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MÁS ALLÁ DE LA MOVILIDAD
Los grandes villanos en el tema del calentamiento global siempre han sido las industrias petroleras y automotriz. Y es la industria petrolera (que ya reniega del nombre y pide se le llame ‘industria energética’) tanto como la de la automotriz los que más esfuerzos están haciendo por cambiar nuestras formas de consumir energía.
Toyota ha apostado (desde 1993) por el automóvil híbrido, ha ido perfeccionando los motores eléctricos, materiales y procesos; si bien lo más vistoso de sus acciones, porque a ello se dedica la empresa, son sus autos, detrás de su manufactura, venta y servicio hay toda maquinaria buscando mejores formas de hacer las cosas.
Uno de los grandes cuestionamientos a todos los autos que utilizan baterías para sus motores eléctricos es ¿qué sucederá cuando estas baterías o los autos lleguen al final de su vida útil? La empresa japonesa ya tiene los componentes trabajando para reciclarlos.
Diez años después de comenzar a trabajar en el auto híbrido, la empresa ha impulsado el reciclaje automotriz como parte de su logística, y la ha vuelto un pilar de su Reto Medioambiental 2050. En su desafío número cinco, Toyota promueve una sociedad y sistemas basados en el reciclaje, una de las propuestas es tener un sistema de recolección y reutilización de baterías a nivel mundial. Y su primer objetivo es poner en marcha 30 instalaciones para el tratamiento y reciclaje de vehículos fuera de uso en 2030.
En la búsqueda de este reto, Toyota Motor Norteamérica amplió en 2019 su programa de reciclaje de baterías en Estados Unidos agregando baterías de litio. Las baterías que reciben para reciclaje se reacondicionan o se desarman para que los componentes como las celdas de batería, carcasa, cableado y plástico sean utilizados para fabricar baterías nuevas.
El proceso de reciclaje consiste en drenar todos los líquidos, quitar las partes que aún puedan ocuparse de segunda mano, como defensas y puertas;el resto se aplana y se lleva a la empresa de reciclaje. Se quitan los metales no ferrosos como el aluminio o cobre (¡puede haber oro y plata!). Se pulveriza toda la nueva mezcla para sacar más metal.
En la vida útil de un automóvil grande, existen alrededor de 30 mil partes y 99% del total puede ser reciclado. Como punta de lanza en esta iniciativa está Toyota Metal, (fundada en 1970 en Aichi, Japón), se trata de la única compañía recicladora administrada por un fabricante automotriz, que alcanza a recuperar 400 toneladas de recursos de autos al final de cada día de trabajo en planta, lo que equivale en peso a diez aviones de tamaño promedio en un solo día.
Energía Solar
Dos de los componentes estéticos más importantes en el diseño automotriz son las pinturas y los textiles, brindan personalidad a los autos y en Toyota se preguntaron ¿qué más se podría hacer con ellos? la respuesta apuntó en la dirección de las energías limpias.
La empresa colaboró con Nippon Paint Automotive Coatings en el desarrollo de la tecnología para producir una coloración uniforme, y llevó a cabo una investigación conjunta con F-WAVE, fabricante y distribuidor de paneles solares.
El resultado fue una tecnología pionera en el mundo, que admite diseños coloridos a la vez que genera electricidad del mismo modo que los paneles solares convencionales. De esta forma los paneles solares han evolucionado y se tiene la posibilidad de tener un recubrimiento ‘tipo madera’ o con diseño de camuflaje que en realidad sean paneles solares, la estética ha dado paso a la descarbonización sin que esta última signifique un sacrificio en el diseño o armonía de un paisaje.
La solución de Toyota es crear paneles solares libres y personalizados, con diseños con diferentes colores y dibujos. La idea es que, al mimetizarse con el paisaje urbano, estos paneles puedan instalarse en lugares antes no considerados, como las paredes de los edificios de la ciudad.