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La actitud de Piérola ante las elecciones

maRIaNo IGNacIo pRaDo (1826-1901)

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El ex presidente de la República, que se había mantenido en la política como diputado por el callao (1874-1876), lanzó su candidatura presidencial en los últimos días del gobierno de manuel pardo. Gracias al apoyo del partido civil y a la fuerte oposición al pierolismo, prado llegó nuevamente al poder, esta vez de manera democrática, en mayo de 1876. asumió el cargo tres meses después. fa vor los civilistas y la oposición. Co mo uno de los núme ros de las fiestas patrias tu vo lugar la inauguración del monumento antedicho.

El 31 de ene ro de 1875 se reunió en Lima un grupo de ciudadanos y lan zó la candidatura presidencial de Prado. In vo có para ella los servicios de es te hombre público al Pe rú y a Amé ri ca, la aco gi da que su nombre tenía en to das las clases sociales y las nume ro sas muestras de adhesión que había recibido de antemano. Firmaron la circular que expresó estos puntos de vista antiguos ministros y colaborado res del gobernan te de 1866 y 1867 como Luis La Puerta, Pe dro Paz Soldán, Mariano L. Cornejo, Pedro José Saavedra y el general Pedro Bustamante, antiguos civilistas como Juan Francisco Pazos, figuras de la oposición como Alejandro Arenas y personajes prominentes en la vida social como Pa blo de Vi ve ro. El 14 de mar zo de 1875 se produjo en el Teatro Odeón la proclamación de la candidatura por numerosos artesanos. La Sociedad Fraternidad y Unión Militar que presidía el mariscal Antonio Gutiérrez de la Fuente también adoptó idéntica decisión. Un numeroso grupo de universitarios se exhibió enrolado dentro del mismo partido. El club Libertad Electoral, cuyo título evocaba el de Independencia Electoral surgido en 1871, quedó organizado bajo la presidencia de José Casimiro Ulloa, connotado enemigo del civilismo. El diario Dos de Ma yo, cuyo redac tor principal era Pe dro José Saa ve dra, apa re ció el 2 de ma yo de 1875.

El 13 de junio de 1875 se efectuó un comicio en la plaza de Acho cuya concu rrencia fue calculada en el núme ro de 10 mil ciudadanos. Allí pronunció Prado un discurso en el que llegó a decir lo siguien te: "Vengan, pues, a mí todos los que en 1865 me ayuda ron a establecer las bases del ré gi men continuado en 1872. Vengan los que se han distinguido por su in te ligencia, por el desin te rés y la firmeza con que han apoyado al actual gobierno. Ese partido, que ha sido siempre el mío, no puede dejar de servir conmigo, persiguiendo él, como persigo yo, la probidad administrativa en el manejo de los caudales, en el cumplimien to de las le yes y en todo servicio público. Vengan todos los elementos sanos y honorables de los partidos políticos de la República; un gobierno para ser fuer te necesita el apo yo de todos; y para ser jus to no debe excluir a ninguna entidad legítima". Prado enarbolaba, pues, una bandera de contemporización. Había sido proclamado como candidato por algunos sectores de la oposición; pero llamaba a su lado al civilismo buscaba identificarse con él y obtener el apoyo de "todos".

la caN DI Da tu Ra moN tE Ro.- Para enfrentarse a Prado solo apareció la candidatura del contralmirante Lizardo Montero. Íntimamente unido a Pardo, colaborador destacado en la campaña que debeló la revolución de Piérola, con un pasado turbulento, Montero parece haber atraído a algunos sectores intransigentes y restringidos del civilismo y a elementos juveniles. Se le creía inteligente, resuelto, ambicioso, alegre y bohemio. Uno de sus partidarios más importantes en el Callao fue Adol fo King, bajo cuya pre sidencia se efectuó una reunión pública el 30 de marzo de 1875. Montero anunció allí su programa que estaba encerrado en algunas fórmulas: respeto a la Constitución y las leyes, sentido liberal avanzado en armonía con las conveniencias sociales, protección a la educación pública, rígida economía y severa probidad en la administración de los caudales públicos y moralidad administrativa. El 12 de julio Montero hizo una exhibición de sus fuerzas tan to en Lima como en el Ca llao.

Mon te ro obró por cuenta pro pia. No tu vo el respaldo de Pardo ni el de los grupos más poderosos dentro del Partido Civil. Su candidatura, orlada por una retórica liberal, acentuó el apoyo prestado por los sectores clericales a Prado.

la ac tI tuD DE pIÉ Ro la aN tE laS ElEc cIo NES.- El manifiesto firmado en Limache el 30

de agos to de 1875 expre só el pun to de vista de Pié ro la acerca de la situación política de en tonces. Ase ve ra allí que no ha te nido otro camino que la lucha armada y reafirma su pro pósi to de

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