3 minute read
CHINA TOMA EL VOLANTE
José Luis Alarcón Vela Cortesía Carlos Cuevas
Hace no mucho tiempo en nuestro país no existían más marcas automotrices que las que se podían contar con los dedos de una mano; así General Motors, Ford, Nissan, Volkswagen y Renault se dividían la simpatía de los automovilistas mexicanos, pero luego de decretos y limitaciones, la evolución en materia de opciones automotrices creció en México.
De manera paulatina, se fueron dando las condiciones para el fortalecimiento de un mercado automotor mexicano con cada vez más marcas y se incrementaron las opciones alemanas, norteamericanas y japonesas además, llegaron marcas de Noruega, Italia, España, Francia y hasta de Corea. Tan solo unos diez años atrás, la oferta de marcas automotrices disponibles en la República Mexicana llegó casi al medio centenar con sus respectivos modelos.
Hasta hace un par de años y para muchos de manera sorpresiva, comenzamos a ver autos llegados de China, un país donde por un lado, la opinión generalizada sobre la calidad de sus productos se pone en duda, pero por el otro y gracias a su gran capacidad de mano de obra, es un país que contribuye de manera sorprendente al comercio internacional, con millones de diversos productos a precios altamente competitivos y los automóviles no son la excepción.
Fenómeno asiático
China desde 1956 fabrica autos, aunque históricamente nunca fue considerado como país productor de automóviles así como tradicionalmente sí lo son Estados Unidos y algunos países en Europa.
En 1970 no se tenían buenos pronósticos para la industria automotriz china ya que se encontraba muy fragmentada, contaba con tecnología obsoleta y sus costos de producción eran muy altos. Pero con el tiempo la situación cambió drásticamente y a finales de los 80 los chinos comenzaron a desarrollar su industria automotriz ya que el Estado accedió a la inversión extranjera directa, lo que les permitió obtener, aprender y copiar tecnología del extranjero.
Así, el gobierno chino conformó la firma First Automotive Group (FAW) y Shanghai Automotive Group Co. (SAIC); dichas empresas se dedicaron a la mejora de sus productos basados en asociaciones con compañías extranjeras, principalmente con los tres grandes de Norteamérica: Ford, General Motors y Chrysler con quienes compartieron inversiones, gastos operativos y responsabilidades de gestión, así como también pérdidas y ganancias. Aprendieron de su tecnología y su objetivo fue llegar a ser competitivas en el mercado internacional y poder así incrementar el desarrollo económico de su país.
Con esos primeros acercamientos y aplicando lo aprendido, a partir de 1988 China inició la fabricación de autos para su propio mercado cuando a partir del 2002 la dinámica comenzó a cambiar y se dio inicio a la exportación de autos que para 2007 se colocó en el tercer sitio de los países con mayor producción de automóviles a escala mundial, al frente estaban Estados Unidos y Japón. Desde 2012 China es el país líder en este apartado.
Piedra tras piedra
Puede parecer reciente el hecho de que las marcas chinas estén llegando a nuestro país, pero no es así, son casi ya dos décadas de la presencia de productos de manufactura china recorriendo el territorio mexicano.
Esto no empezó con FAW en 2007 cuando anunció su llegada a México y comenzó a comercializar autos al año siguiente prometiendo planes de crecimiento que incluso incluían una fábrica en Michoacán que produciría 150 unidades al año y de la cuál hasta se puso la primera piedra (la segunda nunca llegó a colocarse).
Las tiendas Elektra en aquel entonces vendieron al lado de sus productos de línea blanca los modelos FAW F1, F4 y F5 vehículos de muy mala calidad que desde su presentación a los medios especializados en temas automotrices dejaron con una evidente muestra de falta de calidad en sus productos, aun así, lograron vender casi 5 mil unidades, pero a partir de 2009 ya no se supo más de FAW en México.
También en 2007 hubo un intento más, igualmente fallido, de otra marca automotriz china para establecer su planta en México: ZX Auto, empresa que también colocó su primera piedra, esta vez en Baja California donde se dijo que invertirían 300 millones de dólares para producir anualmente 50 mil unidades en la ciudad de Tecate; al día de hoy tampoco se sabe sobre la puesta de una segunda piedra.
Antes de estas buenas aunque mal logradas intenciones y gracias a la sinergia ya mencionada del mercado chino con las grandes empresas estadounidenses, General Motors vía SAIG en Shanghai debutó en México al que se le considera el primer auto chino en nuestro territorio: el Chevrolet Cavalier 2005.
A partir de ese momento, paulatinamente, otras marcas ya establecidas en la República Mexicana han venido aprovechando la fortaleza de la manufactura asiática y están importando varios de sus modelos a la par de la llegada de marcas 100% chinas, alguna incluso
01 JOSÉ LUIS ALARCÓN PERIODISTA CON EXPERIENCIA EN REPORTAJES DE INVESTIGACIÓN DEL ÁMBITO AUTOMOTRIZ EN MÉXICO Y EL MUNDO, ASÍ COMO EN SU EDICIÓN Y PUBLICACIÓN DESDE EL AÑO 2000. HA COLABORADO TANTO EN MEDIOS IMPRESOS Y DIGITALES ASÍ COMO RADIO Y TELEVISIÓN COMO REPORTERO CUBRIENDO EVENTOS DE LA ACTUALIDAD EN EL MUNDO AUTOMOTRIZ.
02 FAW FABRICA Y COMERCIALIZA AUTOS ALREDEDOR DEL MUNDO, EN MÉXICO JUNTO CON ENSAMBLADORA LATINOAMERICANA DE MOTORES SE DEDICAN A CAMIONES LIGEROS, MEDIANOS Y PESADOS.
03 LA MÁS RECIENTE FIRMA PROVENIENTE DE CHINA Y PARTE DEL ENORME GRUPO CHIREY EN ANUNCIAR SU INGRESO A MÉXICO HA SIDO OMODA.