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En nombre de la eficiencia. Organizada por CLAAS y

En nombre de la eficiencia Organizada por CLAAS y KWS, se llevó en Ameghino, Buenos Aires, la primera Experiencia Forrajera y en Cosecha del año. Reunió a un conjunto de especialistas que coincidieron en un solo objetivo: maximizar la rentabilidad del negocio a partir de la eficiencia. EXPERIENCIA FORRAJERA

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Florentino Ameghino fue sede de una nueva jornada de Experiencia Forrajera y en Cosecha. Esta vez, la novedad fue el abordaje de la cadena de producción forrajera hasta el aprovechamiento animal. Medir, recopilar y usar la información es clave para cada etapa del proceso. Organizada por CLAAS y KWS, la primera Experiencia Forrajera y en Cosecha del año reunió a un conjunto de especialistas que coincidieron en un solo objetivo: maximizar la rentabilidad del negocio a partir de la eficiencia. Alternativas para aumentar la productividad de los cultivos, estrategias de manejo para pastoreo, trazabilidad en ganadería para mejorar el engorde de los animales y distintos modelos de gestión para aumentar las ganancias fueron algunos de los tópicos que pasaron por Ameghino ante más de dos

cientos asistentes. Y, como siempre, la última tecnología en maquinarias para la confección de forrajes conservados y cosecha de granos.

La alfalfa siempre protagonista Federico Schiarretta, responsable de desarrollo de Gentos, brindó una serie de pautas para cuantificar el costo del kilo de materia seca por hectárea en pasturas con base alfalfa (ver recuadro).

El especialista recalcó que una entrada temprana al lote resulta crucial para capturar el forraje de valor, favorecer la conversión animal y extraer un plus de productividad. “Es el momento donde la tasa diaria de crecimiento explota entre ochenta a cien kilos por hectárea de materia seca. De esta manera, el costo por unidad de materia seca disminuye un 50% en base a pasto, que es nuestro insumo más barato”, destacó. La propuesta de Schiarretta se realizó en medio de los ensayos sembrados por KWS con sus variedades Mecha (Grupo 9) y Ruano (Grupo 10). Gastón Añez, del área de posicionamiento de producto de la semillera explicó que en un caso fueron sembradas de manera convencional (17,5 centímetros de distancia) y en otro con siembra cruzada (romboidal). “Como primera conclusión estamos obteniendo entre 15 y 18 por ciento más de producción en estas últimas. Creemos que es un manejo que hace mucho más eficiente al cultivo y por ende le da mayor rendimiento”, comentó. Como propuesta innovadora estuvo presente Kelpie, una empresa de tecnología que provee servicios de medición de forraje utilizando sensores terrestres y tecnologías GIS. Con esta aplicación, se puede conocer cuánto pasto tiene el lote. “Cualquier productor puede cruzar datos de cuánto pasto tiene y cuánto necesita su rodeo para poder estimar así los valores productivos del establecimiento”, señaló Joaquín Arzubi Borda, uno de los fundadores de Kelpie. “Si uno mide y conoce sus costos productivos, puede determinar sus costos de producción de materia seca, que es lo que después va a transformar en leche o carne”.

Los equipos en acción Sin duda que la posibilidad de ver maquinaria de última generación a campo es uno de los componentes más importantes del evento. Junto a Claas, partici

LA TECNOLOGÍA, LA MEJOR DEFENSA Frente a la incertidumbre y volatilidad de precios, es el uso de prácticas agronómicas que maximicen y potencien los cultivos lo que asegura un mejor resultado proponen desde KWS.

Desde hace seis años, KWS está presente en Experiencia Forrajera con el desarrollo de los lotes que luego serán exhibidos y también cosechados o recolectados. “Desde KWS queremos plantear primero y principalmente el uso de la agronomía: el uso de las técnicas y prácticas agronómicas que permitan maximizar y potenciar los cultivos. Para ello contamos con capacitaciones tanto internas como externas, no sólo apuntando a nuestros técnicos y distribuidores sino también llegar a todos nuestros clientes –nuestros productores, asesores y técnicos–, que utilizan nuestros productos”, detalla el Ing. Agr. Gastón Añez, miembro del equipo de Agroservice de KWS Argentina compuesto por seis profesionales que se dividen en seis regiones. Para el especialista en posicionamiento de híbridos y variedades en forrajeras de la firma, el otro pilar de la propuesta de KWS es el aporte tecnológico que brindan. “Nuestra genética en los híbridos de maíz cuenta con el aporte de

varias tecnologías principalmente Víptera 3 que hoy es una de los principales tecnologías de protección al cultivo, pero también la V3Pro y la GL Stack”, detalla el Ing. Yañez. “Buscamos que el productor pueda elegir dependiendo de su nivel o paquete tecnológico, la mejor opción adaptada hacia él, buscando maximizar su resultado.” Desde KWS cuentan con dos programas genéticos, uno diseñado especialmente para granos y otro vinculado a híbridos con aptitud silera, los llamados AS. “Estamos convencidos que la única forma de producir es yendo con el mayor paquete tecnológico posible, con el mejor manejo para sacar el mayor rinde de su campo. Creemos que el tema no pasa frente a estas situaciones de incertidumbre económica por eliminar o reducir tecnologías –fungicidas, fertilizaciones, mejores híbridos de alfalfa o de maíz–, sino todo lo contrario, al utilizar los mayores paquetes tecnológicos para expresar ese potencial”.

paron marcas como Mainero, Cestari, Jacto, Apache y Plastar. “La Experiencia Forrajera y en Cosecha es un clásico ya instalado que funciona como una excusa para acercarnos a todos”, señaló Eduardo Gross, director comercial de CLAAS Argentina. “Por eso lo hacemos en comunidad con otras compañías del agro que nos acompañan trayendo nuevas tecnologías y lo último que hay en el mercado”. Nuevo cabezal Mainero: En Ameghino se tuvo la oportunidad para ver en acción el nuevo el cabezal maicero MDD-200, que representa un salto cualitativo a su predecesor, el MDD100 en cuanto a sus prestaciones. “Con este modelo ampliamos la gama de cosecha en condiciones extremas del cultivo, como un maíz muy bajo o en casos de espiga frágil”, explicó Marcos Formica, del área de inves

MÁS PASTO ES MÁS RENTA

Actualmente la Argentina cuenta con cerca de 3,8 millones de hectáreas implantadas con alfalfa, lo que la posiciona como segundo país a nivel mundial luego de Estados Unidos y primero en superficie de esta leguminosa bajo pastoreo. “El objetivo de la charla fue cuantificar el costo de producción de una pastura de alfalfa, considerando la implantación y mantenimiento, de una manera sencilla y analizar las variables qué mejor determinan la rentabilidad de los sistemas pastoriles”, propuso Federico Schiarretta. El responsable de desarrollo de Gentos aseguró que en los sistemas pastoriles –ya sean producciones de carne o de leche–, hay una relación lineal entre el consumo de pasto por hectárea y la rentabilidad económica. “Para analizar el costo por kilo de materia seca cosechada hay que conocer tres variables que determinan la eficiencia de la transformación del pasto en producto animal”, señala Federico. Así enumeró la persistencia estimada, el nivel productivo del alfalfar y el porcentaje de utilización de la pastura. 1. PERSISTENCIA. “El costo de implantación de una pastura base alfalfa con alta tecnología ronda los trescientos cincuenta dólares por hectárea pero el período de amortización es altamente variable según el manejo y la genética utilizada bajo pastoreo”, explica. “Al aumentar un año extra de persistencia, el costo de amortización más mantenimiento disminuye unos 60 dólares por hectárea/año, por lo cual con una persistencia estimada de 3 años el costo de una pastura base alfalfa para la zona rondaría 177 dólares por hectárea.” 2. NIVEL PRODUCTIVO. Del mismo modo sostiene Schiarreta, al mejorar la productividad del recurso se diluye el costo por kilo de materia seca, ya que igual nivel de inversión obtengo mejor resultado. “Pasar de producir diez a catorce toneladas de pasto representa una disminución del 30 o 40 por ciento del costo por unidad de materia seca cosechada”, asegura el especialista de Gentos. 3. EFICIENCIA DE COSECHA. La tercera clave en los sistemas pastoriles es la utilización del pasto ya que a nivel general los datos indican que los sistemas argentinos consumen sólo el 40 y 50 por ciento del forraje total producido. “Una mejora en la utilización a través del manejo del pastoreo eleva los porcentajes de utilización al setenta y ochenta por ciento disminuyendo sensiblemente los costos por unidad de materia seca cosechada”, asegura Schiarretta.

Criterio estacional Desde Gentos, aseguran que esto se puede lograr con los nuevos

conceptos del pastoreo en alfalfa: FlexiGraze 8-14. “Hay que tratar de entrar antes a la parcela en primavera-verano –con ocho a diez nudos–, donde la planta re moviliza reservas para priorizar el crecimiento de tallos y hojas, priorizando la ganancia animal. Siempre teniendo en cuenta que en el otoño cuando cambia la partición de energía y nitrógeno en la planta para favorecer el crecimiento de raíz y corona, es conveniente dejar descansar a la planta y entrar a pastorear con catorce nudos o cincuenta por ciento de floración para asegurar la persistencia de la pastura”, aconseja Schiarreta. Al comparar con otros alimentos por ejemplo suplementos, el costo por kilo del forraje a base alfalfa es siete veces más barato. Con un silo de maíz es entre dos y tres veces más barato. Por lo cual la principal rentabilidad de nuestros sistemas viene de utilizar estratégicamente los suplementos o silos en la época de baja cantidad o calidad de forraje por ejemplo en invierno para mantener carga y poder consumir todo el excedente de forraje de primavera.

tigación y desarrollo de la empresa con sede en Bell Ville. Para lograr ese objetivo se modificaron las punteras, que ahora son más estilizadas y más bajas con sus costados más altos y recortados. “Además, ahora la unidad recolectora tiene un sistema de ingreso en V invertida que permite que la planta entre fluidamente y con muy poco movimiento”, finalizó. Richiger renovado: Estuvo presente con dos de sus equipos con novedades. La R10 230, una embolsadora de forraje de 9 a 10 pies que cuenta con una serie de innovaciones como pluma hidráulica, nuevo sistema de iluminación, túnel autolimpiante y sistema de frenado neumático. En tanto, la R6 Plus, una embolsadora de granos que incorporó un nuevo sistema inoculador, además de central hidráulica independiente y gato hidráulico. “Es una máquina que ha sufrido además una evolución en su sistema quebrador,

permitiéndole quebrar más granos por hora y con una mejor eficiencia”, reveló Ezequiel Carrillo, asesor de la firma. Mi primera Claas: La empresa alemana lanzó una novedosa campaña de financiamiento para que productores y contratistas puedan adquirir por primera vez un equipo nuevo o usado de la marca. “Hace pocos días hemos lanzado ‘Mi primera Claas”, una iniciativa para poder acercarnos a un nuevo perfil de clientes que todavía no habían podido acceder a nuestros productos”, señaló Gross. Para eso la marca ha lanzado una nueva línea de financiamiento para las cosechadoras Tucano y las picadoras Jaguar, además de maquinaria usada. “Es preferible tener una Class usada y revisada por fábrica que una máquina nueva de otra marca pero de inferior calidad”, afirmó el director comercial.

Asegurar “la caja” Culminando la dinámica, el programa dio paso a una charla de Ezequiel Cruz, del Grupo Cencerro, quien alertó de la importancia de la planificación y gestión de la empresa. “Es un punto esencial que los productores se puedan sentar campaña a campaña para planificar qué es lo que van a hacer, enfocado siempre en lo económico financiero que es un poco lo que define el negocio. Uno puede ser productivamente muy eficiente. Pero si no está a la altura de las circunstancias en estas materias, el negocio se puede venir abajo”, advirtió. En un marco de escasez de financiamiento, el economista recomendó contar con una visión de largo plazo por un lado pero asegurando el financiamiento en el corto. “Es muy importante que el productor sepa cuándo tiene que cobrar y cuándo pagar sus compromisos para no tener que caer en préstamos con tasas elevadas”, señaló. “Un negocio es bueno o malo de acuerdo a la rentabilidad. Pero esa rentabilidad tiene que ir de la mano de la sustentabilidad. Porque la realidad es que si uno no piensa en un proyecto sustentable a lo largo del tiempo va a dejar de ser rentable.” n

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Arruinarle el plan a los patógenos DIARREAS NEONATALES

Una respuesta innovadora desde lo ambiental y natural, es posible encontrar en la multiplicación de bacterias que colonicen el intestino para impedir la instalación y posterior multiplicación de patógenos.

No hay tambo que no conviva con las diarreas neonatales, una enfermedad que tiene una incidencia del veinte por ciento de muertes entre los animales afectados. Los terneros recién nacidos son extremadamente sensibles a ellas, sobre todo durante sus primeros 28 días de vida. Bacterias y virus provocan diarreas al atacar la mucosa del intestino, lo que reduce la absorción de nutrientes esenciales de la leche y causa deshidratación. Si se agrava el cuadro, el ternero puede morir, pero incluso si sobrevive tendrá un rendimiento menor durante toda su vida en comparación con los terneros sanos.

Cuando la defensa natural se derrumbó Podríamos decir que las diarreas neonatales son propias de la modernidad. Por esta razón existen pocos casos de esta enfermedad en bovinos que se crían en condiciones naturales. Lo cierto es que a medida que los sistemas productivos fueron intensificándose, hemos transformando a las vacas en peores madres, por una fuerte selección hacia caracteres más ligados al tipo de animal y a los parámetros productivos que a los maternales. A este viraje del sistema productivo, se agregan ciertos desajustes metabólicos en el periparto de la madre, propios del período de transición

“HEMOS TRANSFORMADO A LA CRIANZA EN UN SISTEMA DE ALTÍSIMO RIESGO. EL ANIMAL POR DIFERENTES RAZONES ESTÁ EN INFERIORIDAD DE CONDICIONES DE DEFENDERSE Y CUALQUIERA DE LOS NIVELES DE DESAFÍO LO ENFERMARÁ”.

que tienen un efecto negativo sobre la generación de calostro y el propio acto del parto. De esta manera se van reuniendo todas las condiciones para que la batalla se pierda. Terneros hijos de vacas seleccionadas por producción y no por maternidad, con un metabolismo preparándose más para la próxima lactancia que para amamantar a su cría, lipomovilizando en exceso, y sufriendo clínica o sub-clínicamente alguna de las patologías que se observan en el período. Un ternero, a veces parido de manera lánguida, nacido en un ambiente sobrecargado de microorganismos y expuesto a un sistema de manejo bien distinto del que la naturaleza le había preparado. Si decimos que las enfermedades infecciosas se producen cada vez que el nivel de desafío supera al de protección, podemos asumir que hemos transformado al sistema crianza en un sistema de altísimo riesgo. El animal por diferentes razones está en inferioridad de condiciones de defenderse y cualquiera de los niveles de desafío lo enfermará. Debemos reconocer que cualquiera sea la carga de patógenos que ingrese encontrara un ambiente favorable para su desarrollo. El retorno a lo natural A lo largo del tiempo se ha buscado encontrar una respuesta al desarrollo de esta enfermedad de la intensificación. La diarrea neonatal ha sido y es una enorme piedra en el zapato de operarios, propietarios y profesionales que han pasado por todas las etapas desde el punto de vista terapéutico, no todas con final feliz: antiperistálticos, antibióticos, rehidratantes y demás. Muchos de estos tratamientos se han implementado a modo de bombero, indicados cuando la enfermedad ya está instalada, muchas veces cuando ya se perdieron muchos kilos y en otras cuando la muerte es inevitable. En la actualidad, los sistemas productivos se ven desafiados desde espacios que antes no se tenían en cuenta. Los aspectos medioambientales juegan hoy un papel decisivo en la competitividad del sector y la opinión del consumidor condiciona de manera muy importante las decisiones de cómo criar y producir en la ganadería. En la búsqueda de una solución, imitar parte del proceso natural puede ser parte de la solución. En condiciones naturales, como parte final de un parto eutócico –que se desarrolla con total normalidad, por las vías naturales y sin exigir intervención–, y casi ya abandonando el canal del parto, el ternero aspirara del moco vaginal primero y de la región perianal después un grupo de bacterias que allí se alojan y cuya presencia tiene como objetivo generar “contaminación positiva”. Este grupo banal de microorganismos atravesará el estómago y se alojará en intestino con un claro, natural y marcado “trofismo tisular”. Creadas para alojarse allí, encuentran el ambiente ideal para su multiplicación, colonizando el intestino y generando las condiciones ideales para el funcionamiento del mismo. Simplificado con el término inhibición hoy se sabe que por diferentes mecanismos esta microbiota impide el desarrollo de los patógenos.

El desembarco de las “aliadas” Cada vez es más sólido el conocimiento que se tiene sobre los diferentes mecanismos a través de los cuales los microorganismos que forman parte

“POR CADA BACTERIA QUE INGRESA, SI ÉSTA LOGRA SU COMETIDO EN EL TERNERO QUE LA ALOJÓ, EL ENFERMO TERMINARÁ ELIMINANDO AL AMBIENTE, MILES DE ELLAS, GENERANDO POR ELLO UNA PEOR SITUACIÓN EN TÉRMINOS DE CONTAMINACIÓN AMBIENTAL PARA LOS PRÓXIMOS TERNEROS”

de la microbiota, alojados en el intestino, logran evitar el desarrollo de patógenos. La naturaleza espera que desde el moco vaginal los terneros incorporen estas bacterias, que éstas se alojen en intestino, que allí se multipliquen, y que como consecuencia de su funcionamiento, secreten sustancias, acidifiquen el medio, ocupen de receptores, compitan por nutrientes, etc. En otras palabras, “le arruinen los planes a los patógenos” y que cuando éstos inevitablemente ingresen, se encuentren con un escenario desfavorable para su multiplicación. Probios Bac es un desarrollo de Cristian Hansen que tiene como objetivo hacer lo que el actual sistema de producción impide que ocurra. A través de una manera moderna sencilla y científicamente comprobada se asegura que un grupo de microorganismos, los mismos que la naturaleza había preparado, habiten y colonicen el intestino, impidiendo de esta manera la instalación y posterior multiplicación de patógenos y con ello la no presentación de casos clínicos de diarrea. Una solución para la contaminación Las actuales condiciones de producción, nos llevan inevitablemente a una sobrecarga de los ambientes en términos de población animal. En la crianza tradicional en la Argentina, el ecosistema se observa con animales atados cada dos metros, expuesto a un elevado nivel de estrés y descargando sus excretas durante una y otra tanda de terneros dando por resultado un ambiente cada vez más sobrecargado de patógenos. Se sabe que los microorganismos ingresan a sus hospedadores con la inicial intención de reproducirse y como consecuencia de ese proceso lesionan y enferman a las células a los tejidos y al sistema que le dio asiento. Lo concreto es que por cada bacteria que ingresa, si ésta logra su cometido en el ternero que la alojó, el enfermo terminará eliminando al ambiente, miles de ellas, generando por ello una peor situación en términos de contaminación ambiental para los próximos terneros que deba habitar en ese espacio, sin despreciar la contaminación de todo aquel material y personas que por allí transitan. Asumiendo que las enfermedades infecciosas se dan cada vez que el nivel de protección se ve superado por el de desafío –carga bacteriana del ambiente–, será cada vez más difícil el control de las enfermedades infecciosas bacterianas en el área de la crianza debido al incremento del nivel de contaminación. Este tipo de tecnologías modernas, pensadas en evitar el desarrollo bacteriano al generar las peores condiciones que un patógeno necesita disponer para su desarrollo –posibilidad de adhesión, acidez del lumen intestinal, disponibilidad de nutrientes, presencia de inhibidores etc– generan no solo el beneficio de la muerte de los patógenos en el animal tratado, sino que adicionalmente generan el fin de circuito que termina en el aumento del desafío infeccioso. Es interesante pensar que hoy tenemos a disposición tecnologías, como Probios Bac, que no sólo son terapéuticamente eficaces para la prevención y tratamiento, de en este caso una vieja y tediosa enfermedad, sino que responderán a las demandas de generaciones futuras al cooperar en la sustentabilidad de los ambientes. n

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