![](https://static.isu.pub/fe/default-story-images/news.jpg?width=720&quality=85%2C50)
4 minute read
La crisis de la revolución militar
la crisis de la revolución militar
En octubre de 1973 estalló en el Medio oriente la guerra del Yom Kippur y el alineamiento de las grandes potencias con Israel fue respondido por los países árabes, a través de la organización de Países Productores de Petróleo (oPEC), con el embargo petrolero. La consecuente elevación de los precios del crudo marcó el fin de la era del desarrollo basado en el petróleo barato. La crisis mundial consecuente envolvió al Perú en 1974; el salario real descendió por primera vez durante el régimen y Velasco Alvarado se vio obligado a tomar medidas de emergencia. La junta militar optó por una política que trataba de distribuir el costo social entre todos los sectores sociales procediendo, por ejemplo, a racionar la gasolina, para no tener que elevar su precio. sin embargo, el endeudamiento externo, al que se había recurrido pródigamente para financiar grandes proyectos de larga maduración, como la irrigación de Majes y el oleoducto de la selva, provocaron una crisis de pagos insalvable17 .
Advertisement
Por otra parte, la crisis provocó una exasperación de las luchas populares estimuladas por la izquierda. En Andahuaylas se produjo un vasto movimiento de toma de tierras contra los terratenientes que, aliados con los conservadores poderes locales, boicoteaban la reforma agraria. Frente a la ofensiva de la derecha, Velasco optó por la estatización de los medios de comunicación, una medida que se presentó como el medio para entregarlos al control de los sectores populares, organizados corporativamente, pero que en los hechos entregó su control a la junta militar (Peirano 1978).
Por otra parte, la coyuntura internacional evolucionaba en una dirección desfavorable al «socialismo humanista» que propugnaba la junta peruana. El gobierno militar progresista de Juan José Torres fue derrocado en Bolivia por una junta militar de derecha; la corta primavera democrática de Argentina, con Héctor Cámpora en la presidencia, dio paso al ascenso al poder del general Perón y a un proceso de endurecimiento que fue profundizado luego de la muerte del caudillo por su viuda, Isabel Perón, y que llevó a la Argentina a un baño de sangre alimentado por la Triple A, la Alianza Anticomunista Argentina, del asesor de Isabel, Carlos López Rega, y que culminó en el sangriento golpe militar de marzo de 1976. El 11 de setiembre de 1973 salvador Allende fue derrocado por el golpe militar comandado por Augusto Pinochet. En esas condiciones, para Velasco el problema era cómo asegurar la continuidad del proceso revolucionario18 .
17 Cuando la junta militar derrocó a Belaunde la deuda externa peruana ascendía a 770 millones de dólares y hacia el final del régimen militar, en 1975, ascendía a cinco mil quinientos millones. En su discurso del 20 de febrero de 1976, Haya estimaba que la deuda externa peruana ascendía a 2.800 millones o 3 mil millones de dólares (VRHT 1976-1977: vol. 7, 465). 18 Entrevista a Helan Jaworsky. Lima, 9 de agosto de 2007.
Las pugnas entre las distintas fracciones de la junta se hicieron más agudas y Velasco proclamó que el modelo contemplaba el carácter pluralista de la economía y que el sector de «propiedad social» debía ser hegemónico, colocado todo dentro de un discurso de recusación del capitalismo. Esto era el programa del sector radical de la junta y el aval de Velasco significaba un importante paso hacia su hegemonía. La fracción liberal de la burguesía estaba dispuesta a aceptar el «pluralismo económico» por un sentido de realismo político, pero no el carácter hegemónico de la propiedad social. La existencia de sectores cooperativos y de otros tipos de carácter asociativo —como las sociedades Agrícolas de Interés social (sAIs) o las Empresas de Propiedad social (EPs)— era compatible con el capitalismo y en condiciones de libre mercado no amenazaría su hegemonía, pero poner como central la propiedad social era para ellos «comunismo».
Un factor imprevisto agravó la situación. En febrero de 1973 el estallido de un aneurisma puso al borde de la muerte al general Velasco Alvarado y obligó a que se le sometiera a sucesivas operaciones, que culminaron con la amputación de una pierna en marzo. Esto redefinió completamente el tablero político. Las pugnas al interior de la junta sobre la orientación global del proceso se hicieron públicas. El almirante Vargas Caballero salió a defender la «civilización occidental y cristiana» y el papel central de la inversión privada y fue contestado públicamente por el general Fernández Maldonado. se desataron fuertes pugnas en torno a la sucesión de Velasco, que terminaron con el opacamiento del general Mercado Jarrín, en ese momento visto como el más previsible sucesor de Velasco. Las discrepancias empezaron a ventilarse públicamente y el sector progresista convocó desde el diario Expreso a una movilización popular «en defensa de la jefatura de la revolución». Fue la única iniciativa pública que llegaron a desarrollar.
Carlos Franco y Carlos Delgado, dos de los más prominentes asesores de Velasco, quedaron convencidos de que en ese escenario el proyecto no iba a poder continuar. Estaban un día en una reunión cerrada de sinamos y llamaron a Delgado por teléfono. Al rato regresó demudado; lo habían llamado de Palacio para decirle que el general Velasco se había desplomado en la ducha. Ambos estaban convencidos de que para que la revolución continuara era necesario que Velasco siguiera en el comando. Dos días después Delgado llamó a Franco para decirle que sus temores se habían realizado: «Esto ya terminó. Acabo de presentar mi renuncia»: habían dejado de convocarlo a las reuniones del Consejo de Ministros, a donde habitualmente asistía y eso indicaba que la correlación había cambiado radicalmente19 .
19 Entrevista a Carlos Franco, Lima, 10 de marzo de 2008. Frente a la visión que sostiene que Velasco Alvarado fue endureciendo su posición y alineándose con los sectores autoritarios, Carlos Franco subraya el gran aislamiento en que progresivamente se fue hundiendo, a medida que el avance de