación6: “La senda que hay a las espaldas de la plaza de toros ha quedado intransitable”, debido a la volumetría de la obra. A pesar de los problemas arquitectónicos y los provocados por la lluvia7, la creación de este nuevo inmueble era señal de júbilo “algunos vecinos de la parroquia de San Juan, particularmente los de las calles próximas donde se va a hacer la nueva plaza de toros, han hecho una cuestación para solemnizar

2 Diario de Murcia. 24 de septiembre de 1886, p. 2 y 3. 3 SOLER, P.: “Increíble: la plaza de toros de Murcia se construyó en menos de un año”. El Capote. Murcia: M. Caballero Comunicación, 2012. 4 Diario de Murcia. 25 de septiembre de 1886, p. 2. 5 Diario de Murcia. 2 de octubre de 1886, p. 3. 6 Diario de Murcia. 3 de octubre de 1886, p. 3. 7 “La zanja abierta para el cimiento exterior de la plaza de toros estaba ayer embalsada con el agua de la lluvia; lo cual hará que en tres o cuatro días estén suspendidos los trabajos”. Diario de Murcia. 3 de noviembre de 1886, p. 3.

Juan Ruiz 'Lagartija'. La Condomina en 1891.

con música y cohetes el principio de las obras del futuro circo taurino”, así lo contaba el Diario de Murcia a 6 de octubre de 1886. Las obras comenzaban a los pocos días, los trabajos fueron realizados por un buen número de braceros. A la misma vez, hombres, mujeres y muchachos “entraron a tala con los naranjos y demás árboles de aquellos bancales desgajando y cortando a discreción”. La banda de música encargada de recorrer las inmediaciones del barrio de San Juan, fueron al emplazamiento para animar a los trabajadores8. Desde el Ayuntamiento de Murcia se reorganizaba el entramado urbano cercano al coso taurino, de igual forma la Cooperativa de Empleados invirtió una importante cantidad económica en la compra y compensación de terrenos. Tras las lluvias de finales de aquel octubre (1886), se iniciaron los trabajos de acarreo de sillares. La expectación se hizo eco en la prensa nacional, de esta forma el rotativo El Toreo, anunciaba a sus lectores madrileños sobre el avance de las obras y el cartel de inauguración para la Feria de 1887. A primeros de diciembre del año 18869 , La Paz de Murcia publicó el nombre del contratista encargado de poner el zócalo de sillería, el adjudicado fue Juan de Dios Coll Carrión, comprometido “a facilitar la sillería labrada y colocada a 25 pesetas metro cuadrado”. Las obras avanzaban a buen ritmo y durante el último mes del año, se construía un horno para cocer cal y una casita para depositarla10 .

Consolidación de la obra. Año 1887 La Sociedad que tenía arrendada la plaza vieja de toros acordaba, a mediados11 de febrero de 1887, “desistir de preparar las corridas de feria” para ese año. Los diarios locales de Murcia hacían cábalas, ya que si eso era cierto, la Cooperativa de Empleados de la nueva plaza debía impulsar las obras para que Murcia tuviera sus actos taurinos con motivo de la Feria. La situación publicada por el Diario de Murcia no fue acertada, ya que al día siguiente en el mismo periódico, fue publicada una carta aclaratoria, firmada por Francisco Martínez, indicando que las noticias trasmitidas no eran del todo ciertas. La sociedad Taurina de la vieja plaza de toros de Murcia había desistido en programar los festejos para la Feria de 188712, ya que no estaban dispuestos a dejar a los aficionados al toro sin festejos “de este modo, señor director, que la sociedad arrendataria de la plaza vieja de toros, lejos de desistir de dar las corridas de toros, ha acordado el continuar gestionando para darlas, por si acaso ocurre la eventualidad de no estar terminada la que se encuentra en construcción”. El 12 de marzo se transportaba desde la estación de ferrocarril, al emplazamiento donde se estaba construyendo la plaza de toros, el material de hierro procedente de Barcelona13 , destinado para la edificación del embovedado de los tendidos. Las obras continuaban por buen camino, era contratado más personal, se necesitaba más hierro, así a primeros de abril salía a subasta la licitación para construir los antepechos de hierro para los palcos de la plaza, siendo adjudicado al maestro José Antonio Pérez. De igual forma salía a licitación la carpintería, quedando favorablemente para Mariano Cánovas14. La importancia15 de las obras hizo que, a finales de mayo, el contratista aumentara el número de operarios para termi-

8 Diario de Murcia. 12 de octubre de 1886, p. 3. 9 La Paz. 1 de diciembre de 1886, p. 1. 10 A finales de febrero de 1887 se construía otra calera ya que no era suficiente con la que había en funcionamiento. Diario de Murcia. 25 de febrero de 1887, p. 3. 11 Diario de Murcia. 17 de febrero de 1887, p. 2. 12 Diario de Murcia. 18 de febrero de 1887, p. 2. 13 Diario de Murcia. 13 de marzo de 1887, p. 3. 14 Diario de Murcia. 12 de abril de 19987, p. 3. 15 Diario de Murcia. 27 de mayo de 1887, p. 3.

Luis Mazzantini. Plaza de Toros. Fábrica de postales Casa Reyes. Granada.

nar las obras lo antes posible. De igual forma, se inició la instalación de la piedra de los tendidos, “la cual es tan blanca que el circo por dentro va a resultar sumamente alegre”. Algunos diestros, como ‘Lagartija’, manifestaban a la sociedad Cooperativa, el deseo de asistir a la inauguración de la nueva Plaza de Toros. El arquitecto del nuevo coso taurino, el señor Millán, viajó a Barcelona, junto a Enrique Villar16, para hacer un seguimiento de las columnas que debían colocarse en los palcos de dicha plaza, ya que había premura en terminar el ruedo17 . Durante el mes de agosto18, y tras varios incidentes, llegaban más columnas a la plaza de toros para ser instaladas por la multitud de obreros que trabajaban en el inmueble “el entusiasmo cunde, y como todos van a una, se acabará la plaza para la próxima feria”. Como tal acontecimiento histórico, la plaza de toros fue documentada gráficamente a través de las fotografías realizadas por Rivera. En agosto de 1887 acudió a la plaza de toros para tomar imágenes con los trabajadores a efectos de exponer la obra en la feria de Murcia19 .

El 28 de agosto de 1887, se inauguraba la cantina de la nueva Plaza, con motivo de tal acontecimiento, hizo acto de presencia la banda de música de Raya, sirviendo por parte de los empleados de mencionado establecimiento horchata, limón y helados variados. La inauguración fue aceptable para los presentes, revisando todas las dependencias de la Plaza. Con motivo de tal acontecimiento, se informó a los lectores del diario La Paz, que el 28 de agosto iba a ser el último día de entrada libre para visitar el coso20. Los periodistas de Murcia anunciaban en sus rotativos sobre los diferentes actos programados para la Feria, anécdotas, carencias, etc. Entre las informaciones mostradas, cabría destacar la publicada por el Diario de Murcia, donde apuntaba a 2 de septiembre de 188721: “Ayer se estaba arreglando la capilla de la plaza de toros, que parece llevará el nombre Nuestra Señora de la Consolación”.

Mientras se preparaba la inauguración de la nueva plaza de toros de Murcia, los actos y espectáculos seguían sucediéndose en la denominada como antigua plaza de toros de Murcia.

La inauguración. Septiembre de 1887 Para la esperada inauguración de la plaza de toros de La Condomina se celebrarían tres corridas en los días 6, 7 y 8 de septiembre de 1887 coincidiendo con la feria. Los días previos se publicó el Reglamento de Espectáculos Taurinos22, aprobado por el Gobernador Civil, presentado por la Sociedad Cooperativa de la construcción de la plaza y redactado por Antonio Ibáñez González. Dos días antes de la inauguración, los socios fundadores de la Cooperativa de Empleados Municipales podrían ir a recoger las invitaciones para ver enchiquerar23 a los toros. Pero la duda estaba en la calle, en los cafés y en los corrillos, se hablaba de si se iba a llenar la plaza, ya que exhibía unas grandes dimensiones, con un aforo de 18.000 personas. Otros vaticinaban que por inaugurarse este año la plaza “y los varios festejos anunciados en su programa de feria, hará que la provincia en masa24 se traslade a Murcia en estos días”. Lo que estaba siendo objeto de discusión,

16 Empresario que impulsó también la construcción del Teatro Circo de Murcia inaugurado en el año 1892. 17 La Paz. 7 de julio de 1887, p. 4. 18 Diario de Murcia. 13 de agosto de 1887, p. 1 19 Diario de Murcia. 20 de agosto de 1887, p. 3. 20 La Paz. 27 de agosto de 1887, p. 1. 21 Diario de Murcia. 2 de septiembre de 1887, p. 2. 22 Diario de Murcia. 6 de septiembre de 1887, p. 3. 23 Diario de Murcia. 4 de septiembre de 1887, p. 3. “Esta mañana de 9 a 12, en la Depositaria del Ayuntamiento, y por la tarde en la plaza de toros, podrán recoger los socios de la Cooperativa de Empleados, las entradas para ver enchiquerar los toros”. 24 Diario de Murcia. 8 de septiembre de 1887, p. 1.

se aclararía de inmediato, pues a las doce del día 6 de septiembre ya no quedaba ninguna entrada para el tendido de sol, y menos de sombra, en ninguno de los “despachos de la ciudad” y a la una y media, no quedaban entradas en la taquilla de la plaza de toros, “es, pues, incalculable el número de taurófilos que no vieron la corrida por llegar tarde25”.

Se sabía que la inauguración de la plaza de toros iba a ser un éxito. Empresarios de otras partes del país viajaron a Murcia como González Ferrer, gerente de la Real Fundición Asturiana26 , constructora de la crestería de la plaza, para no se perdieron el acontecimiento. La feria taurina tuvo una gran acogida así lo demostraba la venta de entradas, según las crónicas, muchos eran los visitantes que se acercaban a contemplar el coso desde el exterior, se vivía un espectacular bullicio en las calles con el aumento de afluencia de forasteros, que llegaban en trenes para permanecer varios días, aunque algunos tuvieron que regresar a sus respectivos pueblos, terminada la primera corrida, pues no encontraban alojamiento, ni en fondas ni en posadas. Se creaba la necesidad de nuevas infraestructuras debido al nuevo equipamiento cultural de la ciudad, donde se daba cabida a nuevos teatros como el Romea (1862) o el Teatro Circo (1892) y ahora un coso taurino.

La plaza de toros se convierte en un edificio específico para espectáculos, cuyo modelo remite al antiguo circo o anfiteatro romano. La vida de la plaza de toros comenzó con la corrida del 6 de septiembre de 1887. Para presenciar el espectáculo acudió toda la sociedad del levante, en la plaza se sentía una ambiente de jolgorio, en los palcos27 se divisaba una marea de mantillas blancas, las gradas estaban adornadas por pintorescos mantones de Manila donde se asentaba la “clase media distinguida28” y las “desahogadas artesanas, que lucían los excesos de la salud” se situaban en los tendidos. En aquella circunferencia estaba representada toda la “Región de Levante” donde se podían escuchar “el valenciano de Alicante, el seseo cartagenero y el mal castellano huertano, con la miajica del pimentoneo murciano en sus iquios y repuñeflas”. Con la nueva infraestructura cultural inaugurada, el periodista del Diario de Murcia declaraba en su crónica que “nada menos que una plaza como esa necesitaba esta región, para poder reunirse alguna vez29”.

La corrida inaugural comenzó a las cuatro de la tarde, con un fuerte aplauso dedicado a su arquitecto a Justo Millán, el presidente era Julián Pagán, alcalde de Murcia, por aquel entonces. Los toros fueron de la ganadería de María Dolores Monje, viuda de Murube con distintivo negro y encarnado, para los diestros Rafael Molina ‘Lagartijo’, Juan Ruiz ‘Lagartija’, torero del barrio de San Antolín y Luis Mazzantini, con sus cuadrillas respectivas. Pero la corrida, según las crónicas, fue un poco deslucida, debido a que los toros “grandes, hermosos, bien plantados, bien armados y bien puestos, pero no correspondieron con sus hechos a lo que podía esperarse de su arrogancia exterior”, los nombres de los morlacos en orden de aparición fueron: Naranjito, Cochinito, Malospelos, Huerfanito, Cocinero y el sexto Favorito; “ninguno de ellos mereció las moñas30 lujosísimas y de mucho gusto con que les adornaron” que fueron regaladas, siguiendo el orden, por Agustín Ruiz, Agustín Hernández del Águila, presidente de la Sociedad de Empleados; Enrique Villar, tesorero; Enrique Clavijo, Manuel Fernández y Prudencio Soler. Los banderilleros, en general, fueron los que estuvieron mejor según indica la prensa de la época.

Rafael Molina 'Lagartijo'.

BIBLIOGRAFÍA

BELTRÁN CORBALÁN, D.: La Plaza de Toros de Murcia. Murcia: Asociación Patrimonio Siglo XXI, 1998.

BLÁZQUEZ GARCIA, J.: Propiedad y poder en Murcia: el patrimonio como agente del cambio social en la transición del antiguo régimen a la sociedad de los individuos. Murcia: Universidad de Murcia, 2015.

GARCIA AYLLON, S.: “La evolución urbana de la ciudad de Murcia en relación con el río Segura”. Revista de Obras Públicas. Murcia: 2012.

ORTEGA PAGÁN, N.: Callejero murciano. Murcia: Ayuntamiento de Murcia, 1973.

PRENSA HISTÓRICA

Archivo Municipal de Murcia; Criterio Murciano; Diario de Murcia; El Toreo; La Paz.

25 Diario de Murcia. 7 de septiembre de 1887, p. 2. 26 Diario de Murcia. 10 de septiembre de 1887, p. 3. “[…] ha venido a Murcia con objeto de inspeccionar las obras, y de ver las corridas inaugurales”. 27 Lo del día. Toros. Diario de Murcia. 7 de septiembre de 1887, p. 1. 28 Lo del día. Toros…. 29 Lo del día. Toros…. 30 Las moñas. La Paz. 7 de septiembre de 1887, p. 1.

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