Reflexiones sobre la gestión del agua en América Latina y el Caribe
Sin embargo, no todas las modelaciones son coincidentes y aún se considera en el mundo científico un tema abierto (IPCC, 2014). En este marco, las estrategias de conservación de la biodiversidad deberán ser robustas, haciéndose cargo de las incertidumbres existentes, y tener la capacidad de responder a los nuevos conocimientos que se generen. Cabe destacar que, aunque los países de América Latina y el Caribe han hecho grandes avances en la definición de la normativa aplicable a los temas ambientales, incluidos los recursos hídricos, persisten importantes debilidades en relación con la capacidad institucional para hacerlos efectivos en la práctica (Embid y Martín, 2015). De este modo, para enfrentar los desafíos que se presentan en esta materia y alcanzar una seguridad hídrica aceptable, es necesario superar dicha limitación.
4. La protección de la población contra inundaciones Una de las dimensiones de la seguridad hídrica que importa analizar en el caso de la región se refiere a los impactos de las crecidas e inundaciones sobre la población y los bienes. Aunque en este tema a nivel mundial existen zonas con mayores demandas que las que se observan en América Latina y el Caribe, como es el caso de los países asiáticos (Sadoff y otros, 2015), en la región los frecuentes desastres naturales, en particular de origen hidrológico, constituyen un importante obstáculo para el normal desarrollo de los países. La gravedad del tema queda reflejada en que en los últimos 30 años la región ha presentado casi 90 mil pérdidas de vidas humanas por eventos extremos de origen hidrológico, meteorológico y climatológico, afectando a unos 150 millones de personas, y produciendo daños por más de 120 mil millones de dólares (EM-DAT, 2016). Cabe destacar que estos impactos se generan con una gran variabilidad en el tiempo, concentrándose principalmente en algunos años, lo que aumenta su impacto disruptivo en el desarrollo de los países. El origen de estos desastres se encuentra en una amplia variedad de fenómenos, acorde con la gran diversidad geográfica que caracteriza a la región de América Latina y el Caribe. Entre dichos fenómenos se pueden mencionar los siguientes: • Huracanes y tormentas tropicales que afectan principalmente la zona del Caribe y América Central. La magnitud de los impactos de estos fenómenos se puede ilustrar con el caso del Huracán Mitch (1998) que causó daños por unos 6 mil millones de dólares, equivalente al 16%del PIB de los países afectados (San Martin, 2002). • Grandes inundaciones generadas por ríos de llanura, como las que se presentan en la Cuenca del Plata. En la confluencia de los ríos Paraná y Paraguay, en 1982/1983 alcanzaron un caudal máximo de 60 mil metros cúbicos por segundo y duraron más de un año, llegando a cubrir superficies de 30 mil kilómetros cuadrados (Jiménez y Tundisi, 2012). • Aluviones en zonas áridas, como las que afectan las cuencas de la costa pacífica de Sudamérica y cordillera y piedemontes de Argentina. Estos fenómenos, a pesar de originarse con precipitaciones de menor magnitud, en zonas donde se presentan precipitaciones solo en forma esporádica, se caracterizan por su violencia y carácter sorpresivo, generando grandes destrucciones. Por ejemplo, en Chile, los aluviones que afectaron las regiones de Antofagasta y Atacama en 2015 dejaron más de 100 personas fallecidas o desaparecidas, unos 30 mil damnificados y pérdidas de unos 1,5 mil millones de dólares. • Inundaciones ribereñas, que se presentan como resultado de crecidas propias del régimen hidrológico del río, pero que provocan daños debido a la ocupación del suelo de las áreas que corresponden a su lecho mayor. También, en los valles de los ríos andinos, por fusión
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