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Apreciación sobre el juicio de Londres

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La deuda externa

La deuda externa

apRE cIa cIÓn so BRE El JuI cIo DE lon DREs.- Al hacer una apre ciación de conjun to

sobre el juicio de Londres llaman la atención dentro de él di versas anomalías. En primer lugar, su plan teamien to inicial en 1871 no fue afortunado. No solo la compañía nacional debió ser enjuiciada sino to dos los consignata rios de quienes se te nía pruebas o indicios de que habían obrado en perjuicio del Erario. Parte de estas acciones hubieran debido ejercitarse ante el Poder Judicial del Perú. En cuanto a la demanda entablada en 1871, parece que tuvo una finalidad política así como errores técnicos. Vinieron enseguida una lentitud excesiva en la tramitación, querellas tristes y perjudiciales entre las personas encargadas de la defensa de los intereses del país, lamentables pérdidas de tiempo. El hecho de que la compañía nacional terminara por hacerse codemandante de Thomson Bonar ofrece la prueba más convincente de que esta casa había cometido irregularidades evidentes. El premio recibido por Bogardus, casi un cuarto de siglo después de haberse entablado el juicio de Londres, por más que fuera ma gro, evidencia que, en lo fundamental, no había estado él equi vo cado en sus denuncias. Por otra par te, nunca llegó a ser aclarada cuál fue la verdadera conducta seguida por la compañía nacional en sus negocios con el Estado. Y si el paso de los años en una cos to sa que re lla que hasta en tonces era infructí fe ra, la crisis hacendaria y económica y las dificultades para seguir adelante con la comisión fiscal en Londres explican la transacción de 1878 (cu yos detalles en relación con el mon to del dine ro obtenido y otras de sus cláusulas esperan un análisis de especialistas imparciales) el asunto, en general, deja la impresión penosa de que los derechos e intereses de la República del Perú fueron manejados, entre 1871 y 1878 varias veces con empirismo, atolondramiento, ligereza o discontinuidad. Hay una gran lección en toda la historia republicana y ella emerge nítida en muchos episodios entre los que se encuentra el del juicio de Londres: la necesidad de educar men tes frías que piensen y obren en los negocios públicos con cordura, continuidad y eficacia, a la vez que con ener gía e in te gridad. vvvvvvvvv EL PREMIO RECIBIDO POR BOGARDUS, CASI UN CUARtO DE SIGLO DESPUéS DE HABERSE ENtABLADO EL JUICIO DE LONDRES, POR MáS QUE FUERA MAGRO, EvIDENCIA QUE, EN LO FUNDAMENtAL, NO HABÍA EStADO éL EQUIvOCADO EN SUS DENUNCIAS.

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[ tomo 7 ]

[ tERcER pERíoDo: LA CRISIS ECONÓMICA Y HACENDARIA ANtERIOR A LA GUERRA CON CHILE ]

capítulo 17 ● I Los billetes Meiggs ● La crisis del billete bancario ● Advenimiento del billete fiscal ● Amortización e incineración parciales y resello de los billetes fiscales ● El recojo de billetes de los bancos no asociados ● Los bancos y la consignación de guano a Mauricio ● La acusación contra los ministros Barinaga y García ● Los debates sobre la moneda en el Congreso de 1878 ● La ley sobre monedas de cobre y de níquel y sobre billetes fraccionados ● La ley sobre billetes fiscales ● La ley que creó recursos para la amortización de los billetes fiscales ● El cauto optimismo de principios de 1879 ● El valor interno y externo de la moneda ● II El Banco de Crédito Hipotecario ● III La opinión de Francisco García Calderón sobre la moneda y los bancos en vísperas de la guerra con Chile.

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