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Pymes, el día después de mañana. La situación de crisis

Pymes, el día después de mañana LA CRISIS DEL COVID-19

La situación de crisis financiera y comercial adelanta una reconfiguración del mercado industrial. Menos actores, nuevos hábitos de consumo y la paradoja pyme de producir menos justo cuando hay más leche. E n la hoja de ruta de todo empresario el crecimiento es una máxima de su negocio. Quizás por eso resulta una paradoja escuchar al unísono a las pymes hablar de “achicarse”. Las consecuencias de la pandemia del coronavirus aún son inciertas, pero de seguro que nadie saldrá indemne. En los hechos, solo en marzo, algunas de éstas ya paralizaron por completo su producción y más de la mitad de las más de 600 pymes lácteas redujeron la recepción, destinando los excedentes a sus pares mayores. “Es muy probable que el año termine con menos actores en la industria. A partir de esta coyuntura, se puede prever que muchas van a quedar fuera de juego por la intensidad de capital de trabajo que requiere sortear esta crisis. Pero no hablamos solo de las más pequeñas, también las grandes pueden sufrir las consecuencias”, adelanta Josué Salomone, gerente general de la cordobesa Lactear. Para Pablo Villano, presidente de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel), lo peor está por venir. “Durante abril la crisis se va a profundizar, porque en marzo hubo un sobre stock por parte de las familias. A su vez, con una economía resentida, no se ve una reactivación en los próximos meses”, advierte. “Este año vamos a perder todos, pero tenemos que ser estrategas para que la pérdida sea equitativa entre los distintos actores y procurar el mal menor para toda la industria”. Semblanza de una pyme Recesión, inflación y la alta tasa de interés que genera que el costo financiero se termine comiendo el margen del negocio, son para Alejandro Bertin, las circunstancias sobre las cuales se ingresa a esta nueva crisis. “Hoy, el problema es el capital de trabajo, la crisis financiera que se está generando es fenomenal”, repasa el socio y gerente de San Ignacio. “Necesitamos asistencia para recomponer la cadena de pagos tanto desde el sector público como del privado. El Estado ofrece créditos al 24% anual que terminan empeorando el resultado operativo. En el caso del sector privado, los plazos de pagos por parte de grandes empresas y supermercados podrían ser menores. Hoy, la reducción de personal no es un camino viable, pero los concursos y quiebras sí”. Para Gabriela Benac, accionista de Lácteos Luz Azul, la situación es crítica. “Estamos muy complicados, vendiendo por debajo del cincuenta por ciento de nuestra capacidad. Toda la venta gastronómica se cayó y eso complica a muchos colegas que se dedicaban exclusivamente a masa de

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Gabriela Benac, Lácteos Luz Azul “Las medidas que deberíamos tomar en forma unánime es achicarse al mínimo indispensable y procesar solo lo que tenemos vendido”.

No se excedan con la alimentación porque la demanda no va a estar, parece ser el mensaje de las pymes a los productores. “Las medidas que deberíamos tomar de forma unánime y que va en contra de nuestros principios es achicarse al mínimo indispensable, procesar solo lo que tenemos vendido, no trabajar con grandes stocks y tratar de convencer a los productores que regulen la producción”, resume Gabriela Benac. “El productor debe entender lo que está sucediendo. La plata que no invierta en alimentación pueda destinarla a capital de trabajo para subsistir”, analiza Josué Salomone. Para Alejandro Bertin no quedan dudas. “La válvula de ajuste terminará siendo el precio. Todo esto se asemeja mucho a la crisis de 2001 y muchas empresas, grandes y chicas, no van a llegar a fin de año por lo cual pronosticar lo que sigue es casi imposible”, vaticina. REGULAR LA OFERTA El precio vuelve a estar en el ojo de la tormenta.

mozzarella. Muchos estamos derivando leche a empresas más grandes con las consecuencias que eso representa, como posibles suspensiones de personal, a partir de la baja del consumo y a que no se ve una recuperación en el corto plazo”. Hotelería, restaurantes y servicios de catering están paralizados en su totalidad “A ese canal se destina un diez por ciento de la producción, pero casi un 28 por ciento que se destina a mayoristas y distribuidores está operando con ciertas restric

Javier Baudino, La Varense “Una gran incógnita es cómo va a quedar el consumo interno, porque es a donde se vuelca el grueso de la producción”.

ciones, por las compras espaciadas de los consumidores” aporta Villano. “Hay pymes que redujeron o pararon porque el mercado se achicó, sobre todo, aquellos que se dedican a quesos duros, semiduros y mozzarella. Solo aumentó un poco el consumo en mercados de cercanías, pero no absorbe la baja que alcanzó el 25 por ciento solo en quesos. Lo mismo el caso de leche fluida que también aumentó, pero sólo representa poco más del diez por ciento del total”. Desde La Tarantela, Leonardo Lardieri sostiene que, las consecuencias de esta pandemia se sentirán en el tiempo. “La manera de comprar cambió y el perfil de productos que eligen los consumidores se modificó. Esto va a reconfigurar toda la cadena de producción”. Javier Baudino de La Varense, tampoco duda que esta coyuntura va a obligar a replantearse todo. “Una gran incógnita es cómo va a quedar el consumo interno. Ya sufrió un cambio en el formato de consumo el último mes y muchas empresas que habían salido del commoditie y se corrieron a otro tipo de producción, como queso azul, cremas especiales, cheddar y se enfocaron en el canal de catering y

Alejandro Bertin, San Ignacio

“Achicarse será el lema para transitar esta crisis porque va a sobrar la leche y si bien hay salidas, tenemos que ver quiénes las financian”.

restaurantes, hoy, están paralizadas”, analiza el industrial cordobés.

¿Hacia un nuevo mapa? La realidad de la lechería es contrastada con lo que ocurre a nivel global. “Seguimos funcionando y eso parece un privilegio. Si bien en nuestro caso, solo vendemos el 30 por ciento de lo que solíamos vender, hay sectores más complicados” señala el titular de La Tarantela. “Habrá que sentarse con el Excel para reducir costos y producir lo que el mercado pueda pagar. Si la situación persiste serán muchas menos las pymes y fuentes de trabajo en este país. Hoy, nuestro plan es sostener la producción y la prioridad es pagar la materia prima y los sueldos. No nos interesa ganar plata”. Todos coinciden que, sortear este año con vida, será un éxito en sí mismo. Para Baudino, los mercados van a definir el resto del año, es decir, si el volumen se puede colocar con fluidez, las pymes tendrán una oportunidad. “Las pymes somos muy versátiles y en nuestro caso nos adaptamos a la demanda. Hoy destinamos 80 por ciento de la producción a quesos blandos, mientras que antes era la mitad”, aporta el titular de La Varense.

Josué Salomone, Lactear

“A partir de esta coyuntura, se puede prever que muchas empresas van a quedar fuera de juego por la necesidad de capital de trabajo que requiere sortear esta crisis”.

Preocupa a las exportadoras, el caída de las compras. “Si el resto de los meses fuesen como marzo o incluso como abril, podríamos transitar esta situación por seis meses, pero si son como proyectamos mayo, será imposible. La inercia exportadora que nos hacía tener un nivel aceptable de actividad se termina”, sentencia Bertín. “Primero se suspendió una carga destinada a Chile, luego sucedió lo mismo con España y con Paraguay. Con un cliente ruso que teníamos un plan de compras anual destinado a una cadena supermercados, aceptó el último embarque de queso azul. El resto del año quedó en stand by”. Lácteos Luz Azul cuenta con 36 locales a la calle, donde destina el 60% de su producción. “Nuestra intención es canalizar el 90 por ciento de nuestra mercadería a través de locales propios”, asegura. “Si la gente se queda sin un peso, puede que no haya inversionistas para nuevas aperturas o por el contrario, si lo único que funcionará el resto del año es la venta de alimentos, aquel que tenía un negocio de indumentaria puede reconvertir su local”. n

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