PALESTINA Y EL PROBLEMA DEL
"PUEBLO ELEGIDO" POR Federico Alcalá
FOTOS: QUEHACER POLÍTICO/ARCHIVO
Hacia el siglo sexto después de la era común —para dejar de lado la connotación cristiana del calendario occidental— se consolidó la ocupación romana del territorio que actualmente constituye Palestina misma que comenzó en el año 63 a.c. con la caída de la dinastía Asmonea, herederos de los macabeos, quienes extendieron su reino por los territorios de Samaria, Galilea, Idumea, el Golán, el litoral del Mediterráneo y parte de Transjordania. Fueron protectores de la secta sacerdotal de los saduceos, una corte aristocrática mas vinculada a los intereses políticos y económicos a diferencia de los fariseos, a quienes se les vinculaba con la religiosidad popular.
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l último macabeo fue Simón, quien reino con el reconocimiento del Senado Romano, pero hacia el año 135 a.c. la situación cambiaria cuando fue asesinado junto con sus hijos Matatías y Judas. Juan Hircano inicia el linaje de los Asmoneos hacia el 134 a.c. Este linaje entró en crisis política, la cual desencadenó una guerra civil durante el reinado de Salomé Alejandra, la única mujer que ha ostentado el titulo de reina del pueblo de Israel, misma que fue sofocada mediante la intervención militar de Roma, hacia el año 63 a.c. Fue el general romano Pompeyo quien fue llamado en auxilio del derrocado príncipe Hircano II, hijo de Salomé Alejandra, y con su ejercito tomó la ciudad de Jerusalem y entronizó en ella como Sumo Sacerdote a su protegido pero, desde luego, nunca lo coronó “Rey de los Judíos” y es a partir de ese momento en que el reino de Israel se convierte en un “Protectorado de Roma”. Los romanos nombraron Palestina o, más bien, Provincia Siria Palestina a toda la región bajo su control, lo cual, al desaparecer el nombre de “Judea” implicaba un intento de desaparecer la memoria judía de esa región. Dudando de la fidelidad de los asmoneos, el Senado Romano nombró Rey de Judea a Herodes, quien era de origen idúmeo pero criado como judío. Este Herodes, fue un funcionario de la corte de Hircano II y estaba casado con su nieta Mariamna. Herodes inició su reinado, con el visto bueno de Roma, en el año 37 a.c. con la captura de Jerusalem por parte de las legiones romanas. Contemporáneo a este hecho, los romanos fundan el puerto de Cesarea Maritima, el cual junto con Jerusalem constituyó una de las capitales del reino. Herodes fallece hacia el año 4 a.c. y el emperador Augusto procede a repartir el reino entre sus hijos Filipo II, Antipas y Arquelao. Los aristócratas judíos se opusieron al reinado de Arquelao y, a fin de terminar de una vez por todas con el problema judío, el emperador Augusto decide relevarlo del mando y convertir a Judea en una provincia romana, gobernada por un Prefecto quien no administraba la provincia desde Jerusalem, sino desde Cesarea Maritima. Y es a partir de estos acontecimientos en que empieza el eterno conflicto religioso en la región. El primer conflicto de tipo religioso surge entre las comunidades siriogriegas y los judíos. Entre los griegos existía una constante desconfianza hacia las comunidades que denominaron “hebreas” ya que los consideraban “ajenos” a la cultura helenística y contrarios a la asimilación con esta. Por su parte, los judíos veían a los griegos como “infieles y pecadores” lo anterior en contraria oposición al monoteísmo judío en claro contraste con las divinidades, ritos y culto del panteón romano, es decir, de todas las deidades heredadas de la cultura griega. Adicionalmente a estas disputas, la propia comunidad judía tenia conflictos internos, entre los cuales destaca el que se suscito con los samaritanos, con quienes compartían no solo la creencia de un solo Dios y su ley, la Torah, pero disentían respecto del carácter sagrado de la ciudad de Jerusalem.
Israel considera a Jerusalén como su capital indivisible. Los palestinos quieren que Jerusalén Este sea la capital de su futuro Estado.
El conflicto palestino israelí. Desde Abraham hasta nuestros días. Los samaritanos establecieron como santuario de su culto el monte Gerizim y desde luego no olvidaban el hecho de que el rey Juan Hircano se los había destruido. Por otro lado, los judíos de Jerusalem veían como “mestizos” a los habitantes de Samaria y los consideraban inferiores, tanto racial como religiosamente al señalarlos como producto de un mestizaje entre los habitantes de Mesopotamia y miembros del “Pueblo Elegido”. Para colmo de los colmos, la población de Jerusalem estaba constituida por una aristocracia religiosa. La propia ciudad constituía un Estado-Templo, o lo que es lo mismo, una entidad político administrativa regida por los sumos sacerdotes. A diferencia del resto de las ciudades de la provincia romana, en Jerusalem los teócratas rechazaban cualquier clase de sincretismo con el resto de las religiones rehusándose a permitir cultos distintos al judaísmo.
JUNIO 2021 / 44 / QUEHACER POLÍTICO