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Lo que se oye, lo que se dice...

MEZCLA EXPLOSIVA están formando el coronavirus SARS-2 y la política gubernamental de quitarles dinero a las secretarías para destinarlo a los “programas sociales”. Un ejemplo muy a la mano son los aretes del Sistema Nacional de Identificación Individual de Ganado (Siniiga), cuyo precio al productor tuvo que ser aumentado en promedio en 50% a partir del 23 de marzo porque simplemente las organizaciones ganaderas ya no pueden costearlos. El aretado, que forma parte de todo un sistema que busca lograr la trazabilidad correcta del ganado —un instrumento esencial, entre otras cosas, para la competitividad de nuestra industria pecuaria– funcionó razonablemente bien hasta 2018 con aportaciones del gobierno federal y de los productores al momento de adquirir los aretes. Sin embargo, para el ejercicio 2019 las nuevas autoridades redujeron en 69% el presupuesto dedicado a este rubro, y para 2020 simplemente no lo tuvo en cuenta, es decir, lo eliminó (en cifras, durante 2018 el gobierno aportó 120 millones de pesos para la operación del sistema, en 2019 aportó sólo 50 millones y en 2020 ya no aportó nada). El paquete de aretes, uno por ejemplar, tenía desde 2017 un costo de 30 pesos para el ganadero en el caso de los bovinos, que puede parecer excesivo si pensamos nada más en los materiales, pero que no lo es considerando que esa cantidad paga la base de datos con que opera el sistema y toda la administración de éste. La inflación acumulada entre 2017 y 2020 se calcula en 20%, y también tenía que ser pagada por los mismos 30 pesos. Para colmo, la epidemia de covid-19 causada por el coronavirus llevó al dólar de 18.50 hasta 24 pesos, es decir, lo devaluó 30% en unos cuantos días. El incremento en los costos y el retiro del gobierno federal hizo que las entidades operativas del Siniiga, que son las organizaciones ganaderas (las asociaciones locales y algunas especializadas, las uniones regionales y la

LA PRODUCCIÓN pecuaria nacional del año pasado fue la más alta de la última década, con cerca de 23 millones de toneladas y un valor de 462,000 millones de pesos, según la información oficial. El subsector que más creció durante 2019 fue la porcicultura, que tuvo una producción 6.6% más alta que la de 2018, seguida de la avicultura con 3.1%, la ganadería bovina de carne con 2.3% y la ganadería lechera (bovinos y caprinos) con 2.1%. Con dichos incrementos México se colocó en el séptimo lugar mundial como productor de proteína animal, aunque por subsector el sitio que ocupa es variable: el 15º en carne de cerdo, el 6º en carne de bovino y en pollo, y el 4º en huevo. De acuerdo con Bosco de la Vega, presidente del Consejo Nacional Agropecuario, durante el año pasado el sector primario creció en total 2.1%, “por lo que fue el único sector productivo que hizo la tarea”… LOS DATOS del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) indican que en 2019 México exportó a ese país 31,076 millones de dólares en productos agroalimentarios –equivalentes a 82.2% de todas las exportaciones del sector–. Esa cantidad es 10% superior a la del año anterior. Mientras tanto, las importaciones mexicanas desde el país vecino en el mismo sector ascendieron a 19,244 millones de dólares, lo cual significa que el intercambio comercial agroalimentario superó por primera vez 50,000 millones (50,320, para ser precisos, una suma 6% superior a la de 2018). El intercambio se ha incrementado sostenidamente en los últimos tiempos hasta lograr un incremento de aproximadamente 25% desde 2015, cuando fue de 40,752 millones. Los montos de los principales productos que vendemos y compramos aparecen en los cuadros.

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Exportaciones agroalimentarias a EU en 2019

Importaciones agroalimentarios de EU en 2019

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