Publicación mensual de distribución gratuita // Julio 2020
Reflexión del Vestir Cuando nos vestimos, ¿somos conscientes que nuestros cuerpos se hacen legibles socialmente según la apariencia final? Hola, me llamo Rami Diosquez, soy Diseñador Industrial y actualmente soy el director del Instituto de Diseño “Roberto Piazza” en Santiago del Estero. En esta oportunidad me gustaría compartir algunas opiniones y reflexiones personales sobre algo cotidiano con lo que convivimos diariamente: Como nos vestimos. Para comenzar, el vestir, para la sociología, es un hecho social que opera en relación a un contexto que le otorga legitimidad, es decir que, la noción personal que tenemos sobre un contexto, determina el criterio en la elección de nuestras prendas para acudir al mismo. Primero, tenemos que preguntarnos qué es la moda. Generalmente, la palabra moda refiere a aquello que está en auge en un lugar específico en un tiempo determinado. Se trata de aquellas tendencias en el área de la cultura, arte, modos de vida y la práctica del vestir, generalmente, son introducidas recientemente y se reproducen de manera constante. Mi labor como formador profesional en el área del diseño hizo despertar extremo interés por el estudio de la sociología, de la psicología social y del comportamiento de las
masas en relación al diseño, y considero fehacientemente que es ahí, en la calle, en las concentraciones sociales, donde se encuentran los disparadores que actúan como herramientas de proyección de nuestra actividad laboral. En Argentina existe un fenómeno de imitación social donde el colectivo es una pluralidad de personas que se encuentran reunidas en un mismo espacio y tiempo. Las mismas están unidas porque comparten emociones y comportamientos semejantes y esto incentiva el acto de imitar al otro. En el proceso imitativo encontramos que primero surge una iniciativa individual que manifiesta la incorporación de una novedad. Aquellos de la iniciativa son los líderes y sus ideas, enseguida, serán imitadas. La novedad suele expandirse en el entorno cercano del actor social que las incorporó y se expanden rápidamente. Por lo general, cuando escuchamos la palabra moda pensamos en frivolidades. Es paradójico que la esencia de este concepto esté atado a lo que consideramos superfluo cuando tras esta apariencia mundana se encuentra el continuo fluir: el cambio. El cambio es el estimulante principal de la moda que se manifiesta en ciclos dinámicos de actualización constante, en cosas que pasan al olvido siendo sustituidas por otras más novedosas. Personalmente traigo a colación lo anterior, porque es a través de la moda,
que nuestro cuerpo se convierte en escenario de representación de un “yo exterior”. Ante la mirada del otro, configuramos nuestra exterioridad expresando lo que somos, y cómo queremos que nos vean. Por lo tanto, este tema no puede parecemos insignificante, más bien al contrario, es algo profundo relacionado a nuestras formas de dirigirnos, en pocas palabras, la manera que tenemos los seres sociales de decir mucho, sin decir nada. Al vestirnos además de protegernos de las inclemencias climáticas y de las hostilidades del ambiente que nos rodea, las prendas nos distinguen, nos asocia visualmente a ciertos grupos o subculturas sociales y nos individualizan frente a nuestros semejantes. Lo singular, particular y concreto opuesto a lo plural, general y común a todos. Comunicamos con lo que elegimos vestir. Algunos intentan mostrarse elegantes, otros intentan exhibir un rango o status, otros buscan identificarse con subculturas, con los consumidores de los mismos estilos y marcas, y también existe una comunicación que tiene que ver con el cuerpo afortunadamente cada vez más alejada de los estereotipos de belleza. En mi opinión personal, a mayor cantidad de grupos sociales, mayor diversificación y superiores los niveles de autenticidad alejados de la copia. Cuando nos vestimos elegimos una estética personal que expresa lo que pensamos de nosotros mismos, el tipo de relación que mantenemos o deseamos mantener con nuestro entorno social e incluso la ideología y las creencias que nos motivan. Cuando nos vestimos no solo cubrimos nuestro cuerpo, todas las mañana elegimos, como queremos que la gente nos lea. Ramiro Diosquez Diseñador Industrial
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