Una pandemia que trasformó el sistema educativo
F
ue un 16 de marzo de 2020 cuando los docentes de esta provincia y de toda la República, emprendimos el gran desafío hacia una nueva forma de enseñar y aprender. De pronto se suspendieron las clases y allí comenzó una nueva historia. Todo era incertidumbre, sumado al temor por el “enemigo invisible” que nos acechaba, el famoso Covid-19, un virus desconocido que nos vino a cambiar todas las estructuras de vida, las cuales nos funcionaban cómodamente hasta el momento, especialmente la forma de trabajar, de relacionarnos, de pensar, en definitiva, de existir. Para la escuela fue una “revolución” en el sentido literal. Los educadores no sabíamos hacia dónde “disparar”, pero como ninguna tempestad dura para siempre, todo fue tomando su curso
hasta encontrar un nuevo camino. Desde mi experiencia personal, como docente de una Institución educativa privada de nuestro medio local, en la que me desempeño como Profesora de Derecho del nivel secundario en los cursos más altos,
viví un gran proceso de aprendizaje y descubrimiento, en el que tuve momentos de cuestionamientos y dudas, pero luego decidí no resistirme a lo que nos tocaba transitar desde la escuela. Entendí que nadie había elegido pasar por esta situación tan