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- CONCHA TISFAIER -
Concha Tisfaier HABLEMOS DE PEDOS Y ERUCTOS
Pedos y eructos, máxima expresión del aire en movimiento. Motivo de risas y de enfados, en mi koadrilla hay división de opiniones sobre qué es peor. A ver, lo peor siempre es lo que trae olor, ¿no? Pues hay a quien le da más asco el sonido. Luego está a quien simplemente le molesta el gesto, el hecho de expulsar aire de determinada manera. Yo no estoy en contra de ninguno, ya lo dijo Shrek: “mejor fuera que dentro”. No es que me guste oler otros pedos que no sean los míos, ni que el olor a chorizo revenido no me reafirme en mi veganismo, pero no sé, es algo que se pasa. O sea, el olor del pedo te persigue un rato y hay eructos que provocan arcadas ajenas, pero diez minutos después ya está, ya pasó, duerme bebé. Hay cosas que sin ser tan llamativas, ahí se quedan. ¿Alguna vez os ha arañado un gato el pezón? Sangrar de ahí y rozar la postillita contra la camiseta de algodón basto del Nafarroa Oinez hace plantearse volver al sujetador hasta a la feminista más jipilonga. Eso no deja olor, pero no se pasa rápido, no, y no os veo yo echando a los gatos de vuestro regazo. Los reglotes y los cuescos también comunican. Muestran facetas de nuestra personalidad. Yo los incluiría en las entrevistas de trabajo. Para medir la competitividad, quien entreviste debería eructar bajito, casi sin que se note. Yo os aseguro que la mayoría de veces eructo de forma refleja solo para eructar de manera más sonora que quien lo acaba de hacer. Si queremos medir el dinamismo y capacidad de adaptación de la joven promesa aspirante a comercial, pederse con cómicas posturas debería ser una prueba de selección obligatoria. ¿Que solo sabes hacerlo sacando el culo en pompa? A administración. ¿Que el profesor de pilates parece un palo al lado de tus movimientos? De cabeza a Project Copy Manager Senior On Board Off Shore.
No pasemos por alto el gran campo de acción para las pseudociencias (¿por qué se sigue incluyendo la palabra ciencia en este tipo de prácticas?). Si Gwyneth Paltrow se bebe su propio pis, ¿no podríamos vapear nuestros propios pedos, alinear los chakras eructando, diagnosticar el covid por el bouquet del gas emitido? Hay profesionales que se dedican a mirar anos, realizar colonoscopias, poner empastes en bocas que llevan meses con muelas podridas, hay gente con vocación hacia lo escatológico y esas personas se merecen una profesión. Analistas de ventosidades in situ, nutricionistas que determinan tu dieta ideal en función del sonido de tu eructo, talleres de escultura que utilicen el cerumen de la oreja. Bueno, lo de la cera no tiene que ver con el aire en movimiento, pero también es algo que da asco a la gente. Como la caca y el pis. O las uñas de los pies. O los dientes picados. ¿Sabéis que en la India se peinan los pelos de las orejas en vez de cortarlos? Ahí está el comienzo del mercado, quienes realmente son influencers, por qué estar en constante lucha contra la naturaleza, embellezcámosla, démosle el lugar que se merece. Compremos ropa interior que tiña nuestros cuescos de bellos colores, como esas duchas que incorporan luces led y hacen que te sientas en un hotel cutre de carretera cada mañana. Porque la vida ya es muy gris. Pongamos color. Eructemos cuando tengamos la boca llena de polvorón o de peta zetas, demos emoción a nuestra existencia. Demos movimiento a nuestros aires más internos con glamour.
