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Revista GANADERO EDITORIAL

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Reportaje PROGEN

Reportaje PROGEN

A nuestros lectores

Sin duda el conflicto que Rusia ha buscado con Ucrania tiene en vilo al mundo por el inevitable escenario de pérdidas humanas, la amenza de un ataque nuclear e incluso la idea de la detonación de una Tercera Guerra Mundial. Además los daños colaterales, no tardan en dejarse sentir en la economía sí, mundial, pero en concreto en la economía de cada sector productivo.

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Siendo Rusia y Ucrania el primero y cuarto productor y comercializador de trigo en el mundo respectivamente, pues, de acuerdo con el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), la cosecha rusa del ciclo 2021/2022 se estima en 75.5 millones de toneladas (de las cuales 32 mil toneladas llegaron a México el año pasado).

Siendo también los principales productores de UREA, Amoniaco Anhidro, Nitrogenados, Potásicos y Fosfatos para la elaboración de fertilizantes (de los 23.3 millones de toneladas que exportó Rusia de estos químicos, un millón tuvo como destino nuestro país. En el caso de Ucrania, de una producción de 1.8 millones de toneladas, 83 mil fueron para México). Y, teniendo Rusia, una comercialización internacional del 59% en lo que se refiere a combustibles y productos extractivos, las alertas están encendidas por un muy probable aumento al precio de las gasolinas, y con ello a los alimentos, el transporte y demás artículos. En fin, las presiones inflacionarias para México, según los expertos llegarían al 7%, sin olvidar las manufacturas de acero (ambos países son exportadores también de acero), cuyo precio ya se ha visto incrementado en 10%.

Si bien nuestro país sigue dependiendo en mayor medida de las importaciones de insumos agropecuarios como maíz (13.4 mt), soya (4.4 mt) y trigo (3mt), de nuestro vecino país del norte. Según el mismo organismo GCMA, este año se tiene el compromiso de adquirir 20.8 toneladas entre los tres granos, no deja de inquietar las implicaciones que invariablemente vendrán para todos los sectores en general y el sector pecuario en particular, con este conflicto bélico, ya que las sanciones que los Estados Unidos y algunos países de la Unión Europea han impuesto a Rusia, en materia financiera, aérea e incluso deportiva, pueden hacer sentir acorralado al Presidente ruso, Vladimir Putin que no se dará por vencido fácilmente.

La otra tendencia que se ha visto a la alza - esta sí desde el año pasado y se considera que se mantendrá hacia la primera mitad del año - es la importación de ganado en pie desde Estados Unidos. De acuerdo con el nuevo presidente de la Asociación Mexicana de Engordadores (AMEG), Héctor Garza, los efectos de la pandemia escasearon la mano de obra en la industria cárnica de ese país, por lo que los bovinos se están procesando en los rastros Tipo Inspección Federal (TIF) del norte de Chihuahua, Sonora y Coahuila. Ello ha significado un aumento del 211%, con respecto al 2020, en las importaciones de bovinos, es decir, un total de 90 mil 440 cabezas valuadas en 110.7 mdd. La carne producida es enviada de vuelta a Estados Unidos. Con ello habrá que ver cuál es el impacto para los becerros mexicanos que tradicionalmente se exportan, pues según datos de la (GCMA), hay una disminución del 23.2% en la exportación nacional de cabezas bovinas.

En cambio, un análisis del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, indica que las exportaciones mexicanas de carne ya procesada se mantienen a la alza. El año pasado el aumento fue de 35.8%, con respecto al año anterior, un aumento en volumen de 5.5% con un valor de 2, 287.8 mdd, lo cual va en armonía con los pronósticos de la USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos), que prevée para este año un ascenso del comercio internacional de carne de res. Este ascenso estaría arriba de los 11.5 millones de toneladas enviadas a los países asiaticos, con Japón y China como principal destino.

Así que, apreciables lectores, en este inicio de año el panorama parece incierto y volátil y sin embargo, también permite ver una línea de oportunidades y crecimiento.

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