Yessika María Rengifo Castillo “A pesar de la nostalgia, ni el marxismo ni el liberalismo pueden explicar la actual sociedad posmoderna. Debemos acostumbrarnos a pensar sin moldes ni criterios. Eso es el posmodernismo”. Jean-François Lyotard
A comienzos del siglo XX los escritores latinoamericanos venían cansados de los excesos del modernismo, y queriendo encontrar nuevas alternativas que no los sacaran del continente, acudieron a sucesos que ocurrían dentro de este. Evidenciados hechos vertiginosos, avances tecnológicos, desarrollo del industrialismo, planteamientos filosóficos, conflictos socioculturales, iniciación del cine, entre otros. En el curso de esa búsqueda en los campos sociales, genera una crisis en los individuos creando un artista bastante peculiar que antes no se había dado, caracterizándose por ser el bohemio que evade los acontecimientos reales y se refugia en un abismo que crea una literatura hermética, lo que quiere decir, oscura, incomprensible, en la que el nihilismo o la desesperanza ante la vida es natural. La literatura presenta un cambio total, reaccionando contra todo lo tradicional y produce una manifestación compleja, sin miedo a la deformidad, en la que lo “horrible” tiene valor. Anteriormente sólo lo “hermoso” era la poesía. Desde esa dimensión, los escritores hispanoamericanos abiertos siempre a esas líneas europeas, ven nuevas corrientes de poesía incoherente, misteriosa, y novedosa, con una alta sensibilidad, y total libertad de formas. Una de esas líneas es el vanguardismo que es un periodo literario que se presenta a través de los siguientes ítems: a. El Futurismo: se caracterizó por hacer un salto revolucionario hacia el futuro, manifestando la belleza que poseía la vida moderna sin clichés, y revelándose contra toda regla literaria. Su máximo esplendor seda en Italia. 24