8 Por lo cual, el desarrollo del Sistema de Costo y Gestión Basado en Actividades nace a partir de los años 90, así lo refieren los autores: Kaplan (1990); Balley (1991); Sanderson y Young (1999); Datar, Horngren, y Rajan (2012); Zapata Sánchez (2015); entre otros; donde, esta propuesta metodológica es una marca diferenciadora en el manejo de los costos, dado, que, conduce a una permanente mejora continua de las actividades de una empresa. En torno a la realidad descrita, las organizaciones se encuentran frente a la necesidad imperiosa de contar con una respuesta que recoja esta marca categorizada como de excelencia, pensada fundamentalmente en el aporte hacia sus clientes, con productos de bajo costo y alta calidad. Es así que, en la actualidad, el trasladar al precio ineficiencias de gestión o producción, ya no es una opción, las presiones competitivas del mercado hacen inevitable que la industria indague casa adentro oportunidades de ser más eficientes en sus procesos, con lo cual, conduce a que sus operaciones busquen soluciones tangibles en el corto y largo plazo. Bajo la perspectiva descrita, y fundamentados en el análisis de los autores; Bustamante (2014); Pérez Barral (2015); Betancourt, Izaciga y Salgado (2017); González y Saltos (2017); Carpio, López y Moreno (2020); el ABC/ABM, mejora sustancialmente un sistema de costos, a través de: identificación de actividades individuales y de los objetos de costos esenciales (incluye: una actividad, evento, tarea o una unidad de trabajo, que tiene un propósito específico, el diseño de productos, la configuración de los equipos, el uso de recursos de empaque y almacenamiento, la distribución de productos, entre otros), o sea, permite definir las actividades como la acción de la empresa (lo que se hace), y, a través de una adecuada identificación de ésta, facilita la toma de decisiones estratégicas y financieras
2.1.1. Análisis de las características de los Modelos de Gestión y Costos basados en actividades ABC/ABM Es importante resaltar que el sistema ABC/ABM, no desestima las ventajas desarrolladas por los sistemas tradicionales vigentes, por el contrario, se nutren de ellos y promueven cambios que permiten un perfeccionamiento y la estructuración de un diseño sistemático, que responde a la necesidad de obtener una información relevante y de alto valor, llegando a determinar con más fiabilidad espacios de mejora y acciones de solución ante cambios o modificaciones a los que pudieren estar expuestos los procesos productivos. Sin duda es una contribución substancial sobre el concepto inicial de la gestión de costos.