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Alzheimer a través de los ojos de Sylvia Molloy
Que la horrible originalidad de la enfermedad se está volviendo, para mí, convencional.
Sylvia Molloy
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El ser humano es uno de los seres vivos más complicados, por esto mismo toda nuestra existencia se ha dedicado a la investigación de quiénes somos y de qué nos conformamos, y, aun así, el conocimiento sobre la humanidad es limitado. El envejecimiento es una de las situaciones que más sorprende, ya que hasta la fecha no se sabe por qué pasa, y esto trae consigo muchas veces problemas de salud. El cerebro tiene la capacidad de recibir, analizar, procesar, almacenar información y dar respuestas a los cambios que afectan al medio externo con el objetivo de la supervivencia del individuo y de la perpetuación de la especie, sin embargo, cuando este es dañado y empieza a degenerarse de manera progresiva, el enfermo pierde sus memorias hasta que llega el punto donde desaparecen, perdiendo su identidad y quedando encerrado en una oscuridad de la que es imposible sacarlo.
El Alzheimer es un ladrón de memorias, despoja primero, las cosas sencillas del día a día hasta avanzar y quitar la capacidad de razonar, conocer, hablar y actuar; llega al grado de arrebatar las capacidades básicas del ser humano. Es una enfermedad que no solo ataca a quienes la viven sino a las personas que la rodean, a la familia y amigos, volviéndola aún más difícil de entender y afrontar, es un padecimiento donde el enfermo lo soporta y las personas cercanas a él la sufren.
Es muy común ver cómo se confunde el Alzheimer con otro tipo de demencias, por eso mismo es importante motivar el conocimiento de la enfermedad para que se pueda diagnosticar a tiempo y evitar que sea mal tratada. La demencia es una disminución de la capacidad intelectual en comparación con el nivel previo de función, la demencia no se refiere a ninguna enfermedad en concreto, es un conjunto de síntomas relacionados con una disminución de las capacidades mentales, gracias a esto la demencia es considerada un síndrome, es decir, un conjunto de síntomas y signos. De igual manera es importante saber que existen más de setenta causas y enfermedades distintas que pueden provocar que una persona presente una demencia. Por su parte, el Alzheimer es un tipo de demencia que muchas veces, es confundido con la demencia senil y la arteriosclerosiscerebral. Del Alzheimer se puede decir que “es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que se caracteriza por una serie de rasgos clínicos y patológicos con una variabilidad relativa”. (Pena,1999, p.15)
La literatura en este sentido ha abordado la perdida de la memoria en distintas novelas, cuentos y poemas, como, por ejemplo, en el relato “Ver las orejas al lobo” de Alice Munro, el cuento “La espera” de Laura Santullo y en la novela Desarticulaciones de Silvia Molloy. De igual manera, dentro del cine en películas como en El diario de Noah de Nick Cassavetes, En la laguna dorada de Mark Rydell o en el documental Bicicleta, cuchara, manzana de Carles Bosch.
Desarticulaciones es un libro autobiográfico, es como el diario de la escritora donde plasma sus sentimientos, dejando ver un lado más personal de su vida. Sylvia Molloy nos deja adentrarnos en su historia y nos permite ver a gran escala sus sentimientos, leer su libro es vivir en primera per- sona el dolor, la desesperanza, la esperanza, la felicidad, el arrepentimiento, la melancolía, el enojo, la rabia, la confusión, el abandono, el desconcierto, el amor; es vivir cada uno de los sentimientos de la escritora a través de unas hojas de papel.
Sylvia Molloy se caracteriza por usar una escritura autobiográfica en la mayoría de sus textos, y Desarticulaciones no es la excepción. Dentro de sus relatos Molloy siempre hace referencia a la memoria y al pasado a través de sus personajes, de igual manera la autora ha repetido en innumerables ocasiones que sus obras recopilan pasajes que ha tenido ella en su pasado, situaciones que ha vivido; ha declarado que sus textos están inspirados en experiencias propias y ajenas.
En este sentido, en este trabajo de carácter argumentativo se tiene el objetivo de analizar la relación que existe entre la literatura autobiográfica y la medicina, especialmente con la enfermedad de Alzheimer. La metodología que se utilizará para analizar y reflexionar sobre esto serán la escritura autobiográfica y la teoría de la recepción literaria. Así como un breve acercamiento a las características del Alzheimer. Todo esto para entender cómo se representa el Alzheimer en el libro Desarticulaciones de Silvia Molloy.
Sylvia Molloy, narradora, crítica literaria, escritora y ensayista, nace el 28 de agosto en 1938, en Buenos Aires, Argentina. Fue una escritora muy importante en Latinoamérica, es considerada como una de las mejores y más importantes escritoras en la actualidad. Admirada por ser una de las primeras narradoras en tocar temas controversiales como la comunidad LGBT+ en sus textos literarios, al mismo tiempo que fue una de las pioneras en explorar y desarrollar el estilo autobiográfico en sus obras.
Dentro de sus obras narrativas destacan En breve cárcel (1981), El común olvido (2002), Varía imaginación (2003), Desarticulaciones (2010), Vivir entre lenguas (2016), Animalía (2022); y como ensayista La Diffusion de la littérature hispano- américaine en France au XXe siècle (1972), Las letras de Borges (1979), At Face Value: Autobiographical Writing in Spanish America (1991), Acto de presencia: la literatura autobiográfica en Hispanoamérica (1997), entre otros. Sylvia es conocida por utilizar un estilo autobiográfico es sus obras:
“Una de las cosas que ha caracterizado su escritura ficcional, y que ha llamado la atención de la crítica, es la referida al uso de la memoria y la recuperación del pasado que
José Vasconcelos
Erudición / Ensayo
hace a través de las historias de sus personajes y que va hilando en un tiempo que parece querer recobrar lo perdido. En este sentido, Molloy ha afirmado que su escritura recoge pasajes de su propia vida, recuerdos suyos y ajenos que contribuyen a escribir la ficción que narra en sus novelas. Sus textos son autobiográficos, articulan la memoria e identidad a partir del recurso del recuerdo. La autora construye toda una trama que da cuenta de una relación entre la narración y el recuerdo. De esta manera, he establecido dos puntos pertinentes de análisis respecto a la autobiografía ficcional. El primero, relacionado con los aspectos más teóricos del género autobiográfico, y el segundo, que aborda la autobiografía como herramienta narrativa para construir la memoria e identidad de los personajes en la escritura creativa o ficcional”. (Baptista, 2020)
La autobiografía
La autobiografía es un texto narrado en primera persona, lleva un orden cronológico, la mayoría de las veces la persona habla de su vida volviéndose el protagonista o el personaje principal. Se puede describir como una narración de nuestra vida, con un método específicamente creado para poder ponerle ficción, como una novela donde se vislumbra nuestra propia voz sin reproducir estereotipos. Hay distintas vías para poder escribir una autobiografía, tales como un diario personal, las memorias, una autobiografía real, entre otras. Es usada para detallar lo vivido o como material para la ficción, podemos diferenciar una autobiografía de una novela porque en la autobiografía el personaje es más importante que los sucesos que están aconteciendo mientras que en una novela o cuento los sucesos suelen ser más importantes: “Phillipe Lejeune dice que este relato está regido por <<pacto autobiográfico>> en el cual <<el autor se esfuerza por desarrollar un discurso verídico sobre sí mismo. El autobiógrafo no es quien dice la verdad sobre sí mismo, si no quien afirma quien la dice>>.” (Kohan, 2000, p.17)
Así tenemos que la autobiografía “Es la vida de alguien contada por sí mismo. Habla sobre lo vivido y el recuerdo que se tiene de lo que se ha ido. Exige un esfuerzo retrospectivo y, a menudo, documentación: podemos recurrir a toda clase de documentos que nos aporten datos y hagan la autobiografía más creíble para el lector”. (Kohan, 2000, p.18) Las vertientes dentro de la autobiografía (en algunos casos) se impone lo referencial, lo externo, volviéndola así un documento o testimonio, mientras que en otros predominan distintos recursos como lo poético o novelesco, cuando esto pasa entonces es considerada un texto literario. Es decir, la autobiografía se vuelve literatura y este es el caso de Desarticulaciones de Silvia Molloy.
Teoría de la recepción literaria
La teoría de la recepción literaria habla acerca de cómo el lector le da un significado a los textos que lee y es importante mencionar esto ya que muchas veces el mensaje que el escritor quiere que el lector tenga no es el que llega, muchas veces los textos pueden ser sobre interpretados o por su contrario no ser entendidos por completo, pero es algo que el escritor está consciente desde el inicio, pues su texto puede ser completamente aceptado o no: “El texto es tanto un producto de su creador, como del rector que lo reconstruye, es inagotable, pues a cada cual lo lee a partir de su experiencia vivencial y cultural acumulativa. El lector es una condición indispensable del texto.” (González, 2016, p. 68).
En el caso de Desarticulaciones la recepción literaria nos permite abordarlo desde una perspectiva íntima gracias a que durante todo el libro podemos interpretar los sentimientos que la autora pone día tras día en las páginas, dejando así al lector con una interpretación personal debido a que Molloy nos lleva de la mano en cada una de sus oraciones, logrando que cada lector interprete el dolor, el amor, la enfermedad a su manera, pero también comprendiendo lo que expresa la autora.
Alzheimer
Fue en 1907 cuando Alois Alzheimer, psiquiatra y anatomopatólogo alemán, dio a conocer el caso de una paciente de 51 años que tras cuatro años y seis meses después de presentar un grave cuadro de demencia con alucinaciones y desorientación, fallece. Su cerebro fue analizado los siguientes años, esto permitió conocer a profundidad lo que realmente le había pasado, esto logró que se tuviera conocimiento de la enfermedad y que actualmente tiene el nombre de su pionero, Alzheimer. El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa progresiva, es decir, lo que le sucede al paciente de forma clínica es variable pero que lo que se encuentra dentro del cerebro en una autopsia es, en cierto modo, igualmente variable. Dentro de los rasgos clínicos (lo que podemos observar en el paciente) están:
•Alteraciones cognitivas: en la memoria y otras capacidades mentales.
•Alteraciones funcionales: pérdida progresiva de la independencia de las actividades de la persona en su vida diaria.
•Alteraciones psicológicas y de comportamiento: ansiedad, delirios, alucinaciones, entre otras.
Y en cuanto a los rasgos neuropatológicos (lo que se observa al estudiar el cerebro):
•Atrofia cerebral con pérdida de neuronas
•Degeneración neurofibrilar
•Degeneración granulo-vacuolar
•Angiopatía amiloide
“A pesar de la diversidad de causas que pueden generar la enfermedad de Alzheimer, múltiples estudios ponen en evidencia la activación de una cascada de conocimientos bioquímicos que conducen a una alteración de las células cerebrales, a la perdida de sus conexiones (las sinapsis) y a su muerte”. (Pena, 1999, p.16)
La enfermedad del Alzheimer es cada vez más frecuente y la causa de esta es que la esperanza de vida cada vez sea más alta y haya más personas de edad avanzada, incluso está involucrado el descenso de la natalidad, que obliga a un envejecimiento progresivo de la sociedad. El Alzheimer es una enfermedad nueva, ya que hasta el siglo XX era muy extraño ver personas que vivián más de sesenta y cinco años, por lo cual la población que padecía la enfermedad era menor. De acuerdo con las investigaciones las mujeres tienen más probabilidad de padecer la enfermedad, pero esto aún no se sabe con precisión si es verdad o no. La literatura no es ajena al Alzheimer y ha representado el tema en varios textos narrativos y poemas como ya se ha mencionado. A continuación, se verá cómo esta enfermedad se retrata en Desarticulaciones, de Silvia Molloy.
Amor, perdida y duelo
Desarticulaciones es uno de los libros de Sylvia Mo- lloy, el mejor ejemplo para describir el estilo auto biográfico que caracteriza a la escritora. Dividido en pequeñas narraciones del día a día de Sylvia en sus visitas hacia “ML” su amiga internada por tener Alzheimer, cada una de sus visitas le inspira a escribir, logra así que su libro se vuelva más un diario de sus memorias y pensamientos, para ello utiliza títulos como “Desconexión”, “Lógica”, “Cuestionario”, “Ser y estar”, “Puño y letra”, “Libertad narrativa”, “Erótica”, “Que si lee y escribe; quizás”, entre otros.
Ciertos capítulos del libro dejan ver con claridad el desconcierto de la escritora, el dolor, la sorpresa y la desesperanza al presenciar cómo el Alzheimer va deteriorando la vida de su amiga. Dentro del capítulo “Ser y estar”, se puede observar cómo Sylvia tiene las dudas de si aún en algún rincón de la mente de ML ella aún está presente, hasta que en una de las diarias llamadas nocturnas que le realiza a ML, esta contesta con un “cómo te va, Molloy”, es ahí cuando ella entiende que quizás, en algún lugar escondido dentro de la mente de ML, ella no está ausente, ella aún esta presente: “A veces, haciendo orden en mis papeles, me encuentro con algo escrito por ella, una ficha con un título, o una nota que acaso sirvió para algún artículo que escribimos juntas. Son notas que han sobrevivido a su utilidad, pero cuesta tirarlas. Forman un montoncito en un cajón del escritorio, pedacitos de escritura que me dicen que una vez estuvo”. (Molloy, 2010, p. 41) En este capítulo se logra apreciar perfectamente las alteraciones cognitivas que la enfermedad provoca, como la perdida de la memoria y la habilidad de escribir, ya que dentro de él se habla de cómo ML ya no es capaz de escribir por lo avanzada que va la enfermedad; dentro del capítulo se puede apreciar claramente la aplicación de la teoría autobiográfica, Molloy nos deja ver de manera directa sus sentimientos al observar cómo ML va perdiendo poco a poco lo que la caracterizaba.
Ahora bien, Sylvia Molloy dentro de su libro Desarticulaciones nos cuenta lo difícil que es ver cómo una persona cercana pierde el conocimiento de quien solía ser, va narrando el avance de la enfermedad y los problemas que esta conllevan y es aquí donde la escritura autobiográfica se vuelve necesaria y algo urgente:
“Tengo que escribir estos textos mientras ella está viva, mientras no haya muerte o clausura, para tra