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El proyecto nacional de lectura en alumnos normalistas, 2019-2020

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Hermosa infiel

Hermosa infiel

El proyecto nacional de lectura en alumnos

normalistas, 2019-2020

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María Guadalupe Zúñiga González

Escuela Normal No. 3 de Nezahualcóyotl

En México, uno de los grandes retos es incrementar los bajos niveles de lectura de sus ciudadanos. Un recurso para lograrlo es mejorar la cultura de la población infantil y adolescente, para construir una nación sólida y culta.

La Estrategia Nacional de Lectura (Segob, 2019) incumbe a todos los niveles educativos y crea acciones incluyentes para el pueblo mexicano. Aunque los sectores sociales objetivos son niños y jóvenes, porque representan el futuro del país. Diferentes instancias nacionales, como la Secretaría de Educación Pública (sep) y la Dirección General de Bibliotecas del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), a través de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, tienen la encomienda de crear acciones y estrategias en favor del proyecto y derivados.

Las escuelas normales públicas del Estado de México atienden distintas estrategias. La Dirección General de Educación Superior para el Magisterio (Dgesum) —antes Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación (dgespe)— las orienta para llevar a cabo el proyecto citado.

Es cierto que hay que atender y superar retos, a pesar de las tensiones que existen en nuestra sociedad, donde nos vemos inmiscuidos; sin embargo, los proyectos educativos han buscado innovación, participación y resultados en beneficio del alumnado.

Antecedentes

A finales del siglo xx, en La educación encierra un tesoro (Delors, 1996) —documento mejor conocido como Informe Delors— se planteó una propuesta de educación para el siglo xxi. Más tarde, a través de distintos eventos internacionales se hizo una descripción de la situación mundial y la regionalización de los comportamientos humanos de ese momento, lo cual requirió analizar y comprender a la sociedad, la economía, la ciencia, la tecnología, las relaciones sociales, los niveles de consumo, los problemas sociales y sus tendencias, como narcotráfico, mal uso de la tecnología, pobreza extrema, violencia, delincuencia en general.

De acuerdo con lo anterior, el propósito de la transformación de la sociedad mundial sería vislumbrarse y encaminarse hacia una colectividad nueva, con habitantes distinguidos por una conducta deseable y, por ende, con miras a modificar su sistema de vida. Ser conscientes de la sociedad en la que se vive es un objetivo para ser un agente de cambio (Castells, 1999).

Por consiguiente, se consideró la educación una vía para lograr lo dicho y, de manera general, se estudiaron los aspectos que la circundan. Los contenidos matemáticos en la vida diaria, las habilidades comunicativas en la interacción social, el desarrollo de la ciencia a favor de las personas, el uso de la tecnología para auxiliarse en la cotidianidad de todos los ámbitos, formarse para el trabajo, etcétera, han representado el estilo de vida prevaleciente.

En la primera década del siglo xxi, se apostó por invertir en educación, para darle un giro necesario y ambicioso. Se consideró un diagnóstico de los países sobre temas educativos. Por supuesto, las naciones desarrolladas tuvieron resultados exitosos respecto a los exámenes que presentaron los alumnos en los diferentes niveles de la educación inicial y subsecuente. Esto fue referente para medir y cuantificar a los países en vías de desarrollo —incluido México—, cuyos resultados fueron extremadamente bajos; además, se vislumbraron los escasos conocimientos que lucían inexistentes o muy inferiores. Por esta razón se iniciaron reformas al sistema educativo, en el que, de manera gradual, se fueron alcanzando metas para mejorarlo.

Del diagnóstico mexicano se obtuvo que el capital cultural que adquieren los niños en los primeros años son deficientes el conocimiento de matemáticas y la habilidad lectora, entre otros. Así fue como surgió un proyecto sobre la habilidad lectora, en el cual se siguen invirtiendo esfuerzos para que se convierta en una de las fortalezas de los ciudadanos mexicanos.

En los sexenios de Vicente Fox (2000-2006), Felipe Calderón (2006-2012), Enrique Peña Nieto (2012-2018) y Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) se plantearon y se siguen planteando estrategias que favorezcan las habilidades lectoras de los alumnos de todos los niveles escolares. Los proyectos de reforma educativa que se han realizado incluyeron a todos los ciudadanos de cualquier edad, para que por medio de la lectura incrementaran su capital cultural. Las escuelas de educación obligatoria y las instituciones superiores se añadieron al proyecto; por supuesto, las escuelas normales públicas estuvieron presentes.

Hablar de la lectura es interesante desde el punto de vista de personas que han cursado distintos niveles educativos (preescolar, primaria, secundaria y bachillerato). Incursionar en la formación superior en un área educativa implica una responsabilidad tanto profesional como personal. Por ello, es urgente hacer conscientes a los estudiantes sobre el redireccionamiento que deben tener en cuanto a sus hábitos.

Al respecto, Manuel Area (2009) expresa que los alumnos poseen una serie de habilidades, conocimientos y competencias que han construido a lo largo de su vida; sin embargo, la cotidianidad en la que las adquirieron les mostró una forma de poner en práctica lo que saben y conocen a manera de entretenimiento o moda. El conocimiento es un paso ideal para el aprendizaje, pero utilizarlo depende de la intención, la cual muchas veces los jóvenes no reconocen.

El alumnado y los docentes de la Escuela Normal No. 3 de Nezahualcóyotl con la Estrategia Nacional de Lectura

Al inicio del gobierno actual nació la Estrategia Nacional de Lectura, bajo tres ejes de acción: 1. Formativo: agrupa acciones para construir hábitos de lectura que se desarrollan con el alumno, el entorno familiar y el docente. 2. Material: asegurar la disponibilidad de materiales; lograr una biblioteca, el personal capacitado y un acervo suficiente; superar diferencias socioeconómicas, diversidad ideológica, religiosa, étnica y multicultural, como la inclusión de textos en lenguas originales. 3. Persuasivo: resignificar el imaginario colectivo desde la lectura.

Estos proyectos se han llevado a cabo con carácter obligatorio en todas las escuelas. En particular, las normales del Estado de México se han sumado a crear estrategias que cumplan con los objetivos nacionales; además, se han actualizado, en la medida de sus posibilidades, para acatar y realizar los planes. La Dirección de Fortalecimiento Profesional, de la Dirección General de Educación Normal, las ayuda a cumplir con la creación y seguimiento de los objetivos establecidos; asimismo, coordina cinco proyectos principales de lectura: Leer para la vida en los estados, Papelino, Doce estrategias para las bibliotecas de las escuelas normales, Repositorio nacional de tesis y Club de lectura normalista; además de Relatos, Serendipity, Viralicemos la lectura, Cómics, entre otros. En todos participan las 36 escuelas normales públicas del Estado de México y son atendidos por docentes designados a tales actividades. En ellos contribuye el alumnado de manera constante y activa. A pesar de que algunos integrantes manifiestan el descuido hacia sus materias, y viceversa, de pronto se ponen al corriente con las actividades y evidencias de trabajo.

Es importante señalar que quienes colaboran han leído varios clásicos de la literatura, sobre todo contemporánea, y su acercamiento a la lectura ha sido permanente a partir de la secundaria. También reconocen que desde su educación preescolar y primaria realizaron actividades lectoras. Por supuesto, este proceso formativo tiene dos ventajas: por un lado, se incrementa el capital cultural de cualquier individuo y, por otro lado, como profesionales de la educación favorecerán en sus alumnos las competencias comunicativas.

En términos generales, en la formación profesional se atienden asignaturas sobre el desarrollo del lenguaje oral y escrito, además de las problemáticas que viven los niños durante la adquisición de ellas. Si bien ambos corresponden con habilidades cognitivas, representan un instrumento de interacción social (Vygotsky, 2010). Las aptitudes lectoras comprenden codificar y decodificar símbolos mediante procesos semióticos que se pondrán en juego a lo largo de la vida. Se abarcan cuatro habilidades: hablar, escuchar, leer y escribir.

Es importante atender estos proyectos desde lo cotidiano de la educación normal y fortalecer su realización. Con frecuencia, las escuelas normales tienen una multiplicidad de tareas; sin embargo, los proyectos requieren de un horario, personal calificado, recursos materiales y financieros. En otras palabras, la organización y ambiente institucionales son esenciales en cualquier tarea escolar.

Sin importar lo sencillas que parezcan, a estas funciones, el alumnado responde con entusiasmo siempre y cuando el docente conductor lo anime y motive; el resultado: ideas creativas e innovadoras.

Se trata de socializar ideas, escuchar opiniones, hacer críticas y madurar comportamientos que beneficien la preparación del docente en formación. En el desarrollo curricular se piden habilidades de escucha, compartir la voz, dar opiniones, exponer lo que se sabe y conoce, etcétera, lo cual resulta fundamental para todo estudiante no sólo en el ámbito profesional, sino para toda la vida.

Pandemia 2020

Debido a la pandemia por covid-19, las actividades cotidianas cambiaron sustancialmente, ya no es posible dar un saludo, un abrazo, una opinión o hasta una crítica de manera física. Se retomaron espacios virtuales y digitales para

propiciar el diálogo necesario entre todos. No obstante, este método generó en ciertos miembros de la comunidad estudiantil temor a la crítica, a la burla, a ser ignorados o excluidos; creen que es vital la figura de un líder que organice y proporcione información, como el jefe de grupo. Al contrario, otro sector opina que la función de líder le corresponde a todos y que quienes eran excluidos o criticaban lo seguirán siendo, pues la virtualidad no cambia nada. A pesar de uno y otro comentario, son conscientes de vivir un proceso histórico que exige cambios radicales en todos los niveles y ámbitos de la sociedad mundial.

Los actores educativos tienen mayores incertidumbres que antes (Bauman, 2000). Las oportunidades han generado exclusión de manera automática. El alumnado y, por qué no decirlo, muchos maestros no cuentan con las herramientas necesarias para desempeñar sus actividades en sus hogares, ya sea por la zona geográfica donde radican o porque sólo hay una computadora en casa y la comparten varios miembros de la familia, quienes coinciden en tiempo, espacio y recursos.

Tales realidades nos han hecho reflexionar sobre la inmediatez del cambio de modalidad educativa en la que se enseña y aprende. Al igual que los recursos y los conocimientos sobre el uso de la tecnología son limitados, también lo son los horarios de las actividades a distancia. A todo esto se suma la gran tensión social que provocan las estadísticas compartidas a cada momento por los medios de comunicación.

Cuidar la salud mental es prioridad de la ciudadanía, sobre todo para la población que vive en zonas de alto riesgo. Si bien el eslogan gubernamental reza: “Respetar Susana Distancia”, un porcentaje importante de la población no puede atenderlo en su totalidad.

Pese al panorama mundial, la vida sigue su curso, el desarrollo de la ciencia a menor escala y en el área médica con ciertos avances que el momento exige. La economía frenada por el aislamiento obligado y la incertidumbre social van en aumento. Innumerables personas han caído en depresión, ansiedad, desesperación, etcétera. La rutina es compleja y la convivencia total con la familia no es algo que se experimente a diario, pues muchas actividades se desarrollan de manera individual. Dicha situación provoca diversas emociones que de pronto se ven alteradas; además, se comparten los espacios del hogar, que van desde los que son amplios hasta los que son muy reducidos.

Si bien el estudiantado se muestra entusiasmado ante la novedad del trabajo virtual, las clases, tareas, conferencias, reuniones de trabajo, foros de discusión, también de pronto se siente agobiado. No obstante, parecen motivados para continuar con sus estudios de licenciatura.

Respecto a los proyectos de lectura, éstos han representado una variante de la cotidianidad académica. Quienes participan trabajan con creatividad y dan su mejor esfuerzo. Los clubes de lectura han permitido el intercambio de experiencias, conocimientos y puntos de vista, por medio de la escucha y propuesta.

Por ejemplo, las Doce estrategias para las bibliotecas de las escuelas normales y otros proyectos se vieron frenados por el cambio de modalidad de trabajo académico; sin embargo, la disposición de maestros y alumnos ha sido vital para continuar con una actividad que de verdad todos disfrutan.

Leer es un acto que propicia la creatividad e imaginación. Según Vygotsky, en su texto Imaginación y creación en la edad infantil (1987), las personas tienen la capacidad de conocer a través del imaginario que se

crean en la mente según lo que observan, escuchan y leen. Los escritores plasman ideas que al unirlas representan escenarios, emociones, relaciones, contextos, personajes, historias, narraciones y relatos que entran en la imaginación de quien lee. Al leer se decodifican símbolos que la mente interpreta, por ello se pone la emoción a flor de piel. Qué mejor experiencia ha sido conocer el mundo del personaje literario Jean-Baptiste Grenouille y su peculiar forma de ver la vida y el mundo, de acuerdo con esa maravillosa narrativa y descripción que hizo Patrick Süskind en su obra El perfume (1985), en la que centra la atención en el sentido del olfato como símbolo de la identidad del protagonista y su personalidad única. Otro ejemplo es analizar la biografía de Oscar Wilde para conocer la forma en que su vida personal se ve reflejada en cada una de sus maravillosas obras y cuentos; por ejemplo: “El gigante egoísta” y lo que lo inspiró a escribirlo; el amor sublime y de entrega total que es despreciado en “El ruiseñor y la rosa” (1996), y en El retrato de Dorian Grey (1890) el reflejo de uno de sus personajes en el autor, a quien le cuesta la crítica sin piedad de la sociedad de su tiempo, al grado del encarcelamiento y destierro.

Rememoro algunos eventos como el de poesía de cordel, en el que la comunidad académica y estudiantil mostró su sensibilidad poética, más allá de una imagen del maestro perfecto y perspicaz o del sentir joven de los alumnos. También, en la fábrica de libros y el taller de máscaras se creó a partir de la imaginación, sin duda fue una experiencia que brindó alegría.

Los proyectos de lectura han sido una estrategia cocurricular que no sólo incrementan el capital cultural de los futuros docentes, sino que les brinda experiencias y emociones. La participación voluntaria de varios educadores permite ver otra faceta del currículo formal. Las actividades se trabajan en libertad de pensamiento y acción. Las estrategias de lectura son oportunas para construir más allá del hábito de la lectura, se abre la mente y el corazón de los participantes. Entre alumno y maestro no existe una figura oficial, ambos se asumen como aprendices; el primero tiene una representación social activa y actual que comparte con el segundo, quien cuenta con su gran experiencia.

Con verdadero agrado, puedo decir que los proyectos innovadores son creados más allá de un plan de estudios, pues requieren mayor esfuerzo de quienes participan en ellos; de esta manera, dan un poquito de sí mismos a las nuevas generaciones para que creen hábitos más humanitarios y pacíficos, acciones tan indispensables en el presente momento histórico. Referencias

Area, M (2009), “La competencia digital e informacional en la escuela”, Santander: uimp, disponible en https://bit.ly/3jGdtur [consulta: 19 de agosto de 2019]. Bauman, Z. (2000), La modernidad líquida,

México: fce. Castells, M. (1999), La era de la información, vol. 1:

La sociedad red, México: Siglo XXI Editores. Delors, J. (1996), La educación encierra un tesoro,

México: Siglo XXI Editores. Segob (Secretaría de Gobernación) (2019),

Estrategia Nacional de Lectura, en Diario

Oficial de la Federación, 26 de junio de 2019,

México: Segob. Süskind, P. (1985), Das parfum. Die geschichte eines mörders, Deutschland: Diogenes Verlag. Vygotsky, L. (2010), Pensamiento y lenguaje,

España: Paidós. Vygotsky, L. (1987), Imaginación y creación en la edad infantil, La Habana: Pueblo y Educación. Wilde, O. (1996), Cuentos, Colombia: Norma. Wilde, O. (1890), The picture of Dorian Gray,

Irlanda: Lippincott’s Monthly Magazine.

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