LA ESPADA ⎪ CUENTOS
Tchaikowskys Opfer Por: Erasmo W. Neumann
Erasmo Mónica W. Sánchez Neumann Escuer Autor de ficción. Articulista. Productor y locutor de radio. Twitter: @VonRotterdam
Tchaikowskys Opfer Por: Erasmo W. Neumann Por la mañana, el capitán Dorofeyev, del Cuerpo Especial de Guardias, confirmó el reporte de sus subordinados: había un cuerpo despedazado en un baldío de Yakimanka. ¡Triste coincidencia! A unos metros delataba un orbe férreo que el arma homicida era uno de los cañones disparados durante el estreno de Tchaikovsky la noche anterior. Con todo Moscú apiñado al otro lado del río con motivo de la Exhibición y el concierto, buen lugar y momento eligió el infeliz para pasear. Tras ordenar el levantamiento de los restos, y más por un genuino deseo de fastidiar que por deber, fue el capitán en busca del compositor. Lo encontró en el Yar, como esperaba. Bebía un té sin más compañía que sus cavilaciones, una sombra pesimista en sus ojos. Tomó asiento frente a él sin avisar e, indiferente a la sorpresa de su intromisión, le dijo lo ocurrido. Tchaikovsky, quien no gustaba de la Guardia y su afán por husmear en su vida, se limitó a escuchar, cabizbajo. Mas conforme el hombre hablaba, la sonrisa bajo su bigote se borraba para dibujarse, discreta, en labios del músico. —¿Acaso le parece gracioso? —le reprochó el uniformado.
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