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Tabla 1 Comparación de procesos de Diseño
from DISEÑO DE MARCA PARA EL CENTRO TURISTICO MUISHILY DE LA COMUNA TSACHILA CHIGUILPE DEL CANTON SANTO
by Pontificia Universidad Católica del Ecuador sede Santo Domingo PUCE SD
Por lo general, el proceso de diseño comienza primeramente tras la realización de una entrevista con el cliente (emisor), a partir de este momento el proyecto oficialmente se pone en marcha. Según López (2013) en el proceso de Diseño se establecen tres etapas: (a) etapa analítica, (b) etapa creativa, y (c) etapa de producción e implementación. Sin embargo, para efectos del presente estudio, y tomando en consideración que la presente investigación tiene como objetivo el desarrollar una marca turística, se toma en consideración el proceso de diseño propuesto por Morales y Cabrera (2017), quienes manifestaron que el proceso metodológico esencial para el desarrollo de signos gráficos está conformado por seis pasos: (a) cliente, (b) producto, (c) mercado, (d) necesidad, (e) diseño, y (f) aplicación.
A pesar que los procesos de Diseño propuestos por los dos autores anteriormente manifestados pueden parecer distintos si se toma en consideración su número de etapas, al desarrollar un análisis más a fondo se podría considerar que el proceso de diseño propuesto por Lopez (2013) envuelve a los seis pasos propuestos por Morales y Cabera (2017). La Tabla 1 muestra la similitud entre los procesos de diseños de estos autores.
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Tabla 1.
Comparación de procesos de Diseño
Proceso de Diseño de López (2013)
Etapa analítica
Etapa creativa
Etapa de producción e implementación Proceso de Diseño de Morales y Cabrera (2017)
Cliente
Producto
Mercado
Necesidad
Diseño
Aplicación
Según Morales y Cabrera (2017), el hablar de cliente, producto o servicio, mercado, y necesidad; se trata de identificar qué tipo de problema de comunicación visual tiene el emisor, en donde se está presentando esta problemática, cuál sería el posible producto que daría solución y que necesidades del receptor se debe cubrir. Mientras que el diseño se trata de la creación de una propuesta gráfica basada en principios fundamentales del Diseño Gráfico como forma, color, tipografías, texturas, entre otros. Finalmente, la etapa de aplicación se refiere a la ejecución e implementación de la propuesta gráfica en elementos
tangibles (etiquetas, envases, empaques, afiches, etc.) o intangibles (productos visuales o audiovisuales).
A pesar que las manifestaciones descritas a continuación tienen ciertos años de antigüedad y pudieran parecer obsoletas, es necesario abordar la importancia que ha tomado la Comunicación visual y el Diseño Gráfico durante los últimos años según los criterios expuestos de dos investigadores del campo de la comunicación que tienen alto reconocimiento a nivel mundial.
Según Castells (2009) la transición entre el siglo XX y XXI, ha generado un cambio sociocultural sumamente abrupto, generando una transición en todo lo que se conocía como realidad debido al arribo de la nueva era de la información. Este nuevo contexto donde las
redes digitales y el internet a más de contribuir a la dinamización e inmediatez de la comunicación, han redefinido la conceptualización de la realidad. Por otra parte, Morín (2001) determinó que la transformación cultural hipercompleja a la que ha llegado la sociedad obliga a que se desarrolle nuevas miradas que permitan comprender las necesidades que demanda la sociedad actual.
Para concluir, investigaciones recientes han determinado la importancia que ejerce la comunicación visual en la actualidad. El estudio de García (2015) determinó que la Comunicación visual y el Diseño pueden replantearse y aprovechar su bagaje conceptual para sintonizarse con la realidad actual y moldear los escenarios futuros. Por otra parte, Buenaño, et al. (2015) enfatizó en la relevancia que cumple la Comunicación Visual y el Diseño Gráfico en la construcción de representaciones icónicas que promueven los atributos y valores institucionales, y cómo estos pueden llegar a constituirse en una ventaja competitiva para las empresas.
Investigaciones más recientes, como la de Arias y Pezo (2018) determinaron que, para gestionar respuestas asertivas en los consumidores, es necesario referirse a la creatividad como una herramienta de apoyo en la resolución de problemas de Comunicación Visual, puesto que toda estrategia de comunicación debe tener altas dosis de creatividad. Mientras que Meza (2018) manifestó que “es oportuno crear herramientas de procesamiento, manejo técnico y análisis de documentos de manera que abarquen tipos de recursos de contenido visual de forma apta y efectiva” (p. 18).
2.2. Marca
Durante los últimos años se ha presenciado un notable incremento de empresas consultoras, libros y artículos académicos que han propuesto distintos y novedosos métodos para la realización de estudios y valoraciones de las marcas (Ortegón, 2017), y es que la marca y los efectos que genera está dentro del ámbito organizacional, se ha constituido en un objeto de investigación que ha venido siendo estudiado desde hace muchos años, Ries y Trout (1981) determinó que la marca asume una posición única en la mente del público y que pasa a ser un elemento diferenciador en el mercado. Mientras que Kotker y Keller (2012) la define como una imagen que permite generar asociaciones en la mente del consumidor.
Dos expertos en el campo de la mercadotecnia, famosos académicos por sus notables aportes a este campo de estudio Kotler y Armstronh (2012) manifestaron que la marca es una propuesta de valor que encierra un conjunto de beneficios que buscan satisfacer las necesidades de los consumidores. Aportes más recientes, como el de Ortegón (2017) determinan que la marca permite construir asociaciones y significados que generan experiencias en el consumidor y por ende impregnaciones en su cerebro.
La marca, es un elemento que pasa a ser la base central de una estrategia organizacional, razón por la cual, actualmente toda institución asume el reto de aprender a construir una identidad gráfica holística que incluya desde el diseño de identificador hasta la aplicación del mismo en distintos elementos, puesto que esto contribuye a la generación de una comunicación efectiva de la empresa con su mercado (Del Rio, Cardona, y Guacari, 2017). Según lo manifestado por Rodríguez y Sandoval (2017) la globalización obliga a que las empresas a más de comercializar productos de calidad, gestionen su identidad a través de una marca que genere vínculos emociónales y simbólicos con sus consumidores.
Fisher y Espejo (2010) manifestaron que una marca es un nombre, término simbólico, o diseño que sirve para que una empresa permita al mercado diferenciar sus productos o servicios con relación a la competencia. A su vez estos autores manifestaron que los objetivos de una marca son (a) diferenciar a la empresa de la competencia, (b) ser un signo de garantía y calidad, (c) generar prestigio a la empresa fabricante, (d) promocionar un producto o servicio, y (d) posicionar el producto en la mente del consumidor.