Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
La JASEC produce en sus plantas entre el 30% y el 35% de su demanda, y el restante lo adquiere al ICE. El objetivo de la JASEC es producir toda la energía con fuentes renovables, para lo cual aspira a realizar cambios tecnológicos que le permitan mejorar eficiencia, ampliar su potencia instalada y proteger las cuencas de los ríos que suministran agua a las plantas. Debido a los problemas ambientales en la zona norte del río Reventazón, donde se localiza la subcuenca del río Birrís (el cual provee agua a sus plantas), la JASEC contrató la elaboración de un plan de manejo para esta cuenca. Los principales problemas detectados fueron que, a pesar de cubrir tan solo el 5% de la superficie de la cuenca del Reventazón, la subcuenca produce el 16% de los sedimentos, con una tasa media de erosión de 50 toneladas por hectárea por año, y una tasa media de aporte de sedimentos de 38 toneladas por hectárea por año. Es la subcuenca que tiene la tasa de erosión más alta de esta cuenca (JASEC, 2017). Un aspecto crucial que determinó dicho plan de manejo fue la voluntad de pago de los consumidores eléctricos de abonar una tarifa hídrica mensual a fin de proteger las partes altas de las cuencas donde se produce el agua que abastece las plantas, tal como lo hace la ESPH desde el año 1998 en la provincia de Heredia. Sin embargo, esta tarifa no le ha sido aprobada a la JASEC por parte de la ARESEP, por lo que no puede transferir los costos de protección a la tarifa eléctrica. Por tal razón, utiliza la plataforma de la COMCURE para realizar las acciones, que en materia ambiental y de conservación, requieren las subcuencas donde opera.
268
En el año 2003, la JASEC firmó un convenio con el ICE, a través de su Unidad de Manejo de la Cuenca del Río Reventazón (UMCRE), iniciando una serie de proyectos demostrativos en fincas de productores, insertos dentro del marco del Plan de Manejo de la Cuenca del Río Reventazón. Este convenio tuvo una duración de tres años. Asimismo, en el 2010, mediante convenio entre el INA, la COMCURE y la JASEC, se instaló un invernadero de 1.000 metros cuadrados con el que se busca maximizar los recursos de producción, como es el caso del agua. Décadas atrás, la agricultura de la zona norte de la cuenca del río Reventazón no enfrentaba los problemas de calidad y disponibilidad de agua y suelo que se presentan en la actualidad, ya que no existía la presión del desarrollo urbano y de la demanda por alimentos a nivel local y nacional. Si bien esta zona siempre se ha caracterizado por la producción de hortalizas y ganadería de leche, estos factores han ocasionado la necesidad de producir intensivamente, para lo cual se requiere el riego agrícola. Cabe destacar que la tenencia de la tierra es de pequeña propiedad (una hectárea en promedio), y por la intensidad en el uso de la tierra, una parcela de una hectárea puede generar de cuatro a cinco empleos (Coto, 2017). Aunado a lo anterior, el cambio climático ha modificado los períodos de precipitación, la escorrentía y la recarga de acuíferos, lo que provoca, a su vez, una alteración en las prácticas de cultivo en la parte alta de la cuenca. A pesar de encontrarse en la vertiente del Caribe, típicamente lluviosa, la parte alta norte de la cuenca del río Reventazón es la segunda región con menor disponibilidad hídrica del país. Específicamente, es la zona de Llano Grande y Tierra Blanca que tiene el problema de escasez de agua, mientras que en el resto se presenta un clima con épocas lluviosas largas y veranos muy cortos. El MAG y el SENARA han tratado de buscar soluciones a la problemática que aqueja a esta zona. Así, desde el año 1991, ellos empezaron a construir obras de infraestructura de riego en pequeña escala, que permiten la producción hortícola de manera intensiva, rentable y sostenible en el tiempo. De los treinta y dos proyectos de riego en pequeña escala que ha construido el SENARA, veintidós se ubican en esta cuenca, abarcando los cantones de la zona norte de la provincia: Cartago, Oreamuno, Alvarado, Guarco, Jiménez y Paraíso. Otra de las soluciones para optimizar el uso del agua a nivel de finca es la construcción de reservorios de agua y los sistemas de distribución, con apoyo del MAG, el SENARA, la COMCURE, el ICE y el INDER.