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El voto de censura al Gabinete Arenas y la dimisión de este

y abdicar la dignidad y los de re chos de hombres libres; que es de la más alta con ve niencia nacional enfrentar en tiempo la arrogancia de un partido exclusivista y opresor por sistema y que aspira tan manifiesta como insensatamente a la perpetua dominación de un pueblo viril que hace más de medio siglo ju ró y ha sabido sos te ner su emancipación de to da coyunda con que extraños o propios quieran afrentarlo sometiéndolo a vergonzosa esclavitud; que la administración de ese partido no se ha depurado an te la ra zón y la conciencia pública de los gravísimos y trascendentales cargos que sobre ella pesan...". En la parte resolutiva confirmaba el acta del comicio del día 15 de agosto en la Municipalidad favorable al Gabinete Arenas; declaraba que sos tendría al Gobierno y se opondría al civilismo; pedía el examen por el Con greso de los actos administrativos del Presidente anterior y señalaba diversas medidas para dar una significación nacional a estos acuerdos y para difundirlos.

Cuando ya se habían retirado los dirigentes de la manifestación, algunos exaltados azuzaron a la plebe y la lanza ron contra el Club de la Unión y contra la casa de Ma nuel Pardo en la calle Pileta de la Trinidad; y luego, al llegar las sombras de la noche, sobre la imprenta de El Co mer cio y sobre el almacén de armas We xel y De Gress. Un grupo de amigos de Pardo lo acompañó en su casa; pe ro el ex presiden te dio orden de que no se hiciera un solo dispa ro. Una reja detu vo a la turba asaltan te, cara a cara fren te al edecán del Presiden te, al pre fec to de Lima y al je fe de la escolta presidencial, este último destacado con instrucciones para cuidar la cara, Pardo tuvo una altiva actitud. Prado dirigió una proclama al pueblo de Lima para reprobar los desórdenes y para anunciar que, si se intentaba repetirlos, los acallaría con firmeza.

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El Vo to DE cEN Su Ra al Ga BI NE tE aRE NaS Y la DI mI SIÓN DE EStE.- En la sesión

del 21 de agos to se presen tó en la Cámara de Diputados una moción de censura contra el Gabinete por no haber dictado las órdenes necesarias que hubiesen podido evitar y reprimir los escándalos del día anterior. Fue admitida a debate pero no dispensada del trámite de comisión. Se pidió, enseguida, que se oficiase al pre siden te del Consejo y al ministro de Gobierno para que contestaran interpelaciones sobre los mismos sucesos. Ampliada la llamada a todos los ministros, fue enviado el oficio pertinente. En el Senado había sido pedida antes la presencia del Ministerio. La respuesta llegó unas cuantas horas después, ofreciendo los interpelados acudir al día siguiente a la sala de sesiones porque "graves atenciones" preocupaban al Gobierno en aquellos momen tos. Los ministros fue ron, en efec to, al Senado el 22, y avisa ron que al día siguiente irían a la Cámara de Diputados. Amplias fueron las explicaciones que dieron. Hubo que pasar a sesión secre ta por el vo ce río de la ba rra. Al día siguien te se presen tó un vo to de censura contra Are nas "origen de las inquietudes y del estado actual de la situación" y contra el ministro de Gobierno Ma nuel F. Benavides. La moción fue apro bada por 24 vo tos contra 16. En la Cá mara de Diputados, a su vez, los ministros fue ron acosados por la hostilidad de sus ad versa rios. El Gabinete renunció el 24. El Senado dedicó la sesión de ese día a discutir si el vo to aprobado pasaba en re visión a la otra Cá mara, como to do pro yec to, y de acuerdo con el artículo 44 de la ley de Ministros. La renuncia no fue aceptada oficialmente por el Presidente de la República, porque la censura requería la sanción de ambas Cámaras y porque él estaba satisfecho del celo y los buenos servicios de sus consejeros. Los señores Arenas y Benavides insistieron y, de acuerdo con sus deseos, fue ron exonerados de sus funciones el 26 de agos to.

Ese día publicó Arenas un manifiesto. Ratificó allí el propósito que tuvo de seguir una política de conciliación; anali zó la censura del Se nado "no por falta que se me atri buya en el ejercicio de mis funciones sino por las que se imputan al Sr. ex ministro de Gobierno"; pre tendió demostrar la ilegalidad de la actitud de esa Cá mara al no comunicar su vo to al Presiden te de la República ni pasarlo en re visión a la otra Cá mara; y afirmó que las circunstancias no le habían dejado vencer las pasiones enconadas por el espíritu de partido.

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vv MARzO vv 1876

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vvvvvvvv EL INvENtOR EStADOUNIDENSE ALExANDER GRAHAM BELL (1847-1922) COMpRUEBA EL fUNCIONAMIENtO DEL tELÉfONO. EL ApARAtO, CApAz DE RECIBIR Y tRANSMItIR SONIDOS DE UN pUNtO A OtRO, pROvOCARíA EN LAS DÉCADAS SIGUIENtES UNA REvOLUCIÓN EN LAS COMUNICACIONES. EL 13 DE MARzO, GRAHAM BELL REALIzÓ LA pRIMERA LLAMADA tELEfÓNICA A SU AYUDANtE WAtSON, qUE SE ENCONtRABA EN OtRA HABItACIÓN DE LA CASA. EL MENSAjE fUE: “SR. WAtSON, vENGA, qUIERO vERLO”.

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